
La reciente vuelta de Johan Oviedo a los montículos de las Grandes Ligas representa una historia de perseverancia y determinación que inspira tanto a fanáticos como a compañeros de profesión. El pitcher derecho habanero ha demostrado que la paciencia y el trabajo arduo pueden superar incluso las lesiones más desafiantes del béisbol profesional.
El último partido del capitalino en las Mayores había tenido lugar el 27 de septiembre de 2023, cerrando una temporada de enorme carga de trabajo que lo vio realizar 32 aperturas. Aquel año, cuando JT Brubaker se sometió a una cirugía Tommy John, Oviedo se ganó un puesto en la rotación abridora y respondió lanzando 177.2 entradas, la mayor cantidad de su carrera hasta ese momento.
Durante la campaña de 2023, el cubano mostró destellos de su potencial con un par de salidas memorables de 10 ponches sin bases por bolas y una blanqueada de juego completo de 112 lanzamientos sobre los Kansas City Royals. Sin embargo, los números generales no reflejaron su mejor versión: terminó con efectividad de 4.31, récord de 9-14, 158 ponches y 83 boletos otorgados.
El otoño de 2023 trajo consigo la noticia que todo pitcher teme: el habanero necesitaba cirugía para reparar una rotura del ligamento colateral cubital del codo derecho, la temida Tommy John. Esta intervención, que requiere un período de recuperación promedio 12 a 18 meses, significó que el diestro se perdería toda la temporada 2024.
Como si la lesión no fuera suficiente desafío, justo cuando estaba listo para regresar a los entrenamientos de primavera en 2025, Johan sufrió una distensión muscular que lo mantuvo alejado de los terrenos durante meses adicionales, prolongando su ausencia y poniendo a prueba su resistencia mental.
La web Triblive reportó que hace varias semanas, después de que Oviedo completara juegos simulados para aumentar su conteo de lanzamientos a 50-55 y comenzara su rehabilitación con los Piratas de la Florida Complex League, el director sénior de medicina deportiva, Todd Tomczyk, calificó su progreso como un «logro monumental».
Los números de su rehabilitación en las Ligas Menores fueron simplemente espectaculares. En cinco aperturas durante julio —dos en Clase A y Doble A, y una en Triple A—, registró una efectividad de 2.16, un WHIP de 0.90 y un promedio de bateo en contra de .183, con 20 ponches y apenas cuatro bases por bolas en 16.2 rollos.
Oviedo describió su recuperación como un «largo proceso, un largo camino de entrenamientos», pero destacó que durante este período aprendió a controlar mejor su velocidad. El pitcher cubano ahora comprende mejor cuándo es necesario usar toda su potencia, especialmente en situaciones críticas como cuando tiene corredores en base, y cuándo puede reducir la intensidad para mantener el control.
Esta evolución en su enfoque del pitcheo podría ser la clave para un rendimiento más consistente en su regreso a las Grandes Ligas, mostrando una madurez que muchas veces se adquiere mediante la adversidad.
Finalmente, cuando la gerencia de los Piratas decidió que su proceso de rehabilitación había concluido satisfactoriamente, Oviedo fue llamado a las Grandes Ligas. Su regreso oficial se produjo, casi 23 meses después, el 4 de agosto pasado, en un partido ante los Gigantes de San Francisco. Aunque en esa primera aparición lanzó solamente un inning y permitió dos carreras limpias, ponchó a tres y concedió tres bases por bolas, lo importante era estar de vuelta.
La verdadera confirmación de su recuperación llegó dieciséis días más tarde, cuando enfrentó a los Azulejos de Toronto. Durante cinco entradas, los rivales solo le fabricaron una carrera mientras él recetó seis outs por la vía de los ponches y caminó a un solo bateador, llevándose su primera victoria tras el largo período de inactividad.
El 25 de agosto tuvo otra actuación sólida ante los Cardenales de San Luis —el equipo que lo firmó en 2016 y lo hizo debutar en MLB el 19 de agosto de 2020—, lanzando cuatro episodios con una muy buena actuación, aunque se fue sin decisión. Este sábado 30 de agosto coronó su regreso con una victoria ante los Medias Rojas de Boston, donde sus contrincantes solo pudieron anotarle dos rayitas.
Hasta la fecha, en sus primeros 15 innings luego del retorno, le han fabricado seis carreras limpias para una efectividad de 3.60, ha ponchado 20 veces y ha otorgado ocho bases por bolas. Además, mantiene un WHIP de 1.20 y ostenta inmaculado récord de dos victorias sin derrotas.
En su carrera en las Grandes Ligas, que abarca cinco temporadas, Oviedo posee un balance de 15-25 con efectividad de 4.29, 299 ponches y 161 bases por bolas. Nacido el 2 de marzo de 1998, el habanero firmó con los Cardenales de San Luis a cambio de un bono de 1.9 millones de dólares.
Su llegada a Pittsburgh se produjo en la fecha límite de cambios de 2022, cuando fue adquirido desde San Luis junto con su compatriota, el infielder Malcom Núñez, a cambio del zurdo José Quintana y el derecho Chris Stratton.
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