Al calendario de la temporada regular de la Serie Nacional 60 de béisbol en Cuba apenas le restan 13 juegos para terminar, después de concluir las subseries de fin de semana. En esta recta final es muy importante que la ofensiva de Industriales produzca en pos de una clasificación a cuartos de final que la afición pide a voz en cuello. Nadie duda eso.
Pero siendo objetivos, teniendo en cuenta lo observado durante la campaña, está en el pitcheo la mayor necesidad de eficiencia en los choques restantes para el conjunto habanero. Con un cuerpo monticular que controle los embates rivales se allana el camino a la postemporada. De ahí que la erudición de Javier Gálvez, José Elosegui y Lázaro Valle adquiere más valor en los compases decisivos para los serpentineros dirigidos por Guillermo Carmona.
Igualmente, para un equipo como Industriales, sediento de lanzadores dominantes, podría interpretarse, quizá, como una bocanada de oxígeno la entrada del derecho Maikel Taylor Muñoz, asumiendo que se encuentra en una forma deportiva óptima y que su velocidad se sostiene entre las 90 y 92 millas, como registraron los velocímetros el pasado año mientras trabajó en una liga en México.
En la noche del jueves anterior, luego de cumplirse el partido 60 del calendario competitivo, se hizo oficial la incorporación de Taylor a los Leones, tras anunciarse la Circular número 5 de la Comisión Nacional. Él fue una de las tres altas de Industriales, junto a Jorge Luis Barcelán y Brayan González, y sustituyó a Frank Ernesto Herrera, aquejado de una lesión.
Precisamente Maikel podría, repito, podría ocupar el puesto de Herrera en la rotación, toda vez que su retorno a la Serie Nacional, después de varios años ausente, será esta semana en la subserie venidera contra Pinar del Río, de acuerdo a lo dicho por Carmona en la conferencia de prensa del jueves 10 de diciembre, al concluir el último desafío frente a Mayabeque. De todas maneras, hasta ahora no se ha explicado la función que tendrá el espigado serpentinero.
Un dato que respalda mi hipótesis es que el jugador que lucirá el número 91 en su dorsal, de los 13 partidos que lanzó en sus tres contiendas con los Azules de 2012 a 2015, abrió en nueve, y, dicho sea de paso, archiva dos éxitos, cuatro derrotas, efectividad de 5,08 y 15 ponches y 32 boletos en 39 episodios. Una nota a su favor es que le batean .188 (25 en 133).
El diestro de Playa salió legalmente de Cuba en 2015 y ese mismo año tuvo su primera y única oportunidad en el béisbol profesional, tras ser contratado por los Tigres de Cartagena en la Liga Colombiana invernal, donde compartió equipo con otros peloteros cubanos. En 2016 viajó a México y allí tuvo vínculo directo con la pelota desde el principio, destacando su incursión en 2019 en la Liga del Norte de Coahuila, con los conjuntos Venados de Castaños y los Diablos de Nadadores, y una demostración ante scouts de los Acereros de Monclova, de la Liga Mexicana.
Procedente de Estados Unidos, estuvo a inicios de la preparación de los Leones de cara a la temporada 60, pero a causa de la Covid-19 y que tenía que completar unos trámites migratorios para su repatriación, retornó a territorio norteamericano. En septiembre lanzó con el elenco Industriales en la Liga Azteca Hispana, efectuada en Austin, Texas, y no hace tantos días que viajó a la Isla, una vez normalizados los vuelos, para cumplir uno de sus sueños: volver a lucir el uniforme azul.
0 Comentarios