Este cubano acaba de ganar el Grammy con un disco grabado en su casa

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Alex Cuba. Foto: Getty Images.

Alex Cuba se enteró de que había ganado el Grammy al Mejor Álbum de Pop Latino, mientras manejaba hasta su casa, bajo una tormenta de nieve, según contó hace poco a Breakfast Television.

“Pasé el viernes y el sábado en la ciudad de Kelowna, tocando en un par de shows con la Orquesta Sinfónica de Okanagan. El domingo, mientras venía de regreso y me acercaba a la ciudad de Quesnel, en Columbia Británica (BC, por sus siglas en inglés), empezó a nevar y pensé ‘Hmmm, de vuelta al invierno’ y justo ahí sonó el teléfono. Mi esposa, mi hijo más pequeño y yo, nos volvimos locos en el carro cuando mi publicista me dijo: ‘oye, amigo, ¿no lo sabes todavía?’”.

“Yo, hasta entonces, no había estado prestando atención porque no quería estar pegado al teléfono todo el rato. Pensé que, si iba a pasar, pasaría de cualquier forma. Esta fue mi cuarta nominación y cada una de las veces anteriores había estado ahí en la ceremonia, pero esta vez que decidí no ir y gané. Tal vez eso era todo lo que hacía falta para lograrlo (risas)”.

En su discurso a los medios, publicado en su Instagram y grabado en el mismo automóvil en que viajaba, se le ve decir: “hola a todos, esto es tan surreal, aún estoy en shock porque gané un Grammy. Estoy tan feliz que no tengo palabras para expresarlo. Quiero agradecer a todos los que participaron en el álbum”.

La victoria del cubano-canadiense con su discó Mendó en la 64ta gala de los galardones musicales más famosos de Norteamérica, vino después de haber sido candidato con sus producciones Alex Cuba, Healer y Lo Único Constante, en las ediciones de 2011, 2016 y 2018, respectivamente.

Según contó a la prensa, el más reciente fonograma fue grabado en su casa de Smithers, B.C., durante el período de la pandemia, con la ayuda del ingeniero de sonido John Bailey. El antillano tocó todos los instrumentos que se escuchan en los temas, excepto los metales. Contó con la colaboración de artistas de la talla de Lila Downs, Gilberto Santa Rosa, Cimafunk, Antonio Carmona, entre otros.

Dijo a AP que Mendó “significa habilidad, agilidad, inteligencia, talento, todo lo que tiene talento, indiscutible, innato. (Decir) ‘tiene mendó’ es como algo quizá sagrado, la cualidad o propia de las cosas, propia del talento… No se aprende, no se educa, tienes que nacer con él”.

Aunque hasta ahora le había costado imponerse en la versión anglosajona de los premios más célebres de la música en Norteamérica, sí había obtenido un total de cuatro trofeos en cinco nominaciones de la versión latina de los Grammy.

En los Latin Grammy, Alex venció como Mejor Artista Novel en 2010, año en el que fue también candidato en Mejor Álbum Vocal Pop Masculino. Más adelante, en 2012, con el tema Toma Mi Vida, se llevó el gramófono a Mejor Canción Tropical.

Al año siguiente, en 2013 gracias a Eres Tú, se llevó la sonrisa en el apartado de Mejor Video Musical de Formato Corto; y en 2015, con el disco Healer, dominó la categoría de Mejor Álbum de Cantautor.

En su carrera, Alexis Puentes, que es el nombre real de este hombre criado en Artemisa, también lanzó el disco Morumba Cubana (2001) junto a su hermano Adonis, con quien formó Los hermanos Puentes. En solitario publicó también Humo de Tabaco (2004), Agua del Pozo (2007), Ruido En El Sistema – Static In The System (2012) y Sublime (2019), en el cual compartió con Pablo Milanés, Kelvis Ochoa y Omara Portuondo.

Hijo del guitarrista y profesor Valentín Puentes, este hombre inició su vínculo con el arte desde pequeño. Nada más sus manos tuvieron el tamaño necesario, Valentín lo enseñó en los caminos de las cuerdas y por ese tiempo tuvo la oportunidad de participar en el show televisivo Que Siempre Brille El Sol, en donde acompañó con sus claves a la orquesta de guitarras formada por su progenitor.

Reconoció que en su juventud, a la par de toda la influencia y el aliento que encontró en su hogar para dedicarse al arte, hubo otro momento que lo marcó especialmente.

“Yo recuerdo, cuando tenía 11 años, ver algo que me cautivó (…) De alguna manera, Michael Jackson llegó a la televisión nacional cubana y pasaron un video de él, ‘Billie Jean’. Cuando lo vi no podía creerlo, me quedé pensando en qué era eso, me ilusionó, me gustó inmediatamente. Tanto fue el impacto que después de eso comencé a vestirme como él, a bailar y a aprenderme los pasos muy bien, de verdad era era súper fan de Michael Jackson”.

Ya de mayor, Alex Puentes estudió bajo y trabajó como instrumentista junto a verdaderos “monstruos” de la mayor de las Antillas, como Ruy Adrián López Nussa, Javier Zalba, Emilio Del Monte Jr, Elmer Ferrer y Roberto Fonseca. Además, fue miembro de la banda Temperamento y del grupo de Augusto Enríquez, otras dos experiencias que le permitieron crecer enormemente como músico y encontrar poco a poco las ideas para crear sus propias canciones.

En los años 90 conoció a su actual esposa, Sarah, canadiense de nacimiento. Se enamoraron y decidieron vivir juntos en Cuba. Así estuvieron de 1996 a 1998, hasta que la situación económica los llevó a decidirse por una mudanza a la nación más septentrional de América, relató hace unos años. Una vez establecidos allí en el ‘99, formaron su familia y al calor de ese nuevo ambiente llegaron muchos nuevos episodios en la carrera de Puentes como intérprete.

Su primer disco lo grabó con la llamada Alex Cuba Band y por ahí vino el cambio de nombre artístico. Cuando se dispuso a hacer su segundo álbum, ya aquello de la Band no era, pero igual decidió quedarse con esa nueva seña de identidad, tal y como explicó en una entrevista ofrecida en 2015.

“Fue una decisión que tomamos intuitivamente para darle continuidad a lo anterior. Además, las cosas son diferentes cuando vives en un país de otra lengua. Es mucho más fácil para un canadiense decir Alex Cuba, que decir Alexis Puentes”.

Totalmente adaptado y amante del invierno del país de la hoja de arce, él confiesa que no suele sentir demasiada nostalgia por su país natal, aunque ha dicho que sigue queriéndolo igual que siempre.

“Me siento profundamente adaptado a Canadá, me siento tan canadiense como cubano y puedo decir que este país me ha dado mucho desarrollo espiritual. Hay mucho de Canadá en mi música. Aquí aprendí el poder de lo simple en el arte, a hacer más con menos, a darle la prioridad a la canción sobre todas las cosas”.

La fructífera actividad creativa de Alex, quien denomina lo que hace como un neo soul latino, lo ha llevado, más allá de sus iniciativas personales, a hacer música con otras figuras de renombre, como son los casos de Nelly Furtado, David Bisbal, Jason Mraz o Juan Luis Guerra.

Actualmente, tras todo el período marcado por la influencia de la pandemia, prepara nuevos planes para seguir creciendo, los cuales incluyen la creación de su propio estudio en la urbe de Smithers. Una vez establecido en ese nuevo “cuartel general”, el cubano aspira a tener un sitio en donde no solo pueda exhibir sus logros, sino dedicarse a aprender más de la producción y la ingeniería musical.

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