En las últimas semanas, Among Us (2018, Innersloth) ha desplazado a Animal Crossing: New Horizons (2020, Nintendo) en la lucha por el título del videojuego de la cuarentena. Todo se ha inundado de estos pequeños seres con trajes espaciales, ya sea en forma de memes, gameplays, transmisiones de streamers, estados de WhatsApp, pequeños videos con jugadas maestras. Un hype del que es imposible estar ajenos. No pude evitarlo y le di una oportunidad, con un poco de desconfianza ¡Bum! Atrapado como uno más entre los millones de jugadores que intentan descubrir quién es el asesino o evitan a toda costa ser descubiertos. Among Us es adictivo e ideal para desconectar de la realidad, tan jodida por estos días.
El argumento es sencillo: un grupo de individuos se encuentran en una nave espacial (el mapa más popular, pero existen otros dos). Entre ellos hay un impostor, o dos, que intenta asesinar al resto. Si eres un tripulante, el objetivo es descubrir quién está asesinando a nuestros compañeros y realizar una serie de tareas (minijuegos) que, de ser terminadas antes de ser asesinados, o de descubrir al villano, les garantiza la victoria. Si eres el farsante, deberás matar y no ser descubierto hasta que quede la misma cantidad de villanos e inocentes; también puedes efectuar sabotajes en distintos sistemas que, de no ser reparados en pocos segundos, acabarán con todos. Pero la mecánica principal está en el “yo acuso”; cuando un cuerpo es descubierto se reporta, y comienza una discusión a través de un chat para determinar quién es el asesino. Se hace una votación y el elegido es expulsado de la nave. Si era el impostor, ¡victoria!, si no… bueno, mala suerte, lo descubriremos para la otra. Sí, acabamos de matar a un compañero.
Es imposible no ver una semejanza entre Among Us y The Thing (1982, John Carpenter). No saber quién puede ser el asesino y, por ende, no saber si ese que está a nuestro lado nos va a matar en unos segundos, es la base del juego. En eso se resumen ambas obras. La escena de la sangre, donde se comprueba quién es la cosa y quién no, encuentra equivalente en la sala de chat donde se discute y acusan unos a otros. Paranoia y miedo a lo desconocido. Tal vez sea uno de los videojuegos que mejor capta el espíritu de la obra de Carpenter, lo hayan hecho o no de forma consciente.
El éxito de Among Us está relacionado con su capacidad para interactuar. La sala de chat donde podemos mentir, acusar sin sentido, defendernos en vano, ser el otro y no nosotros mismos es uno de los elementos más adictivos. Podemos mentir sin mucha preocupación. Excepto cuando se juega con amigos, hay personas que no se toman muy bien que los acusemos sin tener pruebas. Esto último es muy divertido porque no hay forma de demostrar que uno dice la verdad. Si afirmamos haber visto a alguien cerca de un cuerpo o desaparecer de una habitación (los impostores pueden moverse por el sistema de ventilación) y resulta que esa persona es inocente, nosotros seremos los próximos acusados. No solo debemos cuidarnos del asesino, también de qué decimos, a quién acusamos y cómo nos defendemos. Ahí radica la diversión. Y la paranoia.
Among Us, a diferencia de Animal Crossing, es un videojuego de 2018. Un descubrimiento tardío que está entre lo más popular del año. Aun así, antes de la pandemia, Among Us ya era popular, pero no entre personas angloparlantes, sino en Brasil y Corea del Sur (este país constituye el 50% de las ventas en Steam), gracias a streamers con millones de seguidores que le dieron visibilidad. Los integrantes de Innersloth reconocen que son muy malos en marketing, y quizás por eso su juego demoró tanto en tener éxito. Al parecer, en Valve notaron su popularidad y les propusieron a los creadores hacer una oferta del 50 % por par de días, y eso les permitió crear una base de seguidores. Y antes de esto, un streamer del Reino Unido también les dio un impulso en el continente europeo. Pero fue en julio cuando comenzó el pico real. Los streamers de Twitch y la venta de verano de Steam provocaron un incremento absurdo de jugadores. Y a día de hoy siguen en lo más alto. En este enlace de Gamasutra pueden encontrar más información sobre su éxito.
Among Us es un juego casual que no exige horas para tener un nivel competitivo. Puedes abrirlo por primera vez, conectarte a cualquier partida y no dar la nota discordante. Luego aprendes cómo suelen comportarse las personas, cuáles son las mejores estrategias para despistar, mentir y sobrevivir. El hecho de que no requiera ningún tipo de habilidades lo convierte en uno de los pocos multiplayers accesibles para todo tipo de público. Y ese es uno de los motivos por los que se ha hecho tan popular: un espacio donde diez desconocidos corren con temor a ser el próximo cadáver, discuten y desconfían de todos, y al final, gane quien gane, a empezar de cero y repetir el ciclo. Va de la emoción del momento, de las partidas cortas, de ocupar el tiempo en una actividad donde socializas y te diviertes (o te molestas), donde disfrutas de varias emociones y siempre sueltas una carcajada. Todos los videojuegos no tienen que ser significativos. A veces con divertirnos un rato es suficiente. Y si es con amigos, mucho mejor.
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