Fotos y videos íntimos a cambio de saldo, una nueva modalidad de negocios en Cuba

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Captura de pantalla de un comentario en un grupo de Facebook.

Vivir en confinamiento es un asunto complicado. El aislamiento físico y social es algo a lo que los seres humanos de hoy no nos adaptamos con facilidad, habituados como estamos a vivir en una sociedad bulliciosa y efervescente, que se mueve a más cuadros por segundo que una escena de Rápido y Furioso.

En tiempos como este, en que la maldita pandemia del nuevo coronavirus nos obliga a quedarnos en casa con tal de cuidarnos y proteger a los demás que nos rodean, el asunto de las relaciones, los afectos y, sobre todo, el sexo, seguramente pasan demasiadas veces pasa por la mente de todos. Al fin y al cabo, esa necesidad primitiva rige más nuestras vidas de lo que estamos dispuestos a admitir, y negarla es un acto de ceguera superlativo.

Aquellos que no tienen la suerte de vivir con sus parejas o de tener cerca a alguna persona con quien saciar —mutuamente— sus instintos sexuales, suelen optar por alternativas más asociadas a la tecnología. Aplicaciones como Cubacitas, Badoo o Waplog y grupos de WhatsApp, Facebook o Telegram enfocados en conseguirles matches, pueden funcionar como alternativa para encontrar con quién “socializar”.

Ahora, suponiendo que encuentre a alguien con ganas de una cita o de un simple “aquí te pillo, aquí te mato”, está el tema de la distancia, pero ahí siempre uno puede ponerse creativo y usar el sexting, el teléfono fijo y hasta las videollamadas, aunque en el proceso se quede sin megas durante un solo fin de semana.

Sin embargo, para aquellos que no tienen suerte de “conectar” con alguien a través de las redes sociales y cualquier otra plataforma, siempre hay una segunda opción. Resulta que existe, aquí en Cuba, la posibilidad de pagar por ese servicio, por raro que eso pueda sonar.

Durante la investigación realizada para este texto, este redactor encontró que en varios de las apps de citas disponibles de forma gratuita desde la Isla, hay no pocos perfiles creados única y exclusivamente con el objetivo de ganar dinero.

Es posible que, tras lograr un match con alguien, el primer mensaje que te llegue (así, sin más preámbulo) sea este: “Hola, guapo. Me gustas mucho, pero me estoy quedando sin megas para chatear contigo ¿Podrías pasarme algo de saldo y a cambio te envío fotos sexys?”.

A partir de ese momento, usted elige qué quiere hacer. Si tiene fondos suficientes puede optar por seguirle la corriente y ver a dónde lo lleva. Pueden pasar tres cosas: que obtenga un resultado “divertido” y hasta su “final feliz”, que le estafen el dinero o que lo troleen mandándole imágenes de vaya-usted-a-saber-qué-o-quién. Ahí se lo dejo.

Además de este tipo de “ofertas”, hay chicas (hasta ahora, no hemos hallado hombres) que se anuncian abiertamente en cualquier sitio (con una publicación propia que con un comentario en un post ajeno) como “Experiencias de la que no se arrepentirán” y ponen su contacto telefónico para que aquellos interesados en “conocerlas” les escriban y obtengan contenido “caliente” para su disfrute personal.

Este tipo de ofertas son más sofisticadas y completas. Aunque el listado oficial no existe, ellas mismas aclaran que “según el servicio, según el precio”. De esa forma, si usted no tiene mucho dinero, tal vez pueda acceder a algunas fotos o audios cachondos, pero si cuenta con una de esas recargas enviadas del “más allá”, puede ser que su nueva “proveedora” le envíe videos y hasta sea posible que le dedique el tiempo suficiente para una videollamada.

Una de las propuestas que encontramos fue la siguiente:

.1 cuc 2 fotos
.2 cuc 7 fotos
.4 cuc 1 video tocándome y 10 fotos
.5 cuc 15 fotos y 3 videos
.7 cuc te envío 20 fotos y 5 videos
.10 cuc y te envío 35 fotos y 10 videos
.15 cuc te envío 60 fotos y 15 videos
.Si su oferta supera los 5 dólares se convierte en cliente vip, tendrá mejores ofertas y se le envía un video extra.

Por supuesto que este tipo de prácticas no son nada del otro jueves. Hay infinidad de sitios en internet en donde se intercambian micropagos o tokens para poder ver contenido premium, que pueden incluir fotos, videos o gifs, hasta chats privados y personalizados, siempre y cuando su cuenta bancaria sea capaz de permitírselo.

De cualquier manera, siempre existe cierto riesgo en este tipo de empresas, tanto para clientes como usuarios, más aún cuando los medios y métodos que se usan para establecer el contacto no protegen del todo la privacidad de las partes. Por si lo anterior no fue lo suficientemente claro, les diremos que es posible que usen sus imágenes para acosarlos, hacerles sextorsión o simplemente para distribuir sus datos personales (las imágenes lo son, obviamente) en donde mejor les parezca. En última instancia, es su decisión.

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