Cualquiera pudiera pensar que el fútbol es un tema bastante pobre para sacarle provecho en una comedia. Alguien que piense lo de antes debe ser porque no ha visto Ted Lasso, serie estrenada el pasado agosto en la plataforma Apple TV+ y ya convertida en uno de esos shows inolvidables de toda la vida.
El concepto de este personaje surgió en 2013, cuando el actor Jason Sudeikis (Horrible Bosses) lo interpretó en varios cortos comerciales para promocionar la Premier League en el canal estadounidense NBC Sports. Siete años más tarde, el coach Lasso regresó a la televisión con diez episodios de media hora que valen casi lo mismo que un disparo por toda la escuadra.
La historia es simple, al menos en apariencia: Ted Lasso es un entrenador de fútbol americano que ha tenido éxito con un equipo universitario de segunda categoría. Gracias a esa victoria, termina siendo contratado para irse hasta Londres a dirigir el AFC Richmond, club ficticio de la primera división de Inglaterra (revisen su cuenta en Twitter).
A primera vista, todo parece pintado como una receta para el desastre. El nuevo mánager del conjunto londinense tiene poca o ninguna idea sobre el también llamado soccer y la cultura británica. Desde su primera taza de té hasta su debut en conferencias de prensa, todo indica que su estadía del otro lado del charco será, cuando menos, difícil.
Sin embargo, con el paso de los capítulos vamos entendiendo que, más allá de la ignorancia del protagonista, las referencias culturales, las palabrotas y la lluvia de chistes idiomáticos que a veces nos dejan un poco ajenos a nosotros los latinos, la historia de Ted Lasso y compañía es capaz de entretener sin quedarse en la superficie.
Aunque las risas no serán tantas como podría esperarse, resulta que el programa también tiene de su lado un humanismo inocente que logra elevarlo más allá de una comedia absurda y simplona. El optimismo casi enfermizo del míster se traduce en un tono alegre que no llega a lo repugnante, y que en cambio sí nos contagia con su buen rollo mientras nos hace ver que cada uno puede sacar lo mejor de sí, sobre todo en las peores circunstancias.
El trabajo de los cuatro cerebros detrás de la propuesta: Bill Lawrence (Scrubs, Cougar Town), Joe Kelly (Detroiters, How I Met Your Mother), Brendan Hunt (Absolutely Filthy, Key & Peele Super Bowl Special) y también el propio Sudeikis, se nota en una narración fluida, con una frescura poco usual y un sentido del humor que nos recuerda a obras antológicas como The Office, Friends y también tiene muchísimos puntos de contacto con la dramática Friday Night Lights.
En paralelo con un guion y unos diálogos que cualquier escritor enfocado en la narrativa audiovisual debería tener como patrón de calidad, lo que hace que la serie se sienta como un gol de la victoria en tiempo agregado es el descomunal trabajo de casting.
Como todo buen líder, Jason Sudeikis da vida a un tipo que es imposible no querer. Ocurrente, disparatado, vulnerable y mucho más listo de lo que uno pudiera imaginar, este Ted Lasso ha logrado en solo una temporada colocarse allá arriba, junto a otros personajes entrañables del humor televisivo, como son el Chandler de Friends, el Sheldon de The Big Bang Theory), el Kramer de Seinfeld o el Barney How I Met….
Por supuesto que nuestro héroe no está solo, y curiosamente es un par de mujeres quienes lo flanquean como el gran soporte del show. Hannah Waddingham (Krypton) y Juno Temple (Vinyl) se roban las cámaras en los roles de Rebecca Welton, la dueña del club, y Keeley Jones, modelo y novia de Jamie Tartt (Phil Dunster), el mayor crack del equipo. En medio de tantos hombres, estas chicas destacan, y definitivamente nos hubiera gustado verlas más minutos en pantalla.
De cualquier manera, aquí todos tienen su momento de gloria, lo cual demuestran caracteres como el de Roy Kent (Brett Goldstein), el ácido capitán del plantel; Nathan (Nick Mohammed), el tímido conserje; Higgins (Jeremy Swift), el solícito asistente de la señora Welton, y el mismísimo Brendan Hunt como el coach Beard, mano derecha de Lasso.
Luego de disfrutar de esta temporada inicial, hay que reconocer la ‘puntería’ de Apple TV+ con las comedias este año, pues ya antes dieron en el clavo con Mythic Quest: Raven’s Banquet. Si a estas dos propuestas de antes le sumamos Space Force, original de Netflix, podemos completar el podio de las mejores comedias del 2020.
Confirmada ya para una segunda y ¡hasta una tercera! temporada, las aventuras por las canchas británicas de este carismático y adorable entrenador deben regresar para 2021, cuando todos volveremos a ser hinchas del AFC Richmond. Hasta entonces, tenemos la esperanza de que Lasso haya logrado entender la regla del ‘fuera de juego’.
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