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Después de años de ausencia en la televisión cubana, el actor Kristell Almazán decidió explicar a sus seguidores las verdaderas razones por las cuales no ha aparecido en producciones televisivas recientes. A través de un video publicado en su perfil de Instagram, el intérprete camagüeyano ofreció una reflexión sincera sobre su carrera y las decisiones que lo han mantenido alejado de la pantalla chica.
En su confesión audiovisual, Almazán fue directo al abordar uno de los factores que considera determinantes en su ausencia televisiva. «A mí me encanta aprender, polemizar, cuestionarme cosas y sorprenderme», declaró el actor, reconociendo que esta actitud podría generar cierta molestia en el medio. «Quizás ello podría traer algún tipo de incomodidad… el hecho de que las personas no están muy de acuerdo con que uno de pronto tome esa postura ante la vida y la profesión. Por eso es que quizás me llaman poco para proyectos interesantes», confesó con notable franqueza.
Esta declaración revela la tensión que puede existir entre los artistas que mantienen una postura crítica y reflexiva, y un sistema de producción que podría preferir personalidades más dóciles o menos cuestionadoras.
Almazán hizo referencia a su más reciente participación televisiva relevante: el telecuento Los Pocillos, basado en una obra original del célebre escritor uruguayo Mario Benedetti. Esta producción, transmitida por la televisión cubana hace poco más de tres años, lo reunió en pantalla con reconocidos actores como Danae Hernández, Alejandro Cuervo y Faustino Pérez.
El actor destacó que su papel en esta producción se apartaba del típico galán, sugiriendo su interés por roles más complejos y desafiantes que le permitan explorar diferentes facetas de su talento interpretativo.
En el texto que acompañaba al video, el agramontino profundizó en sus críticas al sistema de producción televisiva cubana. «Las precarias condiciones para trabajar en producciones largas como telenovelas, entiéndase precariedad no solo económica, sino también la ‘precaria incoherencia’. Las producciones de telenovelas me estresan mucho y no me siento cómodo con los procesos, ni el resultado desde hace muchísimos años», escribió sin ambigüedades.
Esta declaración pone de manifiesto problemas estructurales que van más allá de lo económico, apuntando hacia deficiencias en los procesos creativos y de producción que afectan la calidad final de los productos televisivos.
El actor expresó claramente sus aspiraciones profesionales: «He deseado y buscado producciones que no pasen de 2 a 3 meses como máximo, un espacio o programa fijo de temáticas que me interesen como cine, arte, naturaleza, entre otros… donde pueda conducir y crecer profesional y espiritualmente sin dejar de ser yo».
Sin embargo, reconoció con frustración que «para estas últimas opciones, por muchísimos años, categóricamente, no he tenido oportunidades», evidenciando una desconexión entre sus intereses artísticos y las oportunidades disponibles en el ecosistema televisivo nacional.
Kristell Almazán, nacido en Camagüey el 22 de diciembre de 1979, ha construido una importante carrera en el mundo del entretenimiento cubano. Su trayectoria televisiva incluye participaciones destacadas en teleseries como Los tres Villalobos, La cara oculta de la luna y Tierras de fuego, producciones que lo han posicionado como una figura reconocible en la pantalla cubana.
Su versatilidad actoral se ha extendido también a otros dramatizados, incluyendo policiacos y teleplays, mientras que en el cine defendió el rol de Ignacio Mora en el filme El Mayor (2021), e igualmente en el séptimo arte lo vimos gracias al largometraje Una noche con los Rolling Stones, dirigido por Patricia Ramos.
La creatividad de Almazán no se limita a la actuación. Durante la pandemia, aprovechó los días de aislamiento para dirigir el cortometraje documental Drop Out, explorando así el mundo de la dirección cinematográfica. Esta experiencia reveló otra faceta de su talento artístico y su capacidad para reinventarse en momentos difíciles.
Su pasión por la fotografía también es evidente en sus publicaciones de redes sociales, donde comparte imágenes que van desde lo abstracto hasta escenas cotidianas.
Hace algunos años se estrenó como escritor con la publicación del libro de poemas Nostalgias desnudas. Sobre esta obra, el actor confesó a Cubadebate que representaba «una suerte de sanación y redención, una terapia ocupacional» que surgió después de haber «vivido situaciones de pérdidas muy dolorosas en el plano más privado».
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