Después de la finalización de los torneos en Ligas Menores y con el avance de la postemporada de la MLB, para muchos peloteros cubanos afiliados a franquicias de la Gran Carpa se ha acabado el béisbol en esos certámenes con sede en territorio norteño. No obstante, mañana mismo arrancará la Arizona Fall League, justa en la que muestran anualmente su talento varios de los mejores prospectos que aspiran a llegar en un futuro al Big Show.
Tradicionalmente, a este circuito otoñal asisten atletas que deben limar ciertas dificultades para mejorar sus rendimientos de cara a venideras contiendas, pero que, pese a esto, poseen gran confianza por parte de sus respectivas gerencias, quienes ven a muchos de ellos como diamantes por pulir o potenciales “monedas de cambio” en transacciones.
Después de que no se efectuara este campeonato en 2020 a causa de la pandemia, la pasada semana se dieron a conocer los rosters de los equipos (Glendale Desert Dogs, Mesa Solar Sox, Peoria Javelinas, Salt River Rafters, Scottsdale Scorpions y Surprise Saguaros) que se verán envueltos en la competencia. Cada organización envía a siete prometedores jugadores para completar los listados de cada elenco. Por ejemplo, los Desert Dogs estarán compuestos por hombres cedidos desde Angels, Astros, Cardinals, Dodgers y White Sox.
En el evento habrá seis cubanos: Yoelqui Céspedes y Yolbert Sánchez, ambos pertenecen a los White Sox y defenderán la camiseta de los Glendale Desert Dogs, la misma con la que jugarán el utility Pedro León (Houston Astros) y el patrullero Orlando Martínez (Los Angeles Angels), mientras que el también outfielder Yusniel Díaz, contratado por los Orioles, está en la nómina de Mesa Solar Sox junto al lanzador derecho Pedro Santos, de los Athletics.
Hoy no venimos a presentarles una breve ficha de cada uno de ellos, sino a hablarles de un capitalino que hizo bastante ruido en las Menores este año, pese a que quizás no se mencionara tanto su nombre entre los especialistas y aficionados cubanos. Tal es el caso de Orlando Martínez, bateador zurdo nacido en 1998, quien firmó con los Angels a finales de 2017 y actualmente es considerado como el 17mo mejor prospecto de la entidad del oeste de la Americana. Durante su etapa en Cuba, el oriundo de Playa destacó por su excelente ofensiva y conformó equipos nacionales en varias categorías inferiores. No llegó a debutar en nuestro principal campeonato doméstico.
Sus primeras experiencias en el béisbol profesional llegaron en 2018, con los Orem Owlz, de nivel Rookie, y con Burlington Bees (clase A). No le fue nada mal con ambas sucursales y registró, entre las dos, línea de .305/.354/.432, con 17 dobles, un triple, cinco vuelacercas y 35 empujadas. En 2019 estuvo con los Inland Empire 66ers en la Liga de California (A+) y mejoró, sobre todo, su poder (12 HR), además de 21 tubeyes, 4 triples y 49 remolcadas, aunque también se elevó su cifra de ponches de 65 a 79 entre una temporada y la otra.
En 2020 no vio actividad debido a que no se celebraron torneos en esos niveles, pero en 2021, con los Rocket City Trash Pandas, volvió a crecer con el madero: dejó slash line de .258/.313/.445 y aumentaron sus batazos de vuelta completa (16), su cantidad de hits (103), dobletes (23) y propulsadas (54), pero, a la par, incrementaron las ocasiones en que fue retirado por la vía de los tres strikes (119).
El pasado 7 de mayo fue noticia en varios medios, incluido el sitio oficial de MLB, luego de conectar tres bambinazos en un solo partido, lo cual lo convirtió en el último cubano en pegar 3 HR o más en un encuentro de Ligas Menores o Grandes Ligas, después de que José Abreu sacara tres pelotas del parque, el 22 de agosto de 2020, ante los Cubs. Fue, además, el primer partido multi-jonrón de su carrera. En ese desafío contra Chattanooga Lookouts terminó de 6-4, con un doble, tres anotadas y seis empujadas.
Finalizó la campaña a todo gas, pues, según Jared Tims, en sus últimos 24 choques produjo línea de .333/.384/.533, con 10 extrabases y tres almohadillas estafadas. Ganó un premio al jugador de la semana en agosto.
En su liga (Double-A South), fue quinto en indiscutibles, segundo en dobles, tercero en total de bases, onceno en “cuatroesquinazos” y décimo en remolques, todo esto con 400 turnos oficiales. Como aspecto negativo reiteramos la cantidad de ponches que le recetaron. Quizás haya sido este el principal motivo por el que la gerencia decidió enviarlo al certamen de Arizona. Por eso y porque confían en sus condiciones de cara al futuro.
¿Será Orlando material para Grandes Ligas? Habrá que esperar, pero tiene herramientas suficientes para ello si su proyección sigue el camino por el que va actualmente.
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