No hay sábado sin sol ni domingo sin béisbol. Aunque, a decir verdad, ayer la televisión cubana no transmitió encuentro alguno de la postemporada de la Serie Nacional, algo que se pudo evitar. Todo se debió a un calendario de play off no muy bien elaborado por la Comisión Nacional, celebrando cuatro encuentros de semifinales entre viernes y sábado y dejando el domingo desnudo de nuestra pelota. El último día de la semana tradicional, generalmente de descanso para la mayoría, siempre ha sido perfecto para el disfrute en casa de un choque de béisbol y más ahora que el principal evento deportivo de Cuba está en su segmento más interesante.
Los directivos de la Comisión Nacional hicieron oídos sordos ante la razonable sugerencia de la prensa deportiva, mientras que la afición tenía que adaptarse ayer en la tarde al fútbol y en la noche a un juego de la Liga Nicaragüense. Lo más que hicieron fueron pequeños reajustes en los horarios de transmisión de los partidos para que no coincidieran, pero de lo otro, nada.
Hoy se reanuda la postemporada de la pelota cubana y las ecuaciones, acorde a lo sucedido, parecen no tener muy complicadas sus respuestas. O sea, que si la mayoría de los vaticinios indicaban división de honores en cada serie, eso se fue a tierra, pues dos equipos comenzaron fogosos en sus respectivos compromisos, ganando los dos encuentros iniciales: Las Tunas como anfitrión frente a Ciego de Ávila y Villa Clara en calidad de visitante contra Sancti Spíritus, desempeños que los colocan más cerca de la discusión del título.
Si el mentor tunero Pablo Civil hubiese deseado que las cosas le salieran mejor, sin tapujos, es el peor de los inconformes. Digo esto así de categórico porque en los dos triunfos de su escuadra pesaron y mucho los aportes de Yoanni Yera y Erlys Casanova, lanzadores adquiridos hace pocos días en la última fase de solicitud de refuerzos, los cuales con sus formidables aperturas respaldaron con acero la voluntad del estratega.
El primer día, el zurdo matancero Yera caminó la mayor parte de la ruta, con pasos dominantes y, tras cada entrada, refrendó que a pesar de decidir no continuar con Holguín en la segunda etapa, la forma deportiva que conserva frisa la excelencia. Además, nunca tembló al compartir la lomita con el granmense Lázaro Blanco, considerado el mejor pitcher del país, criterio poco respetado por la artillería tunera, que expulsó del partido al refuerzo estrella de los avileños.
Casanova, por su parte, fue la segunda carta de triunfo de Civil y después de una primera entrada dubitativa, con par de carreras permitidas, el derecho pinareño encauzó su proa de una forma tan efectiva que le permitió lanzar el juego completo y desechar cada bateador contrario cual pétalos de una flor marchita. El hijo de Luis Giraldo es de esos lanzadores que se empinan a medida que el encuentro envejece.
Junto a esas joyas monticulares, los Leñadores en ambos partidos han confirmado que el filo de sus hachas es en extremo pernicioso hasta en los momentos más necesarios. A esta instancia llegaron con una ofensiva brutal como punta de lanza y la han empleado para rendir a una parte de lo mejor del pitcheo de Roger Machado, el cual enfrentará el choque de hoy con no pocas preocupaciones, entre ellas la de ganar a cualquier costo por tal de evitar el paredón de la muerte, para lo que también hará falta que la tanda principal produzca.
Los Leñadores tienen a sus lanzadores mucho más descansados, con el zurdo camagüeyano Dariel Góngora listo para intentar ubicar a su conjunto a una raya de la final. Si algo pudo inquietar al manager tunero fue la rápida salida del equipo del inicialista granmense Guillermo Avilés —maldito por las lesiones—, pero el antesalista Denis Peña se ha encargado de sosegarlo con su sorprendente ofensiva oportuna. Para quienes criticaron a Civil por no reforzarse recientemente con una tercera base, el juego diario le está dando la razón.
Una parte considerable de la afición coincide en que los Tigres darán mortales zarpazos en sus predios del José Ramón Cepero, lo que garantizaría el regreso de las acciones al Julio Antonio Mella, algo que yo no creo. Sin embargo, el duelo entre Sancti Spíritus y Villa Clara no goza de pronósticos parecidos y muchos se apuntan en decir que los Azucareros, con la ventaja de jugar ahora tres encuentros en su estadio Augusto César Andino, le pondrán fin allí a las vidas de los yayaberos.
Ante la evidente inferioridad, los Gallos necesitaban a cualquier precio lograr un triunfo en su valla del José Antonio Huelga, algo que no consiguieron a pesar de utilizar a los refuerzos Frank Luis Medina y Yariel Rodríguez, sus dos abridores principales, lo que complica bastante la posibilidad de cambiar en suelo ajeno la desfavorable realidad.
Los espirituanos no pudieron desenredar en par de juegos el pitcheo villaclareño, devenido arma tajante en 18 innings, con una sola carrera tolerada. El viernes Freddy Asiel Álvarez se lució para ofrecerle a los villaclareños la primera victoria y la número cien para él en Series Nacionales, resultado que se le había hecho muy esquivo. Al día siguiente el segundo éxito lo aportó el experimentado Alain Sánchez, quien realizó una labor muy buena, permitiendo un jonrón de Alberto Rodríguez solamente en siete entradas.
Los espirituanos presentan una ofensiva de bajo perfil, con escasas opciones en la banca por no decir que ninguna y preocupados más todavía porque el líder en imparables del torneo, Orlando Acebey, anda con un bate totalmente dormido, mientras Frederich Cepeda no goza del protagonismo acostumbrado.
La contraparte en ese sentido han sido sus contrarios. Consciente de que su pitcheo sobresale en el campeonato, Eduardo Paret se dio a la tarea y lo logró de conformar una batería respetable y productiva, compuesta por valiosos refuerzos como César Prieto, Carlos Benítez, William Saavedra, Stayler Hernández y Yunior Paumier y bateadores de fuerza como Norel González y Yurién Vizcaíno, impulsador por naturaleza.
El cuerpo monticular naranja se muestra más expedito y profundo de cara a lo que viene, con el zurdo Misael Villa anunciado para abrir hoy y Wilson Paredes con el oído atento por si urge un rescate tempranero. Mientras que Sancti Spíritus, con Frank Luis y Yariel descartados para hoy y mañana, no tendrá otra que valerse, sobre todo, de los hombres que empujaron al conjunto a la segunda fase. Yoen Socarrás, Yamichel Pérez, Ángel Peña… De todas formas, pase lo que pase, José Raúl Delgado puede darse con un canto a los pechos.
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