Ayer, Miguel Valdés, uno de los mejores entrenadores que recuerda el béisbol cubano, sobre todo por ser gran artífice de una época esplendorosa de selecciones nacionales en la arena internacional años atrás, publicó en su perfil de Facebook una foto con Roberto Osuna, cerrador mexicano de los Astros de Houston, acompañada de unas palabras en apoyo a la pelota del país azteca en su camino hacia los Juegos Olímpicos del año venidero, objetivo por el que luchan durante estos días, con grandes posibilidades, en el Premier 12.
“Con México ahora, que siempre fueron nuestros hermanos, devolviendo las atenciones que hicieron posible la cadena de 151 juegos internacionales —del equipo cubano— sin derrotas. El entrenamiento en la altura marcó la diferencia entre 1986 y 1997. Un placer brindar mis experiencias a la escuadra mexicana y al baseball de México, pidiéndole a Dios que si no clasifica mi equipo de Cuba, clasifiquemos nosotros”, expresó.
Pues sí, tal y como se lee, Valdés se encuentra trabajando directamente con la pelota mexicana desde inicios de agosto pasado, especialmente como asesor técnico del integral PROBEIS, un programa amplio de desarrollo del béisbol en todas sus aristas, entre las que se incluyen la búsqueda de nuevos talentos, formación y capacitación de entrenadores, apoyo económico de elencos aztecas en competiciones internacionales y seguimiento constante a los prospectos principales del país. Este ambicioso proyecto surgido en 2019 nació gracias a la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, ferviente admirador de este deporte.
De hecho, el 9 de septiembre, Miguel publicó en su perfil de Facebook que se encontraba en México desarrollando un proyecto de transformación del béisbol de ese país, contratado directamente por la Oficina del presidente López Obrador. “Estaré simultáneamente en mi centro de diagnóstico de Miami y en México por un tiempo”.
Cuando habló de su centro de diagnóstico se refería a Fitness Lovers 305, inaugurado en abril de 2017, entre otros propósitos, con el de valorar dificultades del bateo y el pitcheo y encontrarles soluciones, dotado de un moderno gimnasio con varias cámaras por el que han pasado diversos peloteros profesionales.
Antes de involucrarse en ese proyecto, el preparador, con más de 45 años de experiencia y numerosos estudios sobre la pelota, estuvo integrado por varias campañas a los Mets de Nueva York, como coordinador de pitcheo de temporadas cortas, función en la que su trabajo alcanzó diferentes reconocimientos.
Con un expediente sencillamente envidiable como entrenador de diferentes selecciones cubanas, en el que se incluyen 13 coronas consecutivas, dos títulos en Juegos Olímpicos, siete en Juegos Panamericanos y seis en citas regionales, Miguel, después de servir y aportar al máximo nivel de la pelota antillana durante más de dos décadas, sorpresivamente abandonó un conjunto cubano en 2002.
Sucedió entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre en la primera edición de la Serie de las Américas, acontecida en las ciudades mexicanas de Saltillo y Monterrey, donde también dejó atrás el elenco cubano el pitcher derecho pinareño José Ariel Contreras, quien luego llegaría a Grandes Ligas. Después de la estampida, ambos se trasladaron hacia Miami y sobre Valdés, en aquel entonces, apareció una breve nota en la prensa oficial de la Isla criticando severamente su decisión. Se le acusó de traidor y no fue hasta 2012 que volvió de visita a Cuba.
A Miguel Valdés se le asocia, según declaraciones de varios peloteros, con uno de los capítulos más lamentables del béisbol cubano posterior a 1959: el famoso retiro masivo de jugadores de la Serie Nacional ocurrido a mediados de la década del noventa, el cual perjudicó a más de 70 atletas, varios de ellos en plenitud de facultades y con nombres establecidos en la pelota de nuestro país.
De forma oficial no existe ningún documento que lo relacione ni a él, ni a Servio Borges —manager del team Cuba durante buen tiempo—, ni al desaparecido Reynaldo González —a la sazón presidente del Inder—, otros dos que supuestamente tuvieron que ver con la arbitraria medida.
Hija de Miguel es Massiel Valdés, integrante de la selección cubana de nado sincronizado por 12 años y pareja del músico Isaac Delgado.
0 Comentarios