En el baño, enjabonado completo, se me ocurrió este haiku. Hoy leí dos poemas así que tengo la musa insurrecta: ella es como un paquete de sopa instantánea, se hincha con agua y después nada más queda revolverla y echarle sal. Memoricé la letra. Salí mojado a anotarla en el móvil:
Mis mejores ideas,
las geniales,
me ocurren en la ducha.
Viéndolo bien es un haiku invertido: tiene siete sílabas donde van cinco y cinco donde van siete. Al verso del medio, que tiene cuatro, le había puesto un “se” después de la coma pero estaba fula y se lo quité. Qué más da que esté cojo. La Wikipedia acepta haikus libres y de metro roto.
Eso. Adjunto cuatro estupideces que pensé en el baño:
Los vecinos de enfrente llevan todo el día hablando de palomas. Nelsito, que vive en el quinto piso, con Yosvani, que vive en el segundo. Parados en los balcones dándose gritos: que si tu buchona, que mi palomo, que cuánto te apuestas. No he visto las jaulas ni las palomas ni los he visto nunca en la azotea. Lo que he visto es que en casa de Nelsito siempre hay ropa tendida.
Camino rápido y respiro poco. Cuando salgo. No salgo casi nunca.
Ya se me olvida lavarme los dientes y nunca las manos.
Hoy la panadera me dijo papi. El que es lindo es lindo, aunque ande con el nasobuco puesto.
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