En la historia de la televisión cubana, pocas figuras han logrado marcar de manera tan profunda la infancia de varias generaciones como Carmen Pujols, una de las actrices que protagonizó el legendario programa Tía Tata, cuenta cuentos. Nacida el 26 de agosto de 1931, Pujols se convirtió en una figura icónica del entretenimiento infantil cubano, creando un legado que perdura en la memoria colectiva de miles de familias.
Tía Tata, cuenta cuentos fue, según muchos especialistas y televidentes, el programa infantil de títeres más popular de todos los tiempos en Cuba. Estrenado a inicios de los sesenta, este espacio permaneció por alrededor de dos décadas en la pantalla nacional, convirtiéndose en un fenómeno cultural que trascendió las barreras generacionales.
Julio Cordero, director del espacio, mencionó en una entrevista, publicada en 2010 por la web EnVivo, la magnitud del impacto que tuvo esta producción que sentó frente a sus televisores a casi toda la población cubana: «la gente creía que era todo real. ¡Aunque se les vieran los hilos, los creían real, los dejaban entrar en sus casas! Creo que había más ingenuidad también en la sociedad. Todo el mundo se sentía niño, la televisión era más mágica».
Dentro del programa se hacía sentir con mucha fuerza la participación musical de Los Yoyo, personajes que, animados desde la técnica de marionetas con hilos, lograban una conexión especial con el público infantil. Estos personajes interpretaban pegajosos temas musicales llenos de cubanía y sabor, convirtiéndose en elementos fundamentales del éxito del show.
La combinación de música, títeres y narrativa creó una fórmula ganadora que alimentó la imaginación de generaciones enteras. Cordero lo expresaba de manera poética: «Llenó toda una necesidad en un tiempo, alimentó de sueños a la familia cubana cuando lo necesitó mucho».
El éxito de Tía Tata.. no fue casualidad, sino el resultado de una logística especializada que Cuba desarrolló específicamente para este tipo de producciones. Como explicaba el realizador: «para trabajar con muñecos, la televisión cubana logró una infraestructura para realizar los títeres, la escenografía. Llegó a tener un guiñol propio que luego se extinguió, como también el Departamento de Atrezzo infantil».
Ello permitió crear obras de alta calidad que competían con los mejores estándares internacionales. Sin embargo, la desaparición del programa fue, en palabras del propio director, «en verdad trágica». Este explicó que «poco a poco los actores, escritores, escenógrafos, especializados en el trabajo con los títeres en televisión, fueron emigrando a otros medios».
La influencia de Tía Tata se extendió más allá de la televisión. Según destaca un artículo publicado por Cubanow, la Tía Tata contaba también con una emisión radial de lunes a viernes por Radio Liberación, una emisora muy popular en Cuba en las primeras décadas luego de 1959.
Desde la radio, este programa proyectaba una dimensión diferente y el cuento de la Tía Tata se producía en el contexto de una familia, donde niños como su sobrino Chispita, eran impactados por la moraleja de las historias. Esta versión radial creaba una experiencia más íntima: «Resultaba un suceso familiar e íntimo, y sin dudas una manera eficaz de divulgar cultura y conocimiento para los más pequeños».
El éxito del programa no puede entenderse sin reconocer las actuaciones magistrales de Carmen Pujols (Tía Tata) y Nilda Collado (Chispita). Como señala el artículo de Cubanow: «Estaría incompleto este texto sin una línea que distinga las actuaciones para el programa de Carmen Pujols (Tía Tata) y Nilda Collado (Chispita)».
Estas dos actrices crearon una química especial que se transmitía con facilidad, estableciendo una relación que resonaba con la estructura familiar cubana y creaba identificación inmediata con la audiencia.
Una carrera televisiva diversa
La versatilidad actoral de Carmen Pujols se extendió mucho más allá del gustado programa infantil. En televisión igualmente Carmen intervino en los dramatizados El corsario negro, La joven de la flecha de oro, Ana Karenina, Madame Bovary, Las ilusiones perdidas, El naranjo del patio, entre otros.
Esta participación en producciones dramáticas demuestra el rango actoral de Pujols, quien logró transitar exitosamente entre el entretenimiento infantil y el drama para adultos, consolidándose como una figura integral del panorama televisivo cubano.
Hoy, desde hace algunos años, la nacida el 26 de agosto de 1931, reside en Miami y es muy activa en grupos en Facebook donde se recuerda la vida de los actores cubanos de todas las épocas. Esta presencia digital de Carmen Pujols representa un puente entre el pasado y el presente, manteniendo viva la memoria de una época dorada de la televisión cubana.
Su participación en redes sociales no solo permite a las nuevas generaciones conocer sobre su legado, sino que también facilita el reencuentro de quienes crecieron con «Tía Tata», creando una comunidad virtual donde se preservan y comparten recuerdos de una época que marcó profundamente la cultura cubana.
Como reflexionaba Julio Cordero con melancolía: «Hoy, lo que queda es el recuerdo». Sin embargo, el legado de Carmen Pujols y «Tía Tata, cuenta cuentos» trasciende la nostalgia. Representa un testimonio de cómo la televisión puede ser verdaderamente educativa y unificadora, cómo puede alimentar sueños y crear conexiones familiares duraderas.
Carmen, a través de su interpretación, no solo entretuvo a generaciones de cubanos, sino que también contribuyó a formar parte de su identidad cultural, convirtiéndose en una figura maternal para miles de niños que encontraron en ella una fuente de cuentos, música y valores. Su legado permanece vivo en la memoria colectiva, recordándonos una época en que la televisión cubana logró crear magia pura.
👉Si quieres recibir en tu WhatsApp los artículos que publicamos habitualmente sobre temas cubanos o la actualidad de personalidades dentro y fuera del país, únete a nuestro grupo:
👉(Pincha aquí para unirte)
0 Comentarios