El reconocido actor cubano Rafael «Felito» Lahera sorprendió con sus declaraciones más íntimas durante una reciente entrevista en el programa de YouTube Destino Tolk, donde reveló sin filtros los desafíos que ha enfrentado desde su llegada a Miami y cómo ha tenido que reinventarse profesionalmente para sobrevivir en una nueva realidad, muy distante del mundo artístico que conocía.
Lahera, quien construyó una sólida carrera actoral en Cuba y luego en Colombia, llegó a Estados Unidos con una mentalidad pragmática que muchos artistas en su situación podrían encontrar difícil de aceptar. Cuando se le preguntó si arribó a Miami con grandes expectativas de continuar su trayectoria como intérprete, su respuesta fue contundente y realista: «no, yo lo pensé al revés, lo primero que tengo que hacer es buscar cómo ganarme la vida, en lo que sea, porque yo tengo que mantener esta familia, lo primero fue lo que aparezca».
Esta declaración revela la madurez y responsabilidad de un hombre que, lejos de aferrarse a ilusiones, priorizó la estabilidad económica de los suyos por encima de sus aspiraciones artísticas inmediatas.
El actor no ocultó la diversidad de empleos que ha desempeñado desde su llegada a territorio estadounidense. Su trayectoria laboral en Miami ha sido ecléctica: comenzó como coach en el popular programa Caso cerrado, posteriormente se desempeñó como productor y logró involucrarse en proyectos teatrales. También ha llegado a convertirse en una presencia habitual en La Casa de Maka, programa de YouTube especializado en entrevistas a figuras de la cultura cubana en Estados Unidos.
Sin embargo, fue al hablar de sus trabajos más humildes cuando Lahera demostró su autenticidad y ausencia de complejos: «Tú no sabes la cantidad de casas que tuve que limpiar. Pinté casas, limpié casas, todo eso lo hice yo. Aquí tuve que morderla en lo que sea», confesó con una franqueza que muchos admirarán.
El actor también reveló que actualmente trabaja como conductor de Uber, actividad que realiza sin ningún tipo de vergüenza o complejo. Igualmente se le ha visto en algunas series producidas y distribuidas por la plataforma PRONYR TV. Para Lahera, todos los trabajos poseen la misma dignidad.
Cuando se le cuestionó sobre si estas actividades laborales habían afectado su autoestima, considerando su exitosa carrera previa en Cuba y Colombia, el actor capitalino admitió que ocasionalmente experimenta momentos de desánimo, utilizando la expresión coloquial de que «le entra el gorrión». Sin embargo, demostró su capacidad de resiliencia al explicar cómo logra reenfocarse y mantener una perspectiva equilibrada.
Una carrera construida desde abajo
La trayectoria de Felito es la típica historia de una persona que jamás se rindió. Nacido en Centro Habana, comenzó su carrera artística desde los escalones más básicos, trabajando inicialmente como extra y doble de acción. Su formación actoral fue autodidacta, desarrollándose a través de grupos de aficionados donde adquirió técnicas interpretativas fundamentales.
Su ascenso en el mundo teatral cubano fue gradual pero consistente. Participó en producciones de agrupaciones como Anaquillé, Teatro Caribeño y Teatro El Público.
En televisión, Lahera demostró su capacidad camaleónica interpretando desde personajes negativos en series policiacas como Día y noche hasta el memorable Caín Caín en el programa infantil Dando vueltas. Su filmografía incluye trabajos significativos como Barrio Cuba, de Humberto Solás, que le valió el premio de actuación masculina en el Festival Internacional de Cine de Santo Domingo.
Su experiencia en Colombia fue particularmente exitosa, participando en audiovisuales de alto perfil como La reina del sur, El cartel de los sapos, Escobar, el patrón del mal y La Madame, donde demostró su habilidad para adaptar su acento y encarnar personajes diversos.
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