Dos términos: nacionalidad y gentilicio. La nacionalidad es una condición, una manera de reconocer a una persona debido a su pertenencia a un estado o nación. De igual manera, el gentilicio se asocia a la procedencia geográfica. Desde Cubalite creemos que algo que une a estas dos palabras son las cualidades de las personas. Si naciste y luego te fuiste, si sigues viviendo, si te fuiste y viraste, si te sientes cubano, estas son algunas de las cosas que quizás no faltan en tu vida.
• La jabita: sobre este objeto ya te habíamos presentado nuestras teorías. En esta ocasión, solo te recordamos que, estés donde estés, sea el país o lugar que sea, si eres de los que anda acompañado de una bolsa para estar preparado ante cualquier eventualidad (guardar restos de comida, cargar otros productos, envolver determinado artículo), felicidades … eres cubano.
• Entablar conversación con extraños: puede ser en una cola o puede ser la persona que esté sentada junto a ti en un banco, o en el transporte público… el hecho es que los cubanos nos soltamos y con cualquiera comenzamos un debate. Algunos temas: el calor, las guaguas, la comida, …
• Ir a las tiendas a mirar: si tu plan de fin de semana es pasear en un centro comercial y luego salir con las manos vacías, pues que sepas que eres 100 % cubano. Esa costumbre, ampliamente desarrollada en la isla, distingue a varios de sus habitantes. Algunos la llevan al extremo de probarse ropas y zapatos, “hacer trabajar a los dependientes” para luego no comprar nada.
• La manera de hablar: incluso los que tengan otras nacionalidades y dominen 5 idiomas, si siempre que hablan gesticulan y suben el volumen en un debate cuando creen tener la razón o quieren imponer su criterio… buenas noticias, la cubanía sigue en ti.
• Frases con doble sentido e ironía: en ingles pueden existir los “falsos cognados” y en francés “les faux amis”, pero nadie utiliza expresiones con significado diferente como los cubanos. Para nosotros, por ejemplo, «un mango» o «una caña» es alguien bonito.
• Sentarse al portal o el balcón a mirar: sentarse a ver la gente pasar, hablar con cualquiera, vecinos o no, y estar pendiente a lo que ocurra, es algo que hacemos demasiado por estos lares. Esta costumbre ha quedado reservada como entretenimiento para las personas mayores, pero recuerden que en algún momento fueron jóvenes con esa misma curiosidad.
• El gusto por el baile y la música: incluso aunque no sea el mejor bailador, si con un ritmo contagioso comienza a mover la mano o su día no empieza sin música, o cambia su playlist constantemente en función de los estados de ánimo, eres un cubano en toda regla. La música es para nosotros un refugio y una manera de evadir circunstancias.
• El espíritu: los deseos de vivir y salir adelante, de “luchar” y mejorar han caracterizado a miles de cubanas y cubanos de todas las generaciones.
• El ingenio: muchos cubanos no conocemos la obsolescencia programada. Aquí todo se reutiliza. Somos recicladores natos. Si guardas los vasitos de yogurt para convertirlos en macetas o sigues algunos de los pasos que se detallan en este video que difundimos en nuestras redes sociales, seguro que eres cubano.
• Al abrir una botella de ron, echar un poquito al suelo: nos viene de los ancestros. Ese trago se ofrece a los santos, como ritual para que estos bendigan la celebración.
• Atribuciones indebidas: en este último punto recogeré una serie de acciones que realizamos en un claro atrevimiento, pero que nos nacen, sin pensarlo mucho: criticar a los demás, exagerar los acontecimientos, tocar a la otra persona al hablar…
Si crees que nos faltaron algunos, o no coincides con nosotros, háznoslo saber en los comentarios.
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