Ha estado de vuelta por estos días en su tierra natal el lanzador Héctor Mendoza, quien decidió no regresar a Cuba en 2016 después del fin de su contrato con los Gigantes de Yomiuri de la principal liga profesional japonesa. Imágenes que el pinero ha subido a sus historias en redes sociales dan cuenta de su presencia en la Mayor de las Antillas, sitio en donde celebró el pasado 5 de marzo su cumpleaños número 31.
El pitcher, que durante algún tiempo fue uno de los principales prospectos del país e integró el Todos Estrellas de la Serie del Caribe de 2015, donde se coronó como refuerzo de Pinar del Río, al menos que sepamos, se mantiene alejado de los diamantes.
Su última actuación en la pelota profesional estadounidense sucedió a mediados de 2019, cuando jugaba con el elenco Cardenales de Springfield, afiliado de nivel AA de los Cardenales de San Luis, organización que lo firmó en 2017 por un bono de medio millón de dólares.
En tres años en el sistema de granjas de la entidad de la Liga Nacional, el de la Isla de la Juventud no pudo estar ni cerca de lo que se esperaba de él: dejó récord de cuatro triunfos, once reveses y cuatro partidos salvados; su promedio de limpias quedó en 4.76 y sumó 91 ponches y 50 boletos en 102 entradas, distribuidas en 77 encuentros donde siempre tuvo función de relevista. Su techo estuvo en AAA.
A inicios de octubre de 2016 fue noticia que el derecho, contratado en julio de 2014 por los Gigantes de Yomiuri de la NPB japonesa, no volvió a Cuba tras el término de su acuerdo con el club nipón, con cuyo primer equipo solo pudo lanzar durante siete innings en dos contiendas. Desde ese entonces el paso siguiente de Mendoza fue intentar dar el salto a la pelota de Grandes Ligas.
En cuatro Series Nacionales finalizó con balance de once victorias y doce descababros, promedio de efectividad de 2.61, 112 ponches y 22 salvamentos. A nivel colectivo, uno de sus mejores momentos en las justas domésticas llegó con el subtítulo de los Piratas en la campaña 54, aunque el certamen que lo ubicó entre los mejores relevistas de la nación fue el anterior, donde fue el salvador de 13 encuentros para la causa del municipio especial.
Con el uniforme de las cuatro letras fue uno de los artífices del triunfo veguero en la lid caribeña celebrada en San Juan (Puerto Rico): en seis entradas de recorrido ganó un partido, no perdió, no permitió anotaciones limpias, ponchó cinco veces y se anotó dos puntos por juegos salvados. También integró el equipo que se tituló en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, en 2014.
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