Pese a que el arranque de la 61 Serie Nacional todavía es una incógnita, casi todas las provincias habían dado a conocer los concentrados de donde saldrán los rosters para el venidero certamen. Antes de que se suspendieran los entrenamientos debido al impacto de la COVID-19 en el país, varios territorios habían comenzado sus respectivas preparaciones con, al menos, una buena parte de los jugadores que buscarían un puesto en las nóminas definitivas.
Desde Cienfuegos, en cambio, no nos ha llegado información oficial sobre la preselección de un equipo que aspirará a mejorar la ubicación que consiguieron en la pasada contienda, en la que avanzaron a la postemporada y acabaron séptimos, luego de ser eliminados por Matanzas, subcampeón a la postre. Sí publicamos, hace casi dos meses, acerca del regreso del patrullero Yoasniel Emilio Pérez Moreno a los Elefantes, después de salir del país en busca de un contrato profesional.
Uno de los aspectos de juego que influyó en que los paquidermos no avanzaran más allá de los cuartos de final fue su endeble pitcheo. Durante la fase clasificatoria, tuvieron el cuarto peor cuerpo de serpentineros en average de los oponentes, quienes le conectaron para .302 (solo superados por Artemisa y Holguín, a quienes le batearon .318, y Villa Clara con .303); el promedio de limpias lo dejaron en 5.61 (puesto 12); terminaron últimos en ponches propinados (251) y fueron decimocuartos en boletos concedidos (390). En resumen: poco puede destacarse sobre la labor de los lanzadores sureños en el último campeonato, salvo el trabajo del relevista Carlos Damián Ramírez, ciertas etapas de Yasmany Insua y Adrián Bueno, además del rendimiento de Alex Daniel Pérez. El bateo, por otro lado, fue la punta de lanza de los cienfuegueros.
Hemos conocido, de manera extraoficial, que, con el objetivo de mejorar las prestaciones desde la lomita de los suspiros, han sido convocados varios novatos a formar parte del grupo de trabajo que dirige el mentor Alain Álvarez. Uno de ellos es el derecho de 21 años Maikel Borrell.
Según comentó el propio atleta a Cubalite, se desempeñaba en el infield y también como pitcher, pero se decidió finalmente por esta última posición, puesto que, «viendo cómo está la situación, el cuadro de Cienfuegos es de nivel nacional y me iba a ser difícil integrar el equipo».
Comenzó a practicar el béisbol en la categoría 11-12 años, a la defensa sobre el diamante, pero en la etapa del 15-16 empezó en la doble función que mantuvo hasta su paso por las filas juveniles. Explicó, además, que siempre sus resultados fueron mejores desde el box que en el cajón de bateo.
Debido a las consecuencias generadas por la pandemia, no ha podido jugar en certámenes sub-23, algo que sí hizo en la Liga Azucarera, cuando defendió los colores del central 14 de julio en la temporada de 2019, bajo la dirección de Ángel Miguel Acea. Allí lanzó en varios partidos importantes, como el que decidió el pase a la semifinal ante el combinado del Mario Muñoz de Matanzas, donde se llevó el triunfo.
«Tiro curva, slider, cambio y una buena recta en forma de sinker, que le entra pegada al bateador derecho. Estoy sobre las 86 y 87 mph. Considero que con un buen entrenamiento podría subir de dos a tres millas en la velocidad», nos dijo.
Habrá que esperar para ver si conforma la nómina final, pero Borrell podría formar parte de una necesaria renovación en el staff del elenco cienfueguero.
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