Hace tres días, The New York Times en su sección deportiva publicaba un texto sobre el reciente acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y las Grandes Ligas.
David Walstein, del diario norteamericano, explicaba que el acuerdo aún requería la aprobación del gobierno de ese país.
«El gobierno de los Estados Unidos todavía podría anular el acuerdo, y algunos en el gobierno parecen fuertemente opuestos a él. Pero los oficiales de béisbol siguen siendo optimistas, sabiendo que tienen algunas flechas en su carcaj, incluida una larga lista de compañías estadounidenses que ya hacen negocios en Cuba», comentaba Walstein.
De acuerdo con el artículo, nadie del gobierno ha dicho que suspendan el trabajo en el acuerdo y el sindicato de jugadores sigue operando como si estuviera aprobado por la administración del país.
Es oficial: MLB y Cuba llegan a un acuerdo para la contratación de peloteros
En el texto también se explicó que MLB obtuvo la licencia de la OFAC para hacer negocios con la Federación Cubana de Béisbol en septiembre de 2016, bajo la administración Obama, pero esta entidad deportiva norteamericana se basa en un memorando presidencial del 16 de junio de 2017 que dice en alguna parte de sus líneas: «las futuras regulaciones serán prospectivas y, por lo tanto, no afectarán los contratos y licencias existentes».
La publicación argumentó que la OFAC podría revocar esta licencia y ello podría afectar a muchas compañías que hacen negocios con Cuba. Señaló, además, el autor, que varias compañías estadounidenses invierten una gran cantidad de dinero en Cuba, que empequeñece todo lo que pudiera aportar la MLB. «La mayoría de los jugadores que quedan en Cuba no son estrellas o prospectos que obtendrían enormes salarios», sentenció.
«Porque M.L.B. tiene un perfil especialmente alto, su acuerdo con Cuba puede estar sujeto a un mayor escrutinio por parte del gobierno».
Walstein también dijo que M.L.B. puede continuar presionando a los miembros de la administración y del Congreso. «La liga tiene un comité de acción legislativa que incluye al presidente de los Yankees, Randy Levine, quien ha conocido al presidente Trump durante años y recientemente se dijo que era un candidato para reemplazar a John F. Kelly como jefe de personal de la Casa Blanca. M.L.B. El comisionado Rob Manfred también podría tratar de hablar directamente con el secretario de Estado Mike Pompeo».
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