Los seriéfilos tienen estados de ánimo que fluctúan constantemente, de ahí que haya momentos en que les apetezca ver algo denso como Neon Genesis Evangelion, Westworld o Breaking Bad; y otros en que disfrutan más de Bridgerton, Ted Lasso o Sex Education.
Para un fin de semana de esos en que hay algo de tiempo y pocas ganas de consumir “memoria RAM” cerebral en una serie demasiado elaborada, viene perfecto un audiovisual como Twisted Metal, inspirado en la famosa franquicia de videojuegos lanzada en 1995 por Sony Interactive Entertainment para la consola PlayStation, y que estrenó hace poco más de un mes la plataforma de streaming Peacock.
La premisa del show sigue con cierta fidelidad la de la saga que la precede: en una versión postapocalíptica de los Estados Unidos, el mensajero conocido como John Doe (Anthony Mackie) se dedica a transportar todo tipo de mercancías a bordo de su automóvil. Para defenderse de las amenazas que esperan en cada recodo del camino, el chofer tiene instaladas diferentes piezas de artillería en su vehículo, las cuales lo convierten en una suerte de tanque de guerra en miniatura.
Luego de muchos años de asumir riesgos en las peligrosas carreteras, el “lechero”, que es como le llaman a quienes se dedican a esa línea de trabajo, recibe una propuesta que le permitiría establecerse en una de las pocas ciudades existentes y tener algo de paz en su futuro. Pero no será sencillo.
Por otra parte, los hermanos ladrones Quiet (Stephanie Beatriz) y Loud (Richard Cabral) se ganan la vida como pueden, hasta que son atrapados por el agente Stone (Thomas Haden Church) y todo termina con el chico suicidándose para salvarla a ella.
Quiet y John se cruzarán en el camino y juntos comenzarán un recorrido que los llevará a sitios de todo tipo, en busca de cumplir con sus respectivas misiones personales.
Como ocurre en el juego, esta versión de Twisted Metal tiene explosiones, sangre, balaceras, misiles, choques espectaculares y todo tipo de violencia que adorna un relato en apariencia simple y directo.
Con el gore como uno de sus elementos visuales definitivos, el trío de guionistas que conforman Rhett Reese, Paul Wernick y Michael Jonathan Smith, construyó un argumento de formato episódico, cuyos primeros diez capítulos tienen altas dosis de acción. Sin embargo, los escritores no dejaron de la mano el desarrollo de personajes y, aunque tampoco podemos decir que sean estos los más profundos que se hayan visto, tienen la solidez suficiente para trascender la caricatura.
Llama mucho la atención —para bien, claro— que, entre tantas peleas, persecuciones y escenas típicas de este género, el humor se haya colado entre las rendijas de la historia para darle posiblemente el ingrediente que mejor ayuda a que todo engrane de forma correcta. El chiste brota en casi todas las situaciones, con más o menos “oscuridad”, pero siempre con una “puntería” fenomenal que nos regala momentos hilarantes para contrarrestar el drama.
Mackie y Beatriz, conocidos sobre todo por sus roles de Sam Wilson/Falcon/Capitán América en el Universo Marvel y el de Rosa Díaz en Brooklyn Nine-Nine, respectivamente, muestran una exhibición de lujo en sus roles. Ambos son capaces de traducir con éxito la idea de los creadores y romper estereotipos que suelen molestar bastante. Quiet y John ejecutan acciones increíbles y también demuestran que tienen sentimientos, lo cual se agradece en un contexto en donde matar o morir es cosa de todos los días.
Si bien está la dupla de protagonistas, hay que destacar el trabajo de Will Arnett como la voz del payaso psicópata, Sweet Tooth, y la de Haden Church, como el aún más terrorífico oficial Stone. Cada uno con sus traumas y particular humor da un vuelo mayor a esta historia que, visto lo visto, trasciende absolutamente lo que habíamos experimentado en los videojuegos.
También es notable el trabajo de otras estrellas invitadas como Mike Mitchell (Stu), Neve Campbell (Raven) y Jason Mantzoukas (Preacher), quienes redondean aún más el elenco.
De momento, no ha sido confirmada una segunda parte para Twisted Metal, aunque no queda descartado el regreso de este universo que seguramente cuenta con material para seguir creciendo y contando aventuras con mucha acción, sangre y humor, para pasar un rato sin comernos demasiado los sesos.
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