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En el hogar de Jenny Sotolongo descubrieron pronto que la niña había heredado el arte que le venía por el lado paterno. Su abuela, Estrella Álvarez Valdivia, había sido una cantante campesina asidua en las emisoras de Ciego de Ávila, su tierra natal, y su padre, Raúl, fue miembro del conjunto Los Selectivos, con quienes grabó un disco en 1976. Pese a ello, nunca se imaginaron que la chica colocaría el nombre familiar mucho más alto que cualquiera de sus predecesores.
Según contó ella misma en una entrevista de 2012, “pasaba casi todo el tiempo entonando canciones y melodías en casa y en el círculo infantil, donde me acompañaba con su guitarra una de mis cuidadoras. Fue entonces cuando mi papá y mi madrina, quien es también compositora de canciones infantiles, me motivaron a que participara en el festival Cantándole al Sol”.
Su debut en ese concurso sucedió en 1997 con el tema Canto a la naturaleza, de Mirtha Selis. Jenny ganó primero a nivel municipal y luego en la provincia.
“Descubrí la afinación, musicalidad, ritmo, … las posibilidades que mi hija tenía para el canto; con solo ocho años cantaba canciones de gran fuerza interpretativa y a partir de ahí me dediqué a estimular y guiar su desarrollo vocal”, expresó su padre en cierta ocasión.
Al año siguiente asistió al certamen nacional con la canción El travieso pequinés, de la propia Selis. Por aquel tiempo, su enorme talento la había vuelto una invitada frecuente a los actos populares dentro de su territorio.
Jenny inició oficialmente su recorrido por el mundo artístico con solo ocho años, momento en que ingresó a la Escuela Elemental de Arte Ñola Sahíg Saínz, de Ciego de Ávila, como alumna de piano. Tras completar dos cursos, en 1999 su familia se mudó a La Habana y ahí continuó su formación, ahora en dirección coral, en la Paulita Concepción del Cerro.
Una vez en la capital, la joven de 10 años tuvo otra oportunidad de demostrar sus dotes a nivel internacional: fue elegida para representar a Cuba en el festival Bravo, Bravísimo que se realizaría en la ciudad italiana de Cremona. En la competencia que contó con participación de jóvenes artistas de 21 países, Jenny deslumbró con su interpretación de Damisela encantadora y La bamba, y mereció no solo el tercer lugar, sino también el llamado Premio de la Simpatía.
Tras aquel gran éxito, de vuelta en la Isla, Sotolongo se convirtió, junto a Alberto Polanco, en una de las artistas jóvenes que alcanzó la fama al calor de las tribunas abiertas y otros actos políticos celebrados a finales del siglo. Sobre esa parte de su vida, contó a Pista Cubana hace más de una década: “aunque todo este nivel de presencia en los medios implica siempre una responsabilidad, ciertamente para una niña que todavía jugaba con muñecas y apasionada por la música, todo esto fue un sueño precioso, momentos sensacionales, de gran disfrute”.
“Con el paso del tiempo mi visión fue cambiando. A mis 13 o 14 años, una presentación pública comenzaba a tomar más carga de compromiso, prudencia, ya estaba madurando y sabía que más adelante cantar sería mi labor profesional. Fue esta una de las etapas más lindas e importantes de mi carrera artística, realmente así la considero”, agregó.
Tras completar su formación elemental, empezó el nivel medio a los 15 años en la Amadeo Roldán. De allí se graduó con Diploma de Oro en la especialidad de Teoría Musical.
Por ese tiempo, la muchacha valorada tempranamente como soprano y dueña de un registro vocal sumamente amplio, acumuló otras experiencias en viajes a Venezuela, Argelia, Argentina y Brasil.
En su blog personal, reza una anécdota con el célebre Luis Carbonell, el acuarelista de la poesía antillana, quien al escucharla declaró que Jenny “cantaba por instinto con la voz colocada, por eso ha podido hacerlo desde su niñez, sin dañar sus cuerdas vocales”.
Junto al compositor Germán Nogueira le dio forma a su primer disco en 2012, del cual destacó el número Si no te hice nada, radiado por varias emisoras de alcance doméstico y se convirtió además en su primer videoclip.
A pesar de estar en el centro de atención desde muy pequeña, Sotolongo nunca ha dejado de reconocer la importancia de la humildad que le enseñó su mamá, María del Carmen: “todo el éxito es producto del sacrificio mío y de quienes intervienen en mi formación; soy una más que surgió en Ciego de Ávila y eso no lo olvido nunca”, comentó al regresar a cantar en el teatro Principal de su ciudad natal.
Tiempo después, Jenny se fue de Cuba rumbo a Estados Unidos y más adelante logró reunirse allá con su mamá, quien, tras viajar hacia Ecuador y luego atravesar todos los países centroamericanos, arribó a Las Vegas, Nevada, ciudad en donde viven juntas desde entonces.
Esta historia la reveló la joven en 2015, cuando participó en el reality show Tengo Talento, Mucho Talento, en donde llegó a las semifinales e interpretó temas como Abrázame muy fuerte (Juan Gabriel), una versión en espanglish de I Will Survive (Gloria Gaynor), y otra, exclusivamente en su lengua materna, de un clásico de Broadway como And I Am Telling You I’m Not Going (Jennifer Holliday).
Más adelante, entre 2017 y 2018 fue la estrella del Selena Super Show, espectáculo en donde interpretó canciones de la famosa cantante, conocida como la Reina del Tex-Mex y fallecida en 1995.
En 2020 vivió la alegría de la maternidad: nació su primogénita María Fernanda. En junio de este año publicó en su cuenta de Instagram el siguiente post, en donde presentó a su segunda hija: “y para todos los amigos y fans que han estado pendientes, les presento a mi segundo tesoro de la vida: ¡Ana Paula! ¡Gracias a Dios, la naturaleza, por la bendición tan grande de ser madre!”.
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Esa joven canta muy lindo ,que pena que no estuvo aquí en Estados Unidos cuando se hizo la película de Selena ,aunque creo que ella sería muy niña cuando eso o tal vez ni había nacido ,,pero la felicito se parece mucho a Selena ,la imita muy bien ,,,felicidades.
Gracias por publicar articulos como este con los cuales llego a conocer a figuras artisticas de gran valor producto de nuestra Cuba,