Los programas más importantes en 70 años de televisión en Cuba (I)
Continuamos con esta selección de los shows televisivos más importantes de las últimas siete décadas en Cuba. Para esta segunda entrega les traemos algunos humorísticos, musicales, informativos y algunos espacios memorables de enorme popularidad entre las familias de toda la Isla.
Música y estrellas
En este programa, conducido magistralmente por la bella y carismática Eva Rodríguez, debutaron a lo largo de los años figuras importantísimas de la escena nacional. Todos hemos visto el video de Los Zafiros cantando Cuando yo la conocí en su primerísima actuación en pantalla. De esos tiempos también destaca la presencia de Silvio Rodríguez en 1966 y la de Maggie Carlés un año más tarde. Dirigido por Manolo Rifat y luego por Eugenio Pedraza Ginori, M&E contó además con guion de Orlando Quiroga, quien posteriormente crearía De la Gran Escena.
Las Aventuras
Desde 1963 hasta principios de este siglo, y siempre a las 7:30 p.m., este espacio permitió a varias generaciones de cubanos disfrutar de las grandes historias de la literatura universal, o bien de otras, creadas por los guionistas locales. Entre todas las series que ahí se transmitieron, la gente recuerda con mucho cariño algunas como El capitán Tormenta, El halcón, Los vikingos, Los pequeños fugitivos, Los papaloteros, Los mambises, Hermanos, Shiralad, entre otras. Además de esos títulos, hay que mencionar a directores como Silvano Suárez, Antonio Emilio Vázquez Gallo y Erich Kaupp, tres fundadores de esas esas añoradas producciones.
Noticiero Estelar
El NTV es, sin dudas, el segmento informativo más importante de la programación televisiva en Cuba. A pesar de los cambios sucedidos a lo largo del tiempo, y sobre todo en la actualidad, este noticiero que se transmite en el horario de máxima audiencia ha servido como principal vía informativa en muchos momentos de nuestra historia reciente, sobre todo ahora que la pandemia del coronavirus es una realidad que necesita ser divulgada constantemente.
Detrás de la fachada
Estrenado en 1957, este espacio humorístico semanal fue conducido originalmente por Cepero Brito junto a Mimí Cal, quien luego sería sustituida por Eloísa Álvarez Guedes. En su última etapa, hasta su cierre en 1987, fue Consuelito Vidal la encargada de presentar y comentar los diferentes sketches y situaciones risibles que retrataron la actualidad de los cubanos durante décadas, con un lenguaje a medio camino entre la sátira y la crítica social.
Teatro ICR
A través de este programa, desaparecido a principios del siglo XXI, el público cubano pudo conocer y disfrutar desde sus hogares algunas de las piezas fundamentales del teatro nacional e internacional, así como adaptaciones de relatos clásicos dentro de la literatura universal. Los más valiosos intérpretes de la Isla pasaron por este “escenario”, entre ellos Rosita Fornés, Raquel Revuelta, Armando Soler (Cholito) y otros tantos iconos de las tablas.
La comedia silente (con Armando Calderón)
Las comedias del cine mudo fueron un hito enorme antes de la aparición del sonido en el cine. Sin embargo, gracias a la increíble imaginación y sentido del humor de Armando Calderón, clásicos como Charles Chaplin, Buster Keaton, Stan & Laurel, Harold Lloyd y otros más, fueron “animados” y hasta cierto punto “colocados” en nuestra realidad. Además de su habitual saludo -Muy buenos días a nuestros queridos amiguitos, papaítos y abuelitos-, existe el mito de cierta frase fuera de tono que una vez soltó Calderón al aire, pero supongo que nunca sabremos si fue totalmente real esta anécdota.
Juntos a las 9
Justo después del célebre cañonazo que suena a las nueve de la noche desde la fortaleza de La Cabaña, iniciaba este programa estelar que condujeron a lo largo del tiempo Héctor Fraga, Hilda Rabilero y Consuelito Vidal. Fue un espectáculo diferente, calificado como “la noche más linda y alegre de la semana”. Este programa se transmitió durante los años 70 y alcanzó gran popularidad sobre todo en el período 1971-7975, cuando fue dirigido por Eugenio Antonio Pedraza Ginori.
El Cuento
Además de Teatro ICR, está este espacio dramatizado dedicado a la puesta en escena de historias cortas de autores notables. Además de la excelente calidad y variedad de sus propuestas, en muchas ocasiones trae piezas de grandes cultivadores del género como Guy de Maupassant o Ray Bradbury, siempre con un estilo más cercano al telefilme, aunque con matices teatrales que lo convierten en un infaltable de la programación.
De la Gran Escena
Diferentes manifestaciones artísticas se combinan en este elegante y modesto programa, lanzado en 1985 y llevado a cabo por el trío que conforman Orlando Quiroga, José Ramón Artigas y Tomás Alfonso. Siempre con una temática pictórica diferente en cada entrega, aquí se combina lo más elevado y popular del panorama musical y danzario local y mundial. Inicialmente, sus presentadores fueron Edmundo García y María Victoria Gil, aunque también han estado ahí Abel Rodríguez, Maylín Abad, y en el presente es conducido por Mauricio Lomonte y Náyade Rivero.
La Telenovela
Conocido históricamente como uno de los espacios de mayor teleaudiencia, la novela, ya sea cubana, brasileña, colombiana, mexicana o argentina, sigue reuniendo a las familias en torno al televisor cada noche, para ver qué nuevos entuertos y situaciones dramáticas matizarán el argumento de la propuesta de turno. Ni la aparición del Paquete Semanal, ni tampoco la pérdida en la calidad de las propuestas, sobre todo las nacionales, han hecho que decaiga el interés en esta franja horaria, cuyo consumo es casi un ritual en cada hogar.
Noticiero Nacional Deportivo
Es de sobra sabido el interés de muchas personas por el deporte y sus últimas noticias. Precisamente ese es el objetivo de este informativo, que se emite de lunes a viernes por Tele Rebelde, en donde un equipo de periodistas especializados trabaja para ponernos al tanto de lo que está pasando con algunos de nuestros atletas, así como para hacernos saber las noticias más recientes del panorama foráneo. Su característica música de apertura y cierre es uno de los sonidos más inconfundibles de la pantalla.
Casos y cosas de casa
Otro humorístico que aparece en nuestra lista, en este caso con una temática familiar enfocada en retratar diferentes situaciones sucedidas en una casa cubana cualquiera. Con las actuaciones de José Antonio Rivero, Coqui García, Ana Lasalle, Enrique Arrendondo y otros de los buenos cómicos del patio, más la narración de Consuelito Vidal, Casos y cosas… acaparó muchísima atención en los años 60, época en que la televisión comenzaba a popularizarse cada vez más en el país.
Colorama
Los videoclips de los cantantes y bandas más famosos del mundo convergieron en este programa, que al principio era transmitido muy tarde en las noches de martes y hacía que los jóvenes tuvieran que mantenerse “de guardia” frente al televisor para poder gozar y conocer a los intérpretes y temas de moda, allá por finales del siglo pasado y comienzos del actual. Posteriormente se pasó al sábado en la tarde, en un horario que permitió que más personas pudieran acceder a su oferta. Luego desapareció de las parrillas de programación.
Cachucha y Ramón
Manela Bustamante e Idalberto Delgado fueron los actores protagonistas de este espacio dedicado a la risa, en donde dieron vida a una graciosa pareja e hicieron las delicias de millones de cubanos durante una década a partir de 1955. Su impacto mediático fue tan alto, que se vendieron muñecas con la imagen del personaje femenino, e incluso se hacían concursos al estilo “cosplay” para ver qué niña lograba disfrazarse mejor de la señora esposa de Ramón.
En familia con Alfredo
Aunque a la luz de los años este programa ha sido criticado por algunos, puede decirse de todo menos que En familia… pasó desapercibido para el público nacional. Conducido por el cantante Alfredito Rodríguez, vio la luz en el verano de 2002 como una revista de variedades que se emitía entre las 12 del mediodía y la una de la tarde, justo antes del noticiero. Uno de sus puntos más fuertes fueron sus invitados, entre quienes se incluyeron figuras importantes de la cultura cubana que se encontraban más o menos apartadas de los focos de atención. Estas lograron “revivir” un poco gracias a la invitación de su carismático y sentimental anfitrión, quien se hizo famoso por aquella frase: “los quiero mucho, mucho, mucho”.
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