A mediados de mayo, dos artistas de la plástica, de origen cubano, fueron noticia luego de que sus obras alcanzaran cotas bastante altas durante una subasta que tuvo lugar en la reputada casa neoyorquina conocida como Christie’s.
Las piezas destacadas de esa velada fueron Untitled (America #3), de Félix González-Torres, y Untitled (Sandwoman Series / Serie Mujer de Arena), de la cubana Ana Mendieta, ambas pertenecientes a la colección amasada por el matrimonio de cubanos formado por los ya fallecidos Carlos y Rosa de la Cruz.
La obra de González-Torres fue la que más titulares acaparó, pues la instalación, consistente en una extensa tira de bombillas, fue obtenida por el Museo de Arte Pola de Hakone, Japón, institución que pagó 13.6 millones de dólares luego de “pelear” intensamente por ella con varios interesados más, según aseguran algunas fuentes.
La cifra millonaria fue la más alta desembolsada alguna vez por una creación de Félix. La marca anterior databa de noviembre de 2015, cuando en la propia casa Christie’s, Untitled (L.A.) (1991), una instalación de 50 libras de caramelos duros verdes, fue subastada en 7.7 millones.
Por su parte, la pieza de Mendieta (La Habana, 18 de noviembre de 1948 – Nueva York, 8 de septiembre de 1985), vendida en 567 mil dólares, también se convirtió en la más cotizada la artista, cuyos récord previo fue el conseguido por la venta de Silueta Works in México (277 200 dólares).
Dos genios que partieron demasiado pronto
La vida de González-Torres, tristemente desaparecido como consecuencia del sida, no lo llevó por un camino sencillo hacia el éxito. Nacido en Guáimaro, Camagüey, el 26 de noviembre de 1957, a comienzos de los 70 debió irse a España junto a su hermana Gloria y allá vivieron en un orfanato hasta que unos familiares que vivían en Puerto Rico los reclamaron.
En 1976 se graduó del Colegio San Jorge y poco después comenzó a cursar la carrera de Arte en la Universidad de Puerto Rico, todo ello mientras daba sus primeros pasos en el mundillo de la plástica.
Tres años más tarde se fue a Nueva York gracias a una beca de estudiante y participó en el Whitney Independiente Study Program. Más adelante haría un recorrido por Europa y sacaría su Máster en Bellas Artes en el Centro Internacional de Fotografía y de la Universidad de Nueva York. Como profesor, impartió clases en esa institución de la Gran Manzana y también en el Instituto de las Artes de California.
Su carrera tuvo un momento fundamental a partir de 1987, cuando se unió al Grupo Material, conjunto de creadores que colaboraron con la intención no solo de hacer arte, sino también de ejercer como activistas y educadores de la comunidad en materia artística.
Gracias a una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD, por sus siglas en alemán), viajó a Berlín en 1992, y luego sacaría partido a otro estipendio mediante el apoyo del Fondo Nacional para las Artes de Estados Unidos.
Eventualmente llegaría a ser conocido por sus piezas minimalistas, en las que solía usar como protagonistas a elementos tan comunes como bombillos, relojes, montones de papel, caramelos, cortinas, objetos duplicados, mezclas de dibujo y pintura (graphs), espejos, puzzles, periódicos y revistas.
Sus conocidas «cuerdas de luces» nacieron entre 1992 y 1994. Fueron imaginadas por Félix y confeccionadas por un electricista siguiendo sus especificaciones. En total son 24: veintidós de ellas se mantienen sin alterar y un par fue modificada con el tiempo.
González-Torres falleció en Miami, Estados Unidos, el 9 de enero de 1996.
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La vida y obra de Ana Mendieta, artista que vio la luz en La Habana el 18 de noviembre de 1948, pudiera ser definida como profundamente feminista y cruda.
“Siempre fue muy dramática, incluso de niña: le gustaba expandir los límites, provocar a la gente, impactarla un poco. Así era ella y lo disfrutaba bastante. Cuando la gente enloquecía en ocasiones, ella se reía de la situación”, declaró sobre la artista su hermana Raquelín.
Pintora, escultora y realizadora audiovisual, Ana y su hermana fueron separadas de su tierra cuando contaban 12 y 14 años, respectivamente, como parte de la terrible Operación Peter Pan, y eso las marcó para siempre. Pasarían cinco años sin ver a la madre y 18 sin saber del padre, mientras vivieron en hogares de acogida en varios estados norteamericanos.
Sus raíces africanas también fueron un elemento clave de su identidad, la cual plasmó en obras que apuntaban de lleno hacia temas étnicos, pero también hablaban sobre sexo, religión o política.
Estudió arte en la Universidad de Iowa, en donde fue influida por las clases del alemán Hans Breder.
En el 73 creó el performance Escena de violación, como forma de visibilizar el ataque del que había sido víctima mortal una compañera suya de la universidad.
Entre lo más notable de su creación se hallan las llamadas Siluetas: más de 200 piezas esculpidas o moldeadas en materiales naturales como madera, hierba, flores, ramas o barro.
Sobre la muerte de Mendieta hay muchas teorías. Se sabe que sucedió el 8 de septiembre de 1985, y que su cuerpo cayó desde el piso 34 en que se ubicaba su apartamento en Nueva York. Por entonces estaba casada con Carl Andre, artista estadounidense que posteriormente sería acusado del crimen.
El propio Andre confesó que ese día habían discutido sobre algo relacionado con el nivel de reconocimiento que tenía cada uno de ellos como creador. Otros testigos aseguran que desde fuera se sintieron gritos, forcejeos y que se escuchó a Mendieta decir “no” varias veces.
Cuando llegó la policía, el esposo mostraba señales de rasguños y declaró no recordar muy bien lo sucedido antes de que el cuerpo de Ana, en caída libre, terminara impactando contra el techo de una tienda ubicada debajo del edificio.
Tres años después, culminado el proceso penal, Carl fue absuelto de todos los cargos. Sus abogados alegaron los tormentos artísticos de Ana para justificar un posible suicidio, y la fiscalía, sin mucha evidencia contundente, debió aceptar el veredicto de “no culpable”, expuesto por un jurado que se aferró a la “duda razonable” por encima de todo.
Hoy, en cada una de sus exposiciones, mucha gente sigue asistiendo para reclamarle a Andre por la muerte de Ana. Mientras, la obra de la cubana no ha dejado de ser reconocida y valorada por expertos que la catalogan como una “pionera, una disidente y una gran artista”.
Próximamente, la actriz America Ferrera (Barbie, Real Women Have Curves) la interpretará en la miniserie Naked By The Window, producida por Amazon MGM Studios y basada en el libro homónimo publicado por Robert Katz en 1990.
P.D: Puedes leer más sobre Ana Mendieta en este trabajo que publicamos hace algunos años:
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