Puede que aún no hayas visto La casa de papel, pero es muy difícil que al menos no hayas leído o escuchado sobre ella. En un inicio pasó casi desapercibida durante su transmisión en la televisión española, pero después de llegar a Netflix, la trama sobre un grupo de atracadores con sobrenombres de ciudades, liderados por el «Profesor», se convirtió en un fenómeno global al ser la serie de habla no inglesa más vista en dicha plataforma.
Si bien en el audiovisual creado por Álex Pina y que se extendió a lo largo de 48 episodios, no actuó ningún cubano, les contamos que como parte del equipo técnico sí intervino un compatriota nuestro y su trabajo fue fundamental durante cuatro segmentos de la famosa producción.
Nos referimos a Alejandro Bazzano, realizador de cine y TV que fungió como director de los episodios 4 y 8 de la primera temporada y el 2 y el 5 de la segunda, todos emitidos por primera vez en 2017 en la cadena ibérica Antena 3.
Mientras se encontraba trabajando en la postproducción del último capítulo de Mar de plástico, supo que estaba en preparativos La casa de papel y, luego de conocer más acerca de la historia, telefoneó al productor y le preguntó si ya tenía un director. «Me dijo que no, que todavía necesitaban directores. Tuvimos una entrevista y fui seleccionado», declaró a El Mostrador.
En ese propio diálogo expuso su opinión sobre el éxito de dicho material, el cual atribuyó al espíritu de rebeldía que propone, al «intentar con las propias armas del sistema darle un golpe al sistema. Siempre las historias de lucha han sido muy seguidas y muy atractivas para el espectador».
«En este caso, es la lucha de unos pocos contra los poderosos, y donde salen además vencedores. No sé si es el espíritu de Robin Hood, pero hay algo que es muy atractivo para la gente. La gente se identifica por lo general con los más débiles. En este caso es un grupo de personas de extracción humilde y clase media, que tienen un pasado complicado, difícil, y que tienen sueños e ilusiones. Es una cosa muy fácil de identificarse. Y si además no le están robando a nadie en particular, sino atacando el propio sistema, con una de las bases del sistema, que es el dinero, la moneda, que es la que nos ha gobernado desde que se inventó, y con mano férrea…», agregó.
El cineasta nació en Cuba en 1963 y, según refleja su propia web, tuvo una infancia y adolescencia bastante movidas, lo cual lo llevó a vivir en Chile, Argentina y Uruguay. Tiempo después de establecerse en este último territorio, empezó a estudiar arquitectura, pero en tercer año dejó la carrera para volver a Cuba y formarse en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, de donde se graduó más adelante.
A inicios de los noventa regresó a Montevideo y allí arrancó su trayectoria profesional en el campo de la publicidad. Luego creó una productora, Kryptonita Films, e impartió clases en la escuela de cine de dicha nación sudamericana. Después llegó una crisis económica que afectó a ese país y ello lo motivó a buscar otro destino para su vida y su carrera.
«Pelearla es una seña de identidad del oriental. Hace 20 años la estábamos peleando en Montevideo. Yo sobrevivía de la publicidad, que es lo más parecido que había a la industria audiovisual. En mi época hacer cine era una quimera, y la televisión, imposible. Pero a mí me interesaba. Lo intenté, me costó muchísimo y después vino la crisis. Tomamos la decisión de tomar nuevos horizontes y la posibilidad de la nueva oportunidad», contó en una entrevista hace algunos años.
Hace más de dos décadas reside en España, donde ha fungido como director en varias de las series más conocidas de este siglo en dicho territorio, como Los hombres de Paco, Mar de plástico, Física o Química, Los misterios de Laura, Hospital Central, Presunto culpable, Inés del Alma Mía, entre otras. En 2022 estrenó Noche americana, su primer largometraje de ficción.
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