Entre las jugadas más espectaculares que he visto en mi vida hay una imposible de olvidar, ocurrida durante el segundo Clásico Mundial de Béisbol, en 2009. En la primera fase del torneo se enfrentaban las selecciones de Cuba y Australia y por los caribeños lanzaba el zurdo holguinero Aroldis Chapman en el segundo inning. Le conectaron un rolling pegado a la segunda base, que el camarero Héctor Olivera fildeó y en nada le entregó la pelota, con el guante, al torpedero Luis Miguel Nava, quien dio una vuelta y soltó rapidísimo la bola para sacar el out en la inicial.
La dupla de Olivera y Nava regaló muy buenas jugadas, sobre todo en la Serie Nacional bajo los colores de Santiago de Cuba. Desde hace varios años ninguno de los dos reside en la isla. Héctor se estableció en Estados Unidos y llegó a Grandes Ligas, mientras Luis Miguel vive en Chile, donde ha jugado y desarrollado su carrera como entrenador.
Próximamente Nava disfrutará de una excelente oportunidad deportiva, pues fue elegido para integrar el cuerpo técnico del conjunto nacional de ese país que participará en el Campeonato Sudamericano de la disciplina, del 16 al 23 de noviembre en Lima, Perú. El indómito se desempeñará como coach de bateo, según informó a Cubalite el lanzador mayabequense Elio Quiñones, quien también es parte del equipo dirigido por el habanero Kaleeb Campos. El otro antillano en la nómina es el médico villaclareño Eduardo Reyes, indicó Elio.
Nava, hoy con 44 años, dejó su tierra natal tras varias experiencias con el team Cuba. En su palmarés destaca su inclusión en el elenco campeón de los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007, así como en la escuadra que obtuvo la medalla de plata olímpica en Beijing 2008 y en 2009 conformó, como mencionamos antes, el roster antillano al II Clásico Mundial. En ese prestigioso certamen estuvo en cinco partidos y promedió .222, con dos hits, dos anotadas, un boleto y tres ponches.
Su periplo por la Serie Nacional fue bien intenso y productivo, pues en 17 contiendas bateó .298, con 1042 imparables y 462 impulsadas, además de coronarse varias veces.
En 2015 se trasladó a República Dominicana, donde no consiguió su objetivo de firmar con alguna organización de Grandes Ligas, provocado, en gran medida, por su edad. A Chile llegó en el primer semestre de 2018.
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