El vínculo de Marcia Videaux Jiménez con la gimnasia fue uno de esos que surgen de la casualidad y terminan propiciando resultados inimaginables. En su caso, a esta chica nacida el 21 de julio de 1999 en Manzanillo, Granma, y cuyos ídolos son Erick López y Leyanet González, le bastó un breve instante para descubrir su interés por esta disciplina a la edad de cinco años.
“Un día, mientras caminaba con mis padres, pasé por un gimnasio. Vi a unas chicas entrenando y me paré en la puerta para mirar. Luego comencé a hacer lo mismo por mi cuenta, en la cama, hasta que mis padres me llevaron a entrenar”, refleja su perfil en la web oficial de la federación internacional de ese deporte.
Tras conseguir resultados notables en las categorías infantiles y en los Juegos Escolares, en 2008 Marcia fue captada para la Escuela Nacional de Gimnasia con sede en La Habana. Una vez en la capital, comenzó a superarse a un ritmo acelerado y en 2009 ganó un oro y dos bronces en el panamericano pioneril y en los años siguientes continuó dominando la mayoría de eventos a nivel doméstico en categorías menores.
Su primera prueba de gran exigencia llegó en mayo de 2015, cuando viajó a Portugal para participar en la Copa del Mundo celebrada en la ciudad de Anadia. Allí sorprendió a todos al llevarse el título en el caballo de salto y el bronce en las barras asimétricas.
Poco después, durante los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá, la manzanillera se plantó con nervios de acero en la cita continental y ganó el oro en salto del potro, además de terminar novena en la competencia de máximas acumuladoras y cuarta junto sus compañeras en la lid por equipos.
En septiembre del mismo 2015 siguió dando de qué hablar cuando en la Copa del Mundo de Osijek, Croacia, finalizó quinta y séptima en salto y asimétricas, respectivamente. Por si fuera poco, también ese año asistió a su primer Campeonato Mundial en Glasgow, Escocia, lid en donde fue 55ta. en el all-around.
Para 2016, el escaño 26 del preolímpico de Río de Janeiro le dio el derecho a estar en la cita estival que acogería meses después esa ciudad brasileña. Más adelante, de regreso en Anadia, ganó el oro del caballo de salto y fue octava en las barras.
De vuelta en la urbe carioca para las olimpiadas, la actuación de Marcia fue bastante discreta. Ancló en el lugar 48 en el all-around y en las barras asimétricas; ocupó el lugar 76 en la viga de equilibrio y el 58 en ejercicios en el suelo. El mejor momento llegó en su aparato favorito, el caballo de salto, en donde consiguió posicionarse en el escaño 18.
En 2017, Videaux participó en el Mundial de Montreal, Canadá, justa en donde solo se presentó en el salto y las asimétricas, aunque no consiguió avanzar a la final en ninguno de los dos casos. Por entonces compitió igualmente en el Festival Deportivo Centroamericano de Guatemala y allí se llevó un oro (asimétricas), dos subtítulos (equipo y all-around) y otro par de bronces (viga y suelo).
Dos años más tarde, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, la joven demostró su progreso al coronarse como máxima acumuladora y también en las pruebas de ejercicios en el suelo y por equipos. Además, se colgó la plata en salto y asimétricas.
Si bien en el mismo 2018 celebró una plata en salto dentro del panamericano de la disciplina (también fue quinta en el por equipos, all-around y suelo), luego sufrió un revés importante cuando el Inder, por temas de prioridades y presupuestos, decidió no enviarla a competir en el Mundial que acogió Doha, Catar.
Para 2019 tuvo chances de revancha, pues sí pudo estar en la Copa del Mundo organizada en la propia capital catarí. Sin embargo, luego de avanzar a la final del salto, una lesión la forzó a retirarse antes de luchar por un puesto en el podio.
Previo a la cita panamericana de Lima 2019, la antillana fue la más completa en la Copa Estrellas GimnásTicas efectuada en Costa Rica, pero en tierra peruana no le fue demasiado bien, ya que terminó sexta con la escuadra de chicas, décima en el all-around y séptima en el caballo de salto.
Afortunadamente para ella, cerró el año con una buena noticia, pues su lugar 53 en la prueba de máxima acumuladora del Mundial de Stuttgart, Alemania, le permitió clasificarse a sus segundos JJ.OO.
En 2020, la pandemia golpeó seriamente y obligó a reprogramar varios eventos deportivos, incluidas las olimpiadas, que fueron pospuestas para 2021. En siguiente verano en la ciudad tokiota, Marcia fue con el objetivo de reservarse y competir solamente en la ronda preliminar del salto. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado y una caída en su segundo intento de la clasificatoria la llevó a terminar en el puesto 16 y a perderse la final del aparato.
“Creo que la presión de dos años sin competir pudo influenciar. Pero puedo asegurar que todo se hizo bien, el trabajo planificado lo cumplimos. Todo se hizo buscando llegar a la final, esa era la meta y ella trabajó en los entrenamientos con fluidez, con buena técnica”, declaró en aquel momento su preparador, Osniel Blanco.
Después del certamen, la granmense no volvió a competir por Cuba y ello coincidió con una etapa gris para la gimnasia nacional, durante la cual también abandonarían las filas de la selección figuras cimeras del pasado reciente como Manrique Larduet y Randy Lerú.
En el caso de la manzanillera, tras un período fuera del alto rendimiento, decidió emigrar hace unos meses hacia Estados Unidos, país en donde ya se hallaban establecidos su hermano Luis Alberto y varios familiares más.
En esa nación, Marcia celebró en julio último su cumpleaños número 24 y aún desconocemos si tiene planes para continuar vinculada al deporte que tantas alegrías le ha dado en su corta vida.
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