Durante su carrera como pelotero, José Pablo Cuesta Lindsay se estableció en Cuba como un laborioso pitcher de relevo, que estuvo durante doce campañas bajo las órdenes de los staffs habaneros en la Serie Nacional.
Debutó en 2008 con los Leones y luego pasó tres cursos al servicio de los Gladiadores (2009-2012) antes de regresar definitivamente a la nave azul. Ha visto acción en 198 encuentros en el principal campeonato de la mayor de las Antillas, en los que ha cosechado 22 triunfos, 16 reveses y 18 salvados. Además, en ese lapso también acumula un promedio de carreras limpias (PCL) de 4.35.
Sin embargo, quizás no sea demasiado conocido su rol a la ofensiva en la élite beisbolera de su país natal, pero en su año de novato se subió a la lomita y también jugó en el infield. Tuvo 30 veces al bate y conectó tres hits.
El curso siguiente, ya con los Metros, fue usado exclusivamente como bateador y en 122 turnos oficiales pegó 25 imparables, incluidos tres dobles, válidos para un promedio ofensivo de .205.
En 2016 José Pablo inició su alternancia entre la SN y la pelota italiana, cuando se fue hacia ese territorio para jugar con el Cagliari Baseball.
Más adelante, desde 2017 hasta 2019 defendió los colores del Sala Baganza de la segunda división y en 2021, tras dos años de pausa forzosa debido a la pandemia del coronavirus, regresó a esa nación para vestir nuevamente la camiseta del Cagliari.
El año 2022 trajo para el capitalino otra campaña en el principal circuito beisbolero italiano, al cual se marchó tras haber solicitado su liberación de la Federación Cubana de este deporte.
Su quinta temporada en Europa es también su tercera con el plantel cagliaritano. En esta oportunidad, el mánager Walter Angioi decidió aprovechar un poco más su capacidad como bateador y comenzó a usarlo, además de lanzador, como jugador de cuadro.
La decisión del entrenador ha dado sus frutos, pues en este momento Cuesta es nada menos que el líder de la Serie A1 en slugging (.710) y OPS (.1221), además de segundo en triples (4, empatado con otros cuatro peloteros), tercero en jonrones (3), cuarto en total de bases (49), sexto en empujadas (22) y octavo en bases por bolas recibidas (18).
Entre sus estadísticas de la presente campaña, se cuentan igualmente cinco dobletes, seis bases robadas, solo cinco ponches y promedio de embasado de .511.
Por si fuera poco, batea para .391 (27 en 69), valor que si bien no le da para estar en el top 5 –liderado por Cesari Astori, del Parma, con .434-, es más que notable.
Desde la lomita, donde ha trabajado únicamente como relevista, el habanero tiene el mérito de ser tercero en el apartado de salvamentos (3). Asimismo, cuenta con un triunfo sin derrotas, PCL de 0.75 en 12 entradas de labor, 24 ponches, cero boletos y sus rivales le conectan para .100.
Mientras, a la defensa también ha ocupado la antesala, el campo corto y la segunda base, y hasta el momento en que se redactó este artículo había participado en cuatro doble plays, y sumaba igual cifra de errores en 61 lances, por lo que guante en mano tenía un promedio de .934.
Aunque a nivel individual Cuesta ha estado por encima del nivel del certamen, en lo colectivo no ha sido tan favorable la situación, pues el Cagliari terminó la primera etapa del presente torneo en la cuarta posición del grupo A, con récord de siete victorias e igual cantidad de derrotas, por lo cual se vio forzado a jugar la segunda fase del certamen en el grupo D1 de la zona de Salvación.
No obstante, ahora mismo el club radicado en Cerdeña se encuentra al frente de su llave, tras haber vencido en sus seis primeros partidos de esta ronda, lo cual nos hace pensar que, de seguir con ese paso exitoso, no debería tener problemas para mantenerse en la edición venidera de la Serie A1.
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