Venezuela era la cenicienta del grupo B, y si alguna victoria debía sumar Ecuador era frente a la vinotinto. Así, con un supuesto favorito, se enfrentaban ambas selecciones en el partido, a priori, menos entretenido de la jornada. Y en efecto, Ecuador abrió el marcador. Venezuela tiene muy mala suerte y encajar goles rocambolescos, al parecer, será la tónica en esta Copa América. Una salida de córner fortuita y una pésima marca permitió abrir el marcador a los favoritos. Partido encarrilado y nos vamos al descanso. Tocaba cerrar filas y jugar al contragolpe.
Venezuela no ha tenido suerte en este torneo, pero su fútbol, con serias carencias, tampoco ha desentonado. Hoy tocaba encontrarse con el gol. Una jugada salida de la nada y un hombre desmarcado terminaron por subir el empate al marcador. Un jab al mentón. Un jonrón al primer lanzamiento. Incredulidad ecuatoriana. Y una vez más la mala fortuna. Faríñez achica bien un mano a mano, el delantero se la lleva con el cuerpo, los defensas que se molestan mutuamente y no despejan, y el marcador vuelve a ser adverso para la vinotinto. Toca remar de nuevo contra la corriente. Esta vez la fortuna les sonrió y, ya en el descuento, la pésima marca de Ecuador permitió a Hernández empujar el esférico de cabeza al fondo de las redes ante la mirada ingenua de toda la zaga. Dos puntos para Venezuela (Ecuador 2 – Venezuela 2).
Colombia partía de favorito, sobre todo después del estreno estrepitoso de Perú ante Brasil ¿El empate a cero ante Venezuela? Un tropiezo menor, o quizás un síntoma serio que nadie ha tomado en cuenta. A Colombia le cuesta marcar en este torneo. Ataca, desborda, apuesta todo a Cuadrado y los goles no caen. Perú le planteó un partido bien interesante, con una presión alta y obligándolos a jugar por las bandas, nada por el centro del campo. Y por las bandas los cafeteros son inofensivos. En una de esas, sin mucho aviso, Yotún estrelló el balón en la base del palo y Sergio Peña remató el rebote a placer. Ups, lo de Colombia es serio.
En el segundo tiempo, los de Fernando Rueda salieron con todo. Mucho esfuerzo, mucho fútbol, pocas ocasiones, un balón filtrado (sin jugar por las bandas) y les cae un penalti del cielo. A lo mejor esto es lo que necesitan para comenzar a marcar goles, quitarse de encima la presión, porque delanteros de calidad sobran. Borja se para frente la pelota y convierte con extrema sencillez. Y surte efecto en el equipo, lanzado en tromba sobre el arco de Gallese. No hay ocasiones claras, pero asfixian a Perú. En una ocasión aislada, los incaicos logran un córner. El cobro es cerrado al primer palo, nadie lo despeja y Yerry Mina lo empuja con el pecho con una mueca de dolor y amargura en el rostro. Ospina casi la salva, pero casi no vale en los deportes. Quedan 26 minutos, y donde uno esperaría una Colombia lanzada a por el empate, encontramos a un Perú quirúrgico, que mueve el balón en espacios cortos, retrocede, y rompe con pelotazos largos a los laterales rivales. Perú se adueña del partido, lleva los tiempos, y si no le encaja dos o tres más, es porque no tienen un delantero efectivo (Colombia 1 – Perú 2).
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