Restan solamente seis días para el arranque de la edición 63 de la Liga Mexicana del Pacífico, justa que pondrá en liza a diez equipos en pos del título que aspiran a retener los Yaquis de Ciudad Obregón. Los Algodoneros de Guasave, con solo un gallardete en sus vitrinas (obtenido en la campaña 1971-1972), buscarán conseguir el mejor rendimiento posible y, para ello, se han reforzado con tres cubanos: el torpedero Erisbel Arruebarrena, el jardinero Yadir Drake y el lanzador Yoanni Yera.
Hace unas semanas publicamos que el mentor Óscar Robles confirmaba un 80% de seguridad con respecto a las firmas de dos de los antillanos -se refería a los pactos con el infielder cienfueguero y el serpentinero oriundo de Matanzas-, bajo el amparo de la federación cubana de la disciplina. Al parecer, la negociación trascendió sin muchos contratiempos y ya el exjugador de los Dodgers se halla entrenando con el equipo, igual que el outfielder.
El timonel del conjunto también dio por seguro, pocos días atrás, que el zurdo sería el primer pitcher en la rotación, algo que quizás podría haber sorprendido al de la Atenas de Cuba, debido a la responsabilidad que implica ese rol. La fuente agregó, además, que tenían buenas opciones para formar un buen cuerpo de abridores, con nombres como Adam Quintana y Dalton Rodríguez, a los que podrían añadirse Luis Fernando Miranda, Jesús Barraza, Miguel Aguilar y Walter Silva.
Según el manager, una de las virtudes con las que contará el plantel será su buen juego defensivo y un excelente pitcheo, facetas que se ven fortalecidas con la presencia de peloteros de mayor experiencia. “Este será un año muy diferente al anterior, pues tendremos más variables para armar un cuadro competitivo que le pueda dar pelea a cualquiera”, comentó a Debate.
La temporada regular para los Algodoneros comienza con la visita a los Tomateros de Culiacán y sobre el box deberá estar el lanzador cubano, quien vivirá su primera experiencia en el circuito mexicano. Pese a ello, no será este su debut con un equipo fuera de Cuba. El de Martí participó en 2018 con los Toros de Herrera en el semiprofesional Campeonato Nacional de Béisbol Mayor de Panamá. Allí, en la fase regular, transitó durante 20 entradas y un tercio, recetó 23 ponches, cuatro boletos, permitió 24 imparables y su promedio de limpias quedó en 2.56. En las fases decisivas del torneo sus números no fueron buenos.
En 2019 viajó hacia Canadá para alistarse con las Panteras de Kitchener en la Intercounty Baseball League, certamen independiente que agrupa a jugadores universitarios y otros con pasado en torneos rentados. En tierras norteñas mejoró sus cifras: en la clasificatoria ganó cinco y perdió uno, ponchó 49 veces en 42 innings; en los playoffs salió por la puerta ancha en dos ocasiones, no vio la sombra de la derrota y retiró a sus rivales en 38 ocasiones por la vía de los tres strikes.
En su país natal, Yera ha disputado 12 Series Nacionales antes de la actual, en las que posee excelentes cifras: balance de 96-50, 1017 estrucados (8.07 por cada nueve entradas), promedio de limpias de 3.41 y un WHIP de 1.26. En la contienda 60 ha ganado tres y perdido dos partidos; además, ha propinado 19 ponches y 9 boletos en 34.1 innings. Sus contrarios le batean para .202.
Con su llegada, los Algodoneros se aseguran un pitcher de muy buen control, que debe avanzar durante buena cantidad de innings si esa, su principal arma, le responde. Habrá que ver cómo incide en él el factor psicológico, elemento que ha impedido que verdaderamente muestre todo el potencial que posee.
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