William Levy no para de generar noticias tras el éxito de Café con aroma de mujer en Netflix. El cubano, en la cumbre del entretenimiento dentro del mercado hispanohablante, es motivo de notas periodísticas por su presente y futuro cercano, pero también por su pasado, sobre el cual han salido a la luz algunas cuestiones poco conocidas por quienes no lo seguían antes de los últimos meses.
En días recientes, varios medios se han referido a un antes y un después en el físico del capitalino. Resulta que él mismo declaró en 2012 que sufría alopecia androgénica (calvicie), padecimiento que lo llevó a raparse para la gala de los Premios Juventud ese mismo año, pero que luego conseguiría remediar con una cirugía, cada vez más popular.
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Se dice que el antillano se sometió a un injerto de cinco mil pelos, uno a uno. De acuerdo con La Vanguardia, ese método implica pasar los cabellos de una zona poblada a otra que se desea cubrir.
Ese propio medio indica que para la operación se necesita anestesia local y limpiar la parte del cuero cabelludo donde se procederá a trabajar. “El especialista retira una tira de cabello con el bisturí y la coloca aparte, cerrando esa zona donante con una pequeña sutura. Posteriormente, procede a separar los pelos de esa zona donante, uno por uno, para trasplantarlos a las zonas receptoras poniendo mucho cuidado en las incisiones”, explica el periódico con sede en Cataluña.
Levy nunca ha confirmado que le hayan practicado ese procedimiento, pero ello se hace evidente al comparar sus imágenes de antes con otras más actuales.
Por otro lado, en Socialité, programa español emitido en la cadena Telecinco, argumentan que William también podría haberse sometido a un aumento de pómulos “y, muy posiblemente, se habría rellenado la ojera”.
Si bien es cierto que desde hace años existen técnicas médicas para superar la calvicie, no todos los intérpretes están dispuestos a pasar por esas operaciones. Un trabajo en la web de Univisión recoge varios ejemplos de actores que han abandonado sus carreras debido a la alopecia. Entre ellos citan el caso de Imanol Landeta, quien, según su padre, dejó su trabajo debido a que “tenía ambiciones que sentía que por sus características no iba a lograr o iba a ser más difícil”.
En ese texto también aparecen declaraciones de Héctor Suárez Gomíz, a quien el hecho de estar calvo le quitó muchísimos personajes. “Varios productores me dijeron que mi carrera se había acabado, entre ellos Juan Osorio, por eso siempre que puedo me encanta burlarme de él, me dijo que me empezara a dedicar a otra cosa porque yo nunca iba a volver a trabajar”.
Después del injerto de cabello, Levy ha participado en las telenovelas La tempestad, Star y Café con aroma de mujer. Pronto lo veremos en Montecristo, donde será protagonista y también ejercerá como productor ejecutivo.
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