Recientemente, USA Baseball, institución encargada de coordinar todas las selecciones de ese deporte en la nación, organizó un campo de entrenamiento para atletas universitarios con la intención de seleccionar a los integrantes de la escuadra que viajará a Países Bajos para participar en la Semana del Béisbol de Haarlem, tradicional torneo que se realiza en dicho país europeo.
Con la idea de medir el nivel de los mejores representantes de la categoría, la entidad norteamericana convocó a 50 jóvenes procedentes de diferentes casas de altos estudios, quienes entre el 30 de junio y el 4 de julio jugaron en el Durham Bulls Athletic Park, de Carolina del Norte, una serie de cinco partidos de preparación bajo la supervisión de Mike Bianco, mánager del futuro plantel y de Eric Campbell, gerente general del equipo nacional universitario.
Uno de los llamados a este campamento fue el cubanoamericano Yohandy Morales, hijo del ex miembro del equipo Cuba, Andy Morales. El chico, que estudia Administración Deportiva en la Universidad de la Florida y defiende los colores de los Miami Hurricanes, tuvo la oportunidad de demostrar su valía en aras de volver a vestir los colores de la tierra que lo vio nacer en 2001.
A falta de conocer el resultado del quinto y último juego de la serie (hoy se dará a conocer el roster definitivo), podemos hacer un resumen de la actuación de Morales en los primeros cuatro enfrentamientos, en donde fue incluido en el elenco de las Barras, rival de las llamadas Estrellas.
En el choque inicial, abrió como tercera base regular y destacó por el hecho de haber sido el único de su equipo que bateó de hit (en par de turnos oficiales) durante la blanqueada de 7-0 que recibieron. Ese mismo día, negoció también un boleto y se tomó un ponche.
Durante el segundo encuentro, las Estrellas volvieron a vencer (4-1) y él empezó como inicialista, aunque también se desempeñó como designado. En total, se fue con una base por bolas y un ponche en tres veces al bate.
Para el tercer duelo, finalmente las Barras se impusieron agónicamente por pizarra de 2-1. De vuelta en la posición de antesalista, el joven de ascendencia cubana trajo para el plato una de las dos anotaciones de los suyos (por bola ocupada) y en cuatro apariciones se fue con tres “cafés” y un boleto.
Durante el cuarto partido, su escuadra volvió a recibir una lechada (7-0). No obstante, el muchacho de Miami partió de inicio como defensor de la esquina caliente y en cuatro turnos conectó uno de los tres inatrapables de su combinado, aunque también quedó con la carabina al hombro en par de oportunidades.
Visto lo visto, aún no podemos asegurar que Yohandy Morales sea seleccionado por Bianco como uno de los infielders que viajarán a Harlem, aunque en base al rendimiento de los demás jugadores que estuvieron en la tercera almohadilla, o sea, Brock Wilken, Brayden Taylor, Jacob Wilson y Jake Gelof, existe una posibilidad bastante real de que sí se quede con uno de los puestos disponibles en el diamante e integre así el tercer roster de EEUU en su carrera.
La primera vez que se puso oficialmente el uniforme de las barras y las estrellas ocurrió en 2013, cuando fue parte del grupo que ganó por primera vez el oro en la Copa Mundial “A” sub 12 de la Federación Internacional de Béisbol (IBAF, por sus siglas en inglés), renombrada luego como Confederación Mundial de Beisbol y Softbol (WSBC, por sus siglas en inglés).
Cinco años más tarde, en 2018, Yohandy integró otro plantel norteamericano, esa vez el de la categoría sub 18 que obtuvo el título a nivel panamericano en esa categoría para Estados Unidos.
En aquel torneo continental, Morales vistió la franela número 23 de la escuadra norteña y realizó un notable aporte ofensivo, con siete jits en 35 turnos oficiales —incluido un par de cuadrangulares—, cinco remolques, siete anotaciones y un promedio de .200.
En ese entonces, el sitio web Perfect Game colocó al joven prospecto, que batea y lanza a la derecha, como uno de los mejores del país, al otorgarle el lugar 32 en el escalafón general de los Estados Unidos, además del cuarto mejor torpedero. Mientras, dentro del estado de Florida, su ranking absoluto fue el siete, a la vez que en la posición de campo corto ocupaba el primer puesto de la lista.
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