En los pronósticos de muy pocos estaba que Ciego de Ávila terminara con el trofeo de la última versión de la Liga Élite cubana de béisbol. Precisamente eso fue lo sucedido, luego de que el manager Danny Miranda acoplara un equipo integrado por jugadores naturales de la provincia y de otros territorios del país.
Los Tigres, durante las diferentes fases del torneo, contaron en sus filas con más de 15 atletas de Sancti Spíritus, Guantánamo, Pinar del Río, Camagüey, Holguín y La Habana.
Uno de los refuerzos que más aportó desde el montículo fue el guantanamero Leonardo Moreira Herrera, quien trabajó en 16 partidos, siempre en labor de relevista. Ganó un choque, perdió dos, salvó siete veces —tres en los playoffs—, y además sumó 10 ponches, 12 boletos y aceptó apenas un jonrón. En la etapa preliminar su efectividad quedó en 3.86 y en la postemporada no permitió carreras.
Pocos días después de obtener el cetro con el elenco avileño, Moreira, oriundo del municipio Niceto Pérez, salió legalmente de Cuba hacia República Dominicana, donde intenta, por primera vez, llegar a un acuerdo con alguna organización de Grandes Ligas. Esta información la publicó la página en Facebook Indios al Bate.
El serpentinero derecho dejó la isla con cuatro Series Nacionales en defensa de los Indios del Guaso. Sus números con ese plantel, y con Ciego en la Liga Élite, le permitieron rendimiento global, en 77 encuentros, de cinco éxitos, siete reveses, 14 rescates, promedio de carreras limpias de 3.94, 64 ponches, 81 bases por bolas y le batearon .277.
Uno de los relevos más recordados de Leonardo como cerrador de los Tigres avileños fue en un choque contra Industriales, en el que evitó el empate en el estadio Latinoamericano en el noveno inning, tras dominar a Denis Laza, Yasmani Tomás y Erisbel Arruebarruena, bateadores que se encontraron dos corredores en circulación.
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