Aquí les traemos la tercera y última parte de la recopilación sobre los espacios más importantes de nuestra pequeña pantalla a lo largo de sus siete décadas de vida activa. Para cerrar, en esta oportunidad llegan algunos musicales, infantiles y humorísticos, además de otros shows que dejaron huella en el público nacional.
24 por segundo
Conducido por el carismático crítico y realizador, Enrique Colina, este espacio de análisis cinematográfico se mantuvo con entregas semanales durante tres décadas, ofreciendo a la audiencia cubana no solamente conocimientos sobre el séptimo arte, sino una mirada sagaz y hasta con sentido del humor sobre las propuestas que su anfitrión, recientemente desaparecido, tenía en cada emisión.
Contacto
Hilda Rabilero, la presentadora cubana que se hizo viral antes de internet
Posiblemente uno de los más recordados de la lista sea este programa de variedades que tuvo su época dorada en los años 80, etapa durante la cual fue conducido por la estelar Hilda Rabilero. Entrevistas a grandes personalidades, música y hasta cocina en vivo; todo con un ritmo, fresco, renovador y visto pocas veces (antes y después) en nuestros medios. Contacto fue número uno de audiencia y mantuvo la preferencia incluso luego de la salida de su presentadora original, quien fue sustituida a inicios de los 90.
23 y M
El sustituto espiritual de Contacto fue este “céntrico” programa de los sábados, que desde 1998 es conducido por la inconfundible Edith Massola, cuyo sello ha logrado imponerse e irse adaptando con el paso del tiempo. Con una combinación de música en vivo e intercambio con artistas de diferentes manifestaciones, «La Esquina de la Fama» es actualmente la insignia de las revistas de variedades entre todas las de la Isla.
A Moverse
Con un equipo de conductores muy diverso, entre quienes se incluyeron Ariana Álvarez, Yoraisy Gómez, Jorge Martínez, entre otros, este show juvenil dirigido por Gloria Torres fue el plato fuerte de los domingos al mediodía a inicios de siglo. Si hubo una de sus secciones que “enganchó” a todos, fue la del karaoke, en donde personas del público competían por ver quién lo hacía mejor y, eventualmente, llegaban a una gran final que acaparaba la atención de muchos.
Arcoíris Musical
Las canciones infantiles tenían su espacio en este programa en el que los títeres Tristolino y Alegrina se robaron nuestros corazones. Por esos tiempos se hicieron famosos temas como El rock del primitivo, la Nana de las mariposas o el divertido trabalenguas de Ana Bobana, animados por escenografías bastante humildes pero con una idea muy atractiva para los muchachos de entonces.
El camino de los juglares
El Güije, la jutía Carmelina, Florencia la tortuga, la cotorra Lola y Rigoberto Rondó, un majá haragán y “vividor”, llegaban cada semana en las tardes para divertirnos con sus ocurrencias y enseñanzas. Detrás de ellos estaba el trabajo de grandes artistas como Ángel “Kike” Díaz y Gladis Gil, Aurora Basnuevo, Xiomara Palacios, Mario Aguirre, Aurora Pita, por citar algunos de ellos, quienes lograron convertir a ese grupo de personajes en uno de los más queridos de todos los tiempos.
Día y Noche (Su propia guerra)
El trabajo de las fuerzas del orden era recreado en este programa, que tuvo su momento cumbre con la serie Su propia guerra, protagonizada por Albertico Pujol en el papel de Octavio Sánchez Guzmán, alias El Tavo. Las peripecias de este agente infiltrado en diferente grupos delictivos son todavía recordadas por la mayoría de los cubanos, quienes también tienen en su memoria a otros grandes actores como Jorge Villazón, César Évora y Coralita Veloz, quienes conformaron un reparto que nos visitaba cada noche de domingo con nuevas e intrigantes historias.
En silencio ha tenido que ser
Las aventuras de David (Sergio Corrieri), agente cubano infiltrado en organizaciones de la Florida con la intención de evitar que estas atacaran de forma alguna a nuestra nación, fue el show más importante para la generación que disfrutó su estreno allá por el año 1979. No obstante, para los que lo vimos después también resultó emocionante conocer este relato basado en sucesos reales y que sirvió como homenaje a no pocas personas que se sacrificaron en este tipo de labores.
Algo más que soñar
Cuatro jóvenes cadetes: Máximo, Antonio, Carlos Manuel e Ignacio, cada uno nombrado en homenaje a célebres héroes de la historia cubana, simbolizaron en su momento a muchachos que escogieron la vida militar, pero que, a la vez, vivían fuera de ella como seres humanos imperfectos, con ganas de aprender y ser mejores hombres. Entre sus protagonistas estuvieron Luis Alberto García, Isabel Santos, Patricio Wood, Rolando Brito y Beatriz Valdés, quienes luego se convertirían en monstruos de la escena.
Toqui
«Toqui» nuevamente en la televisión cubana: La historia detrás del popular animado
Este entrañable muñeco, cuyos episodios vuelven a emitirlos a cada rato, ha logrado vencer las barreras generacionales a su manera y seguir siendo visto como un ejemplo de buenas enseñanzas. Dirigido por Ana María Salas y manejado por Nuria Vega, el títere viajó por el tiempo y el espacio acompañado de su “mariposita”, regalándonos durante el proceso consejos y lecciones que aún perduran.
La Sombrilla Amarilla
Marcolina y su mágica sombrilla causaron locura colectiva entre los niños que crecieron en la segunda mitad de los noventa y principios de este siglo. Además de la genial protagonista, encarnada por Norma Reina, también estuvieron Enrique Chiquito (Michaelis Cué), el cartero Monchi Pío (Rodolfo Bocourt), Chele (Ingrid Cruz), Albertico (Rubén Araujo), Tin (Rigoberto Ferrera), Anita (Solange Ramón), y Juan Andarín (Lieter Ledesma).
Y tú de qué te ríes
“Fu-fu-fu-fu…”, así, dibujando el logo del programa, comenzaba Ulises Toirac cada emisión de este fantástico espacio humorístico, ubicado sin dudas entre los dos o tres mejores de la historia en Cuba. Aquí no solo vimos el debut televisivo de artistas como Nelson Gudín (El bacán), sino del grupo Komotú y otros tantos cómicos que todavía hoy siguen haciéndonos reír.
El Selecto Club de la Neurona Intranquila
Conocimiento, agilidad mental y sentido del humor se conjugan en este programa de participación que, desde sus orígenes en el Canal Habana hasta estos tiempos, sigue creciendo y dándole a muchos la oportunidad de medirse ante gente culta e inteligente de todos los rincones del país. Creado por Gustavo Fernández-Larrea y conducido por Baudilio Espinosa, gracias a sus originales secciones y sana compencia, podemos combatir la “neuroapatía” y aprender de todo un poco.
Vivir del cuento
El espacio de mayor audiencia en la Isla desde hace unas cuantas temporadas es esta sitcom que surgió como un programa para contar chistes. El carisma y atractivo de personajes como Pánfilo (Luis Silva), Chequera (Mario Sardiñas), Facundo (Andy Vázquez), Ruperto (Omar Franco), Cachita (Irela Bravo) e Isidoro (Marlon Pijuán) ha hecho que estos prácticamente se hayan convertido casi en miembros de nuestras familias. Con sus ocurrencias nos han ayudado, sobre todo en los últimos meses, a lidiar con el estrés y la difícil situación que vivimos.
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