El baloncesto masculino cubano vive sus mejores años en mucho tiempo. Todavía retumba la histórica victoria como local de la selección ante su similar de Estados Unidos en las clasificatorias rumbo a la AmeriCup, hecho que renovó las esperanzas de una afición que aspira a ver a nuestros atletas compitiendo a un mayor nivel.
Sin embargo, no todo ha sido positivo en esta etapa para el plantel patrio, que desde finales del año pasado dejó de contar con el base Pedro Roque, internacional desde 2017.
Roque, oriundo de La Habana y exintegrante de Capitalinos, jugaba en el club San Salvador BC, de la Liga Mayor de Baloncesto de esa nación centroamericana. Justo después de terminar la temporada regular con el conjunto cuscatleca en noviembre último, decidió no regresar a la Mayor de las Antillas e irse a México, país en donde reside desde entonces. Tal cambio en el guion significó que no volviera a ser llamado por el elenco cubano y que en el presente se encuentre lejos de otra convocatoria.
A propósito de estos sucesos que han marcado su vida recientemente, Cubalite conversó con el basquetbolista a través de internet y aquí les ofrecemos sus declaraciones.
¿Qué te motivó a seguir tu camino en México?
En El Salvador estuve de contrato durante tres meses y al terminar me tocaba regresar a Cuba. No fue nada fácil tomar la decisión de no volver, porque sabía que eso implicaba dejar atrás a mi familia y empezar de cero en un sitio desconocido para mí.
No fue nada planificado. Un día me senté y me dije «tengo 28 años, una familia y una hija que viven en un país con una situación muy difícil».
Mientras estuve en Cuba había contado con ayuda monetaria de mi mamá porque mi salario de deportista no era suficiente. Así que, al momento de decidir, le hablé sobre mi idea. Ella me dio su bendición y me dijo que apoyaría cualquier plan mío. Solo me pidió que me cuidara e hiciera las cosas bien. Todo lo hice para ayudar a mi hija y garantizarles un mejor futuro a ella y a mi familia.
¿Has tenido comunicación con los directivos del basket en Cuba desde tu partida?
Mientras estaba en El Salvador sí tenía comunicación con los profes, sobre todo a propósito de la última ventana y el tema del visado para ir a Estados Unidos. Ellos siempre estaban al tanto de mis partidos, mis estadísticas y la relación era buena.
Después de irme he continuado conversando cordialmente con la profesora Dalia Henry. Desde allá me reclaman que abandoné el contrato y, además, hemos tenido diferencias en ciertas decisiones que ellos han querido tomar, con las cuales no estoy de acuerdo.
¿Cómo crees que pueda afectarte tu decisión de irte a México luego de finalizar el contrato?
Lo más duro es que la gente de Cubadeportes me quiere poner una sanción migratoria, que implica un tiempo de ocho años sin poder entrar a mi país. Al respecto les he comunicado mi desacuerdo, en primer lugar, porque en mi contrato no aparece nada que diga que, si lo termino, ellos tienen potestad para sancionarme de esa forma.
En segundo lugar, considero que no es justo que me castiguen así, porque yo salí de Cuba legalmente con mi pasaporte personal, con un pasaje que pagué de mi bolsillo y gracias a un contrato gestionado por mí, amén de que Cubadeportes haya ayudado con ciertos trámites.
Si yo hubiera abandonado una delegación o un equipo durante un evento internacional, al cual asistí con el documento oficial que me facilitó el Inder, podrían aplicarme sanción deportiva, pero nunca una migratoria.
Yo les pedí a los directivos de Cuba que me enviaran los argumentos en los cuales se basan para aplicar esa sanción migratoria en mi contra, pero hasta ahora no me han enviado nada. Solo me comunicaron verbalmente el castigo y nunca han mencionado una posible sanción deportiva. Aún estoy esperando otra respuesta suya.
¿A qué te has dedicado en estos meses en territorio azteca?
Llegué aquí en noviembre pasado y debo admitir que esas primeras semanas de adaptación fueron duras. No conocía mucho y asimilar otra cultura e idiosincrasia me costó un poco.
En ese tiempo inicial tampoco estuve muy cerca del baloncesto, así que, de alguna manera, tuve que buscarme la vida. Empecé a trabajar descargando camiones en una pescadería que abastecía a otras de la zona. Ahí estuve tres semanas y más adelante un amigo me propuso irme como personal de seguridad para un “antro”, que es como les llaman aquí a las discotecas.
En ese nuevo trabajo no me fue mal, pero no me sentía tan bien porque ahí iba mucha gente del mundo de la droga y, curiosamente, por mi estatura y presencia, ellos solían pedirme que los atendiera, algo que no me gustaba para nada.
Jugando basket un día, otro amigo me preguntó si me gustaría desempeñarme como entrenador o árbitro, y eso me convino más. Actualmente a eso me dedico: entreno niños, arbitro en partidos y también doy conferencias para ayudar a los pequeños a entender mejor este deporte.
¿Existen posibilidades de que juegues para algún equipo mexicano?
Estuve en conversaciones con el club Ángeles de Ciudad de México, el cual forma parte del Circuito de Baloncesto de la Costa del Pacífico. Les envié mi currículum y videos, pero todo se ha quedado ahí. El tema es que ya comenzó la temporada de la Liga Chevron CIBACOPA y es más complicado, pero, a pesar de eso, mantengo comunicación frecuente con ellos.
Mientras tanto sigo entrenando, no igual que como lo hacía en Cuba, pero voy haciendo lo mío en algunos torneos independientes. También tengo alumnos a los que doy clases personalizadas y ahí voy buscando desarrollarme.
De momento, mis aspiraciones son continuar haciendo deporte y participar en varios torneos. Aún no se me concreta ningún contrato con equipos profesionales, pero aspiro a que suceda eventualmente.
¿Qué planes tienes en México a futuro? ¿Piensas trasladarte hacia otro país o seguir allí por un tiempo más largo?
A México llegué con el plan de cruzar hacia Estados Unidos y, a pesar de que aún no he logrado ese objetivo, en este país me han recibido de la mejor manera. Sin embargo, aquí he aprendido a trabajar en cosas diferentes, a buscarme lo mío y a ganarme la vida como un trabajador más. La vida hay que vivirla un paso a la vez y estoy tomando este tiempo como una fase de preparación que me ha enseñado muchas lecciones.
Quizás está siendo una etapa para prepararme de cara a lo que viviré en Estados Unidos, o tal vez las señales de la vida me han estado diciendo que mi camino está aquí y no allá.
Si bien mis planes eran solo estar de paso por esta nación, si se me diera la posibilidad de jugar baloncesto en alguna de las ligas mexicanas y seguir prosperando, pues acá me quedo.
¿Cómo es tu día a día actualmente?
La parte más dinámica de mi día ocurre más bien por la tarde y de noche. Mi jornada, ya sea como jugador en algún torneo o como árbitro, empieza después de las 4:00 pm y puede extenderse hasta la medianoche.
Pensando en lo que se avecina en el futuro a corto plazo, también quiero comenzar a prepararme más fuerte físicamente y entrenar mejor, para cuando se dé la oportunidad, estar más listo.
¿Qué opinión te merece el reciente resultado de tus compañeros frente al equipo estadounidense en la ventana clasificatoria para la AmeriCup?
El partido contra Estados Unidos creo que fue algo extraordinario de los muchachos y del colectivo técnico nuevo, que también tiene mucho mérito. Insertar a otros jugadores de ligas extranjeras también fue muy positivo.
Me gustó que se les tuvo confianza a los atletas de la banca. Nunca hubo temor en poner a un suplente y darle la oportunidad. Fueron esos jugadores de cambio quienes mantuvieron la distancia en el tercer cuarto y le dieron “oxígeno” a los titulares para el último. Eso habló muy bien del respeto entre el coach y los atletas, pues cada uno contó para él en el momento que hizo falta, como debería ser siempre en un colectivo.
Ese encuentro me recordó otro choque que perdimos por solo tres puntos, como visitantes en Estados Unidos. La diferencia estuvo en que ahora se le tuvo más confianza a la banca.
¿Sigues el baloncesto internacional? ¿Qué equipos y jugadores son tus favoritos?
Sigo mucho la NBA y mis equipos favoritos son los Warriors de Golden State y los Celtics de Boston. Mi jugador preferido es Stephen Curry (Warriors).
En Europa sigo al Real Madrid, aunque en el fútbol no soy muy fan (se ríe). También sigo muchísimo a los clubes de mis compañeros en ese continente. Estoy muy orgulloso de cada uno de ellos y cómo ponen en alto el nombre de Cuba.
¿Cómo ves el nivel del basket en México?
En las principales ligas hay un nivel bastante decente. El problema es que traen muchos extranjeros y desarrollan poco el talento local. En general, la calidad no es mala y creo que me resultará bastante asequible para poder competir.
El verdadero fallo aquí está en el trabajo en la base, en donde los coaches no saben sacar todo el potencial de los muchachos. Nosotros los cubanos venimos con otra forma de trabajo, con mejor preparación metodológica. A veces uno no valora esos estudios que hizo en Cuba, pero luego de estas experiencias los aprecio muchísimo más. A quien tenga planes de salir de nuestro país y emplearse fuera, les digo que pongan empeño a sus estudios y ya verán cómo en algún momento llegan los buenos resultados.
¿Jugarías nuevamente con el equipo nacional cubano si se te diera la oportunidad?
Para mí primero fue un sueño y después siempre ha sido un placer prestar mis servicios a la selección. Sin embargo, a raíz de mi decisión, creo que eso será imposible, al menos por ahora.
Me tocará ver al equipo Cuba desde fuera y darles ánimo desde donde esté. Afortunadamente, sí mantengo el vínculo con mis antiguos compañeros, con quienes hablo y comparto consejos y experiencias cada vez que puedo.
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Totalmente arbitraria y hostil esa decisión migratoria en contra del deportista,no tienen ningún derecho legal para aplicar esa medida