Hoy la cubana Lía Camilo es una actriz conocida dentro del panorama peruano y hace poco se estrenó en ese país El caso Monroy, un filme en el que ella comparte cartel con sus compatriotas Maryloly López y Olivia Manrufo, además del mexicano Damián Alcázar. Pero hace un tiempo su realidad fue muy distante a la que actualmente vive.
En una entrevista publicada en Perú21 en marzo de este 2023, la antillana confesó que arribó a esa nación hace 22 años para asistir al Festival de Cine de Lima y, junto a su pareja de aquel entonces, ingeniero de sonido de Pablo Milanés que también viajó hacia allá para un concierto, decidió no regresar a Cuba.
Antes de trasladarse al territorio sudamericano, la santiaguera Leannes Camilo Martínez había debutado en el cine con la cinta Aunque estés lejos, dirigida por Juan Carlos Tabío. Previamente, según ha contado, estudió inglés en la Facultad de Pedagogía de la Lengua Extranjera. Luego pasó por la Escuela Nacional de Arte y el Instituto Superior de Arte y recibió formación en el ámbito de la actuación de parte de grandes maestros como Raquel Revuelta y Humberto Rodríguez.
En un inicio quiso ser bailarina de ballet, pero una escoliosis la alejó de ese camino. Luego se trasladó hacia La Habana y, mientras aún era una niña, asistió a una obra teatral y desde aquel momento decidió que su destino estaría ligado a ese mundo.
Hasta ahí, el recorrido de Lía no parece tan distinto al de otros que han protagonizado algunos cubanos de su generación. Pero en 2022 publicó la novela La novia de Superman (la pueden comprar en este enlace), la cual, según la web Todos tus libros, «relata la historia de Violeta, una chica abusada sexualmente por su padrastro e ignorada por su madre. Cuenta su breve paso por la prostitución viviendo en las calles de La Habana hasta que conoce a Superman, quien intentará rescatarla de su propio destino».
En el diálogo mencionado anteriormente, Camilo explicó que le sucedió realmente mucho de lo narrado en ese volumen. «Son, sobre todo, historias que compartí con otras mujeres y que quise contar porque era un deber; muchas de esas chicas continúan en Cuba y quizás son historias que no sepa nadie nunca», agregó.
Al ser preguntada acerca de cómo logró convivir con el abuso sexual y si fue su caso el hecho de no ver tales situaciones como lo que realmente eran, contestó que durante un tiempo no lo percibió como abuso hasta que luego sí lo asumió.
Dijo que se marchó de su casa a los 16 años, en medio de una riña entre miembros de su familia. Una profesora le permitió vivir en su hogar. Luego regresó y finalmente volvió a alejarse. A los 18 intentó suicidarse, pero encontró el teatro y la salvó, puntualizó.
«Tomé muchas pastillas de un medicamento muy fuerte que se usa para los esquizofrénicos y eso provocó ciertos cortocircuitos; tuve que aprender a hablar, no podía tomar la cuchara para comer. Gracias a Dios estoy viva», expresó.
Años después, en Perú, debutó profesionalmente sobre las tablas con las funciones de una pieza llamada Aquello. Antes de dicho estreno, dijo en otra entrevista, había servido cafés, lavado muchas prendas y pagado su derecho de piso. Tuvo un complejo padecimiento de salud, pero pensó que no se moriría sin regresar a los escenarios. Más adelante fue operada de un tumor maligno.
Como elemento curioso dentro de su trayectoria relata que en una ocasión tuvo que interpretar a una cubana y le costó mucho imitar el acento de su país natal, puesto que llevaba tiempo adaptada a la jerga peruana.
En el teatro de ese país, la actriz de 43 años ha construido un enorme currículo en el que resaltan las obras Ópera, Hoy maté a mamá, Barcelona, Vanya y Sonia y Masha y Spike, Crónicas en un bar, Tu madre, la Concho, Bosques, La dama y el laberinto, Lima- Miami- Wuhan, Surte. El sonido de los sueños, Libertadorxs, entre muchas otras.
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