Entre el 17 y el 21 de septiembre, la ciudad estadounidense de Oklahoma acogerá la llave C de la fase de grupos de la Copa Mundial de Softbol 2024, clasificatoria para la justa final a disputarse en 2025. Por cada agrupación avanzan directamente dos elencos a esa etapa definitoria (por el A aseguraron sus boletos República Dominicana y Australia, mientras que por el B los obtuvieron Argentina y Nueva Zelanda; habrá igualmente dos cupos para comodines y uno de ellos es para Canadá, sede de la final).
En la ronda donde EE.UU. será anfitrión, también se hallan en busca de pasajes Guatemala, Japón, Colombia, Sudáfrica y Países Bajos. Según la web de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol, los cuatro primeros accederán a los playoffs en el último día, donde los dos mejores equipos de la clasificación se enfrentarán entre sí con un boleto a las finales en juego. El perdedor del primer partido de playoff jugará contra el ganador del duelo entre el tercero y el cuarto, por el segundo puesto en la final.
En defensa del conjunto local estará una vez más el pitcher derecho cubano Javier Caballero, quien lanzó con el combinado de las barras y las estrellas en el certamen del orbe de 2022, donde acumuló seis entradas de actuación a lo largo de cuatro partidos, propinó tres ponches, concedió tres boletos, seis hits, tres limpias y dejó promedio de efectividad de 3.50 (su única victoria llegó en el choque frente a Cuba). En aquella ocasión, donde su selección acabó con la presea bronceada, se convirtió en el primer cubano en defender los colores de ese país como jugador.
El santiaguero abandonó la escuadra patria que intervino en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014, poco después de apuntarse el triunfo ante Guatemala en dicho evento. Una semana después ya estaba en Miami, según publicamos en un trabajo anterior.
En aquel entonces, El Nuevo Herald contó que Javier, sin comentárselo a nadie, se marchó de la villa de los atletas y tomó un autobús rumbo a la ciudad de Matamoros, donde se presentó ante las autoridades del puesto fronterizo estadounidense en busca de asilo. El citado medio agregó que el serpentinero tomó la decisión de escapar previo a su salida de Cuba.
Antes de separarse del movimiento deportivo de su país natal, el nacido en 1985 había representado a la Isla en dos Juegos del ALBA (2005 y 2009), los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias (2006) y dos Campeonatos Centroamericanos (2010 y 2014, Colombia). Su padre, Rubén Mario Caballero, integró también el conjunto nacional, pero como primera base.
En territorio norteño inicialmente comenzó jugando en torneos amateurs y luego subió un escalón más cuando pudo debutar en circuitos rentados, lo cual lo hizo colocarse en la mira de los scouts. «Aquí no suele haber preselección, los jugadores participan con un club en varios eventos y después los entrenadores escogen a los atletas para los campeonatos», dijo hace par de años a Cubalite.
“Ni siquiera se concentran como equipo durante un buen tiempo, como hacíamos nosotros en Ciego de Ávila. Solo lo hacen cuatro o cinco días antes, en algún estado, y de ahí para el torneo. No hace falta preselección porque todos los jugadores intervienen en muchos eventos en el año con sus equipos y siempre están ready”, añadió en declaraciones a nuestra revista.
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