Si ayer escribimos sobre Yunel Escobar y su siguiente paso para intentar regresar a las Mayores, liga a la que perteneció durante once temporadas, las líneas de hoy tienen, más o menos, vínculos con la situación que vive el infielder habanero de 36 años, aunque se trata de otro jugador. Yunel tiene puesta toda su confianza en la Liga Invernal de República Dominicana como el supuesto puente hacia el reencuentro, lo mismo que parecía ocurrir con el cienfueguero Erisbel Arruebarruena en la Liga Profesional de Nicaragua.
Según los reportes preliminares al inicio de la presente temporada, el pasado viernes 30 de noviembre, los Indios del Bóer sería el equipo con más refuerzos cubanos entre los cuatro involucrados en su liguilla. Se hablaba del jardinero habanero Víctor Muñoz, del utility holguinero Maikel Cáceres y de Arruebarruena. Cáceres fue el primero en abandonar la tribu, por razones explicadas en esta página, relacionadas con la presencia de su conjunto en la segunda parte de la Serie Nacional y la consiguiente negativa eventual de la Federación Cubana.
Los únicos que viajaron hacia Managua fueron Muñoz y Erisbel. El primero, jugador de Series Nacionales con Metropolitanos, Industriales y Artemisa, ha comenzado a todo tren, con average de .600 y seis remolques hasta ayer, mientras que el sureño estuvo en las presentaciones formales del equipo, firmó autógrafos, incluso entrenó, hasta que ¡¡¡zas!!!
Tras meses fuera del radar, el hijo del exlanzador Bárbaro Arruebarruena volvió a ser noticia y no exactamente por tener un gran debut en la pelota nica. Como mismo cogió un vuelo hacia Managua, cogió otro de vuelta hacia Miami hace una semana con su pelo teñido de rubio y su barba negra, por discrepancias contractuales con su club e insatisfacciones con el hotel donde se hospedaba.
Mucha ilusión se hizo el circuito profesional andino con la participación del cubano, considerado como uno de los mayores atractivos del torneo, pero ya ven, no pudo ser, y lo que se pintaba como una oportunidad muy buena para el espectacular torpedero, tendrá que esperar. Hay chances en la vida que no se dejan pasar, pero no soy nadie para juzgarlo. Él sabrá, mejor que yo, sus decisiones, y punto.
Con 28 años, el futuro del Grillo Arruebarruena de cara a la MLB no parece tan complicado si se compara con el de su paisano Escobar. En la Gran Carpa jugó 22 partidos en 2014 con los Dodgers y dejó línea ofensiva de .195 (ocho en 41), un doble y cuatro impulsadas, además de tres transferencias y 17 ponches, mucho para tan poco juego. En las Menores permaneció por cuatro años con average de .279, 66 anotadas, 146 imparables, 15 bambinazos y 172 out por la vía de los strikes.
Sin embargo, la escuadra de los Dodgers, la misma que lo firmó en 2014 por 25 millones de dólares, puso fin en septiembre pasado al acuerdo con el cienfueguero, fundamentalmente por reiteradas indisciplinas y afectaciones de salud que frenaron su progreso dentro de la franquicia.
El antillano no tiene otra que esperar un nuevo rayo de luz acorde a sus intereses. El túnel de Erisbel Arruebarruena, ahora mismo, no está muy alumbrado que digamos.
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