No pocas glorias dio el polo acuático masculino al deporte cubano. En el escenario centroamericano y caribeño llegó a coronarse, de forma consecutiva, en todas las ediciones de los juegos múltiples celebradas entre 1966 y 1998 y, en un espectro geográfico más amplio, selecciones nuestras han intervenido en cinco certámenes bajo los cinco aros y en varios campeonatos mundiales.
Sin embargo, desde hace décadas, al menos si nos referimos al combinado nacional, la situación jamás ha vuelto a ser la misma que alegraba a los seguidores de estelares como Osvaldo García, Jorge Rizo, los hermanos Biard, Norge Blay, Juan Carlos Hernández, Gerardo Rodríguez e Iván Pérez, entre otros.
En una ocasión publicamos aquí una entrevista con este último atleta, olímpico por Cuba en Barcelona 1992, justa que marcó la más reciente incursión de la Mayor de las Antillas en esas lides, y después regresó a la magna cita con España en las versiones de Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012. Hoy te contamos sobre otro jugador que formó parte de una de las últimas generaciones doradas de esa disciplina y que también asistió a un evento estival en representación de otra nación.
El camagüeyano Amaurys Pérez, nacido el 18 de marzo de 1976, empezó a practicar el polo acuático influenciado por su hermano Antonio Pérez, miembro durante varios años de la escuadra cubana, y cuando todavía estaba en edad juvenil se coronó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ponce 1993. Después de licenciarse en cultura física, a inicios de este siglo, decidió que era el momento de marcharse del país para, según él, «entender qué era el verdadero waterpolo europeo».
En el Viejo Continente primero permaneció un tiempo en Tenerife, España, donde jugó y también tuvo que mantener otros trabajos paralelamente, pero a inicios de 2004 todo cambió para él. Lo llamaron desde el elenco italiano de la región de Cosenza para probarlo.
Él ni siquiera pensaba en salir del territorio ibérico, pero finalmente fue hacia la localidad peninsular y allí convenció a los técnicos. Se vio ante una encrucijada, pues estaba realmente feliz en Canarias, pero su entrenador español le sugirió que probara suerte y que podría volver cuando quisiera, pues las puertas siempre estarían abiertas para él.
No regresó.
En esa ciudad italiana conoció a la que se convertiría en su esposa. Al poco tiempo contrajo matrimonio y debido a ello recibió la nacionalidad. Jugó para el Cosenza, luego estuvo con el Salerno y más adelante el Posillipo se hizo con sus servicios. Según cuenta en el diálogo anteriormente citado, en aquella última etapa llegó su salto cualitativo, pues asegura que hasta ese entonces, a sus 34 años, nadie lo conocía.
Sobre la llamada que recibió para conocer si tendría interés en ir convocado con la selección italiana, cuenta que estuvo a punto de desmayarse y señala que fue la primera ocasión en que su esposa vio a un hombre negro volverse blanco. En un inicio pensó que era una broma de sus compañeros. Le parecía imposible que estuviera al teléfono el mismísimo técnico Sandro Campagna, campeón olímpico en Barcelona y mundial en Roma 1994.
Debutó contra Grecia y al año siguiente, en 2011, estuvo en el equipo que conquistó el oro en el certamen universal de Shanghai y que luego se agenció el subtítulo bajo los cinco aros de Londres 2012. Explica que no ha tenido coraje para volver a ver la final de la justa que ganó su elenco en China.
Durante su carrera también ha integrado las nóminas de clubes como Acquachiara, Crotone y Latina. En 2016 anunció su retiro, pero reapareció al poco tiempo. En 2023 se volvió a retirar para retomar su trabajo como entrenador que ya había ejercido previamente. Su última experiencia llegó con el elenco femenino de Roma.
Uno de los secretos de su longevidad en el deporte se ha basado en su dieta, que a veces igualmente pasa por alto, pero ha declarado que siempre trata de comer limpio, excepto los domingos, cuando se convierte en un «invitado habitual en casa de mi suegra. El único truco, si queremos llamarlo así, es evitar los carbohidratos en la comida de la noche».
Fuera de las albercas, Amaurys se ha convertido en una celebridad televisiva en Italia gracias a sus apariciones en diversos reality shows como Ballando con le stelle, Pechino Express 3, Si può fare!, Ciao Darwin, Stasera tutto è possibile, Caduta libera, L’isola dei famosi, Game of Games – Gioco Loco, Grande Fratello VIP, entre otros.
Junto a su cuñado se introdujo en el mundo empresarial al crear una marca de cerveza artesanal llamada Zion, que ofrece tres tipos de bebidas claras, dos ámbar y una oscura con fermentación natural. Cada una lleva el nombre de una deidad yoruba: Orula, Oshun, Obatala, Ogun, Changó, Eleggua.
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