Precisamente ayer comenzó el ciclismo de pista de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y Cuba pasó la primera página de ese deporte sin medallas. Aunque nuestro país no llevó a Perú ambiciones pretenciosas en esta disciplina, lo cierto es que el ciclismo antillano ha escrito en la historia de los Juegos algunos episodios que en su momento provocaron furor con aires de oro y ahora trasladan a la nostalgia. Hoy sacudiremos un poco el polvo del olvido y hablaremos sobre tres figuras de este deporte, de ellas dos con marcado protagonismo en citas continentales.
Hace una década los nombres de Ahmed López, Yosmani Pol y Odaimis Álvarez estaban ubicados en el cénit del ciclismo cubano. Ahmed y Yosmani, establecidos. Odaimis emergía como una de las principales promesas de la disciplina en Cuba, pero nunca su verdadero talento pudo florecer en la Isla. Hurgando archivos, hallamos que hace seis días se cumplió una década de que ese trío abandonara el equipo insular en una competencia en México.
El Campeonato Panamericano de ciclismo de pista, acontecido en Ciudad de México, fue el torneo que decretó el silencio de esos tres nombres en el movimiento deportivo cubano a partir del 27 de julio de 2009. Un ejercicio muy usual por esa época en Cuba cuando un atleta decidía no continuar con su delegación en un certamen allende los mares.
A falta de tres días para que concluyera la justa, los tres ciclistas dejaron atrás el hotel donde se encontraban hospedados, refugiados en el pretexto de que saldrían a entrenar. En poco tiempo abordaron un taxi, según cuenta una publicación de El Nuevo Herald de la fecha, y con el respaldo de un amigo viajaron hasta Monterrey, para cruzar la frontera al día siguiente. Atravesaron el paso aduanal de Laredo, en Texas, y luego arribaron a Miami Pol y Odaimis, mientras que Ahmed se establecía en Tampa.
Previamente a su decisión, la matancera, de 18 años en ese entonces, intervino en el Campeonato Panamericano juvenil de Aguascalientes, donde consiguió par de coronas y dos de plata.
A la sazón, el habanero López contaba con 24 años y el avileño Pol con 29, y ambos se habían proclamado titulares en la velocidad por equipos de los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003 (junto a Reinier Cartaya) y Río de Janeiro 2007 (junto al estelar Julio César Herrera), mientras que Yosmani, en la misma modalidad, terminó con plata en Winnipeg 1999, y Ahmed quedó con el cetro del kilómetro contrarreloj en el evento multideportivo dominicano.
Ambos también dejaron sus huellas en los Campeonatos Mundiales juveniles. El avileño devino subcampeón en la contrarreloj de la edición de La Habana 1998 y cuatro años después, en la urbe australiana de Melbourne, el capitalino quedó tercero en la misma prueba. Igualmente escalaron a lo más alto del podio en certámenes panamericanos del deporte y concursaron en Copas del Mundo.
En septiembre de 2009, poco más de un mes de la escapada de marras, se conoció que ninguno de los tres ciclistas podría intervenir en competencias oficiales en Estados Unidos, después que Cuba suspendiera sus licencias. Sin ese documento no podían “participar en ninguna competencia oficial organizada o patrocinada bajo las normas de la Unión Ciclística Internacional (UCI)”.
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