En 2019 fue noticia el juicio en donde un músico cubano acusó de plagio a sus colegas Shakira y Carlos Vives, acreditados como autores del hit La bicicleta, lanzado en 2016. Liván Rafael Castellanos Valdés, más conocido como Livam, apuntó que ese sencillo copiaba de forma parcial la melodía y la letra de su composición Yo te quiero tanto, de 1997.
Liván se crio en el barrio habanero de Santos Suárez y comenzó su carrera artística en 1994 como cantante de Oro Negro, grupo que formó junto a Yosvany Terry y Dafnis Prieto.
Un año después de empezar con su primer proyecto se fue a España, gracias a un contrato de trabajo de una década que firmó con Manzana Producciones Discográficas. A la vera de esta compañía, grabó sus dos primeros álbumes: Livam (1997) y Llueve (1999), editados por la disquera asociada Eurotropical.
Diez años después de establecerse en la nación ibérica, Livam fundó su propia empresa LRC Music Publishing, la cual se ha especializado en la musicalización de anuncios y la gestión de derechos de autor. Hasta la fecha, ha ido sumando talentos y composiciones a su catálogo, que ya supera las 3000 sencillos registrados.
Entre los artistas y orquestas con los que ha trabajado se cuentan sus compatriotas Lynn Milanés, el grupo Moncada, Manolín “El médico de la salsa”, Manolito Simonet y su Trabuco, Elio Revé y su Charangón, David Calzado (Charanga Habanera), Donato Poveda, Gema Corredera, Pavel Urkiza, Giraldo Piloto (Klimax), Kelvis Ochoa y Jorge Cordero además del argentino Fito Páez, los españoles Sergio Dalma e India Martínez, el uruguayo Jorge Drexler y el puertorriqueño Jerry Rivera.
En solitario, este padre de tres ha lanzado también Agua de sal (2014), su tercer disco, compuesto, entre otros, por el tema que le da título y otros como Por una lágrima y Como un bolero.
Mucho ruido y pocos resultados
Castellanos inició el proceso contra Vives y Shakira en 2017, después de que su discográfica, MDRB Music Publishing, no se pusiera de acuerdo con Sony Music durante una reunión a puertas cerradas que mantuvieron en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), en Madrid.
Además de los dos artistas sudamericanos, la demanda interpuesta en nombre de Livam por la editora y representante de Livam, Maryla Dianik Romeu, incluye a Sony Music Latin, Sony Music Entertainment, Sony ATV Publishing Holdings Spain, EMI Music Publishing Spain y Andrés Eduardo Castro.
Ya en el juicio, que inició en marzo de 2019, la tesis de Livam fue que la frase “yo te quiero, yo te quiero tanto”, de su propia canción, había sido modificada como “que te sueño y que te quiero tanto”, e incluida en el pegajoso número que ganó el Grammy Latino a Canción del Año (2016) y hasta la fecha tiene más de 840 y 1700 millones de reproducciones en Spotify y YouTube, respectivamente.
“Dice un catedrático que hay plagio, no lo digo yo. Yo digo simplemente que, ¿qué cosa es esta similitud?”, declaró Castellanos al programa Un nuevo día, del canal Telemundo.
“No se puede utilizar una frase así, de esa forma, como la mía. Imagina que un día se te ocurre un ritmo… y coincide con uno que ya está hecho. Perfecto. Coincide. Pero no se te ocurre justo con ‘yo te quiero tanto’. Me pregunto ¿será coincidencia?, ¿un milagro de Dios? ¡No, es una locura!», confesó Livam a La Otra Crónica (LOC). Por otro lado, también confirmó que su demanda no se trata de un capricho personal. Pero sí de hacer valer un acuerdo, oficializado hace seis años”, dijo a LOC en 2017.
Al parecer, toda la discordia vino del contrato que firmó Castellanos, a nombre de LRC Publishing, con Sony Music y EMI, tras lo cual todas sus creaciones musicales pasaron al catálogo de este conglomerado internacional.
Livam relató años después que él había enviado su canción a Vives con la idea de que él la hiciera a su forma, pero en cambio este solo tomó un trozo del texto y lo usó de forma ilegal para dar forma al exitoso featuring con su colega Shakira.
«No sé qué pensaría el autor de la otra canción para componerla y decir que La bicicleta es un plagio, pero las dos composiciones no tienen nada que ver. La mía es un vallenato y la suya es una salsa», explicó Shakira ante los jueces.
«El estilo no tiene nada que ver. Yo no sé si el demandante quería hacer un vallenato, pero no le sale. Es como si un niño quiere coger el balón con las manos y no sabe cogerlo. La otra canción es una salsa y lo saben aquí y en la China. Lo nuestro es un vallenato», agregó Shakira en juicio.
Más allá de exigir sendas multas para los supuestos plagiadores, la posición de Livam ha sido conciliadora. De acuerdo a sus propias palabras, la intención de su demanda es recibir el crédito que merece como cocreador de un tema tan popular en todo el mundo.
“El dinero no es lo que yo estoy hablando. Estoy hablando de mi canción. Si realmente me reconoce así la ley, creo que tiene que estar Livam metido allá adentro, con el Grammy, La bicicleta… y a dar pedales”, confesó en una oportunidad.
Dos años después de iniciado el proceso judicial, el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid dictaminó que la demanda del cubano no tenía lugar, pero, de acuerdo a un email recibido por Cubalite, “la justicia entiende que se tiene que mantener el caso abierto contra Shakira, Carlos Vives, Andrés Castro, Sony ATV Publishing y Sony Music entre otros, ya que no dijeron al juez quién de ellos creó la frase en conflicto”.
Tras aquel conflicto, Castellanos continuó con su carrera musical, que volvió a estar alejada de los reflectores. Entre sus más recientes sencillos, algunos de temática religiosa, se cuentan Lo único que tengo, Detener el tiempo, Te pude encontrar, Que hable el amor, Quédate, Quién como tú, Te pude encontrar y Sin ti no somos nada.
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