Cuando en la tarde del pasado jueves se hizo pública la nómina de Industriales a la Serie Nacional 59, el anuncio trajo consigo que, principalmente la afición seguidora de los Leones, colocara sobre el tapete algunas inquietudes. Muchos se preguntaron la razón por la que el zurdo Pavel Pino estaba en la reserva, cuando todo parecía indicar que el lanzador de Arroyo Naranjo, tras su retorno de República Dominicana, aparecería en el equipo principal y con buenas opciones de optar por un puesto en la rotación de Rey Vicente Anglada.
Por otra parte, en el siempre presente capítulo de los ausentes, las principales páginas las ocuparon el pitcher Frank Montieth, el camarero Juan Carlos Torriente, el prometedor lanzador Raimond Figueredo y Raudelín Legrá, quien, a pesar de no ser un jugador natural de la capital, ha recibido numerosas muestras de apoyo de parciales industrialistas, solicitando su incorporación por tratarse de un atleta versátil, muy disciplinado y que ya tiene dos años vinculado al béisbol habanero, aunque no ha debutado aún con los Leones.
Ese respaldo fue recíproco con la reciente actuación del holguinero en la Copa Antillana de Acero, ganada de manera invicta por su elenco Industriales, verdugo en la final del conjunto de la Isla de la Juventud con pizarra de 10-6. Según los números del estadístico Yirsandy Rodríguez, durante los cinco juegos de la fase clasificatoria, Legrá bateó para .727 (ocho imparables en once veces al bate), cuatro anotadas, par de dobles, un jonrón, slugging de .1182 y siete empujadas, con solo un ponche, desempeñándose como receptor y jardinero izquierdo.
Dentro de la nave azul terminó como líder en promedio ofensivo, slugging y segundo en imparables y remolcadas, empatado con Wilfredo Aroche y Lisbán Correa. En el último compromiso de la etapa regular ocupó la receptoría y bateó de 4-4, incluido un bambinazo.
A pesar de ese rendimiento en la Antillana, además de haber sido parte de la pretemporada y haber jugado en las dos últimas contiendas de la Serie Provincial capitalina —campeón en 2018 y subtitular en 2019—, Raudelín quedó fuera de la plantilla industrialista y no precisamente por decisiones del cuerpo técnico. El día que se divulgó el equipo se explicó que su ausencia obedecía a no tener todavía la liberación de Holguín para poder representar a otra provincia, circunstancia vivida por algunos peloteros de la Serie Nacional.
De ahí, entonces, que la situación del pelotero natural de Moa está en manos de las autoridades pertinentes y de resolverse antes del día fijado para dar la última actualización de los equipos, podría ser convocado. De todas maneras, también existe la posibilidad de que pueda integrarse una vez comenzada la campaña, algo que Anglada no desestima, consciente de lo que representa un pelotero tan útil como él, que en sus ocho temporadas, además de cátcher, ha defendido los tres jardines, la antesala, la inicial y se ha subido al box.
La última campaña que jugó en Cuba fue la 57 y sus números históricos muestran average de .270, con 183 indiscutibles, 30 dobles, 20 jonrones y 104 impulsadas. Mientras que como lanzador, labor con la que debutó en el principal torneo doméstico y trabajó en cuatro Series, estuvo en 42 choques, ganó uno y perdió dos.
Madero en ristre, el mejor campeonato de Legrá fue el último —2017/18—, cuando promedió .321, con 54 hits, ocho tubeyes, par de bambinazos y 30 impulsadas. En todas sus contiendas ha disparado al menos dos jonrones y en dos ocasiones botó seis pelotas.
Si se analizan sus estadísticas, comprobaremos que estuvo dos temporadas fuera de la Serie Nacional. Raudelín, en 2014, conformó un pequeño grupo de peloteros cubanos que participaron en la Primera División del béisbol francés, en su caso con los Templarios de Senart. En ese circuito también jugó el año pasado, igualmente con los Templarios, y de por vida batea para .355 (106 imparables en 299 veces al bate), con 26 dobles, par de vuelacercas, 67 remolques y apenas 17 ponches (uno cada 18 veces al bate, casi).
Como lanzador ha estado en 18 partidos y ha logrado balance de cinco triunfos, tres tropiezos y cinco rescates, junto a excelente efectividad de 2.02, con 56 ponches, 22 boletos, un solo cuadrangular permitido y sus oponentes le batearon apenas para .203. En 2015 se probó en una liga rusa, junto al pitcher zurdo Yosvani Fonseca.
Este año, el holguinero de 34 abriles fue anunciado como uno de los refuerzos extranjeros de las Víboras de Valenciennes, perteneciente a la división élite gala, pero por problemas con su visado no pudo viajar a Francia.
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