Pese a que el béisbol nacional lleva años alejado de los buenos resultados en la arena foránea y, por otro lado, en el escenario doméstico la calidad de los torneos cada vez se parece menos a la de varias décadas atrás, siguen surgiendo jóvenes promesas con grandes posibilidades de imponerse en certámenes profesionales de gran nivel.
Desde hace años Japón es uno de los destinos que, bajo el amparo de la federación cubana de la disciplina, mayor cantidad de peloteros cubanos ha acogido y todo parece indicar que esa situación se mantendrá en los tiempos venideros. Muestra de ello es que siguen llegando a la mayor de las Antillas cazadores de talentos de organizaciones de la principal liga nipona, con el fin de encontrar a las futuras estrellas extranjeras de ese campeonato.
El pasado sábado 21 de enero, el scout Kenta Hagiwara, quien trabaja para Softbank Hawks, estuvo en el estadio Augusto César Sandino de Villa Clara y realizó pruebas a tres bisoños lanzadores de esa central provincia, según reportó Dairon Pérez, de la emisora CMHW.
Los serpentineros elegidos para esa presentación fueron Jan Edwin Cabrera, Darío Sarduy y Omar David Pérez, de acuerdo con la publicación en Facebook del narrador y comentarista deportivo.
Los tres integraron la escuadra de los Leopardos en el último campeonato nacional juvenil, que no llegó a completar su calendario por falta de recursos. Cabrera, quien cumplirá 18 años en febrero, fue el líder en victorias del staff (salió por la puerta ancha en siete ocasiones y perdió en dos) y se quedó a un triunfo de los punteros en ganados en el torneo, el avileño Geisel Téllez y el espirituano Miguel Neira.
Jan, además, fue el más trabajador de su equipo (61 entradas) y solo le batearon para .106, propinó 67 estrucados (quinto entre los más ponchadores del evento) y repartió solo 14 boletos. Su promedio de limpias quedó en 0.44, el tercer mejor guarismo de toda la justa, y encabezó a los pitchers en el WHIP (0.57).
Por su parte, Sarduy, nacido el 12 de noviembre de 2005, finalizó la etapa clasificatoria invicto, gracias a balance de 6-0. Sus rivales le conectaron para .153, cerró con PCL de 2.32 y lo mejor de su rendimiento fue la cifra de ponches que consiguió: 95 en 50,1 innings (tercero en todo el certamen). Como elemento negativo estuvieron las 32 bases por bolas que concedió (fue quinto en ese acápite en el campeonato).
Mientras, Pérez (cumplió 18 años hace unos días) vio acción en 17.2 capítulos durante la primera ronda y terminó con tres sonrisas y dos descalabros; sus rivales le produjeron para .143 de average y su promedio de limpias quedó en 3.57. Además de ello, ponchó 22 veces y regaló siete pasaportes.
Darío y Jan también formaron parte de los Leopardos que se coronaron en el torneo nacional sub-23 efectuado el pasado año. Ambos igualmente integraron el equipo Cuba que participó en el Panamericano juvenil, celebrado en México en noviembre, donde no se pudo cumplir el objetivo de clasificar al Mundial.
Quizás más temprano que tarde tengamos noticias sobre la contratación de alguno de estos jóvenes o de todos. Ello dependerá, en gran medida, de cuánto hayan podido impresionar a Hagiwara, uno de los ojeadores de la franquicia de Fukuoka que trabaja en el continente americano.
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