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Emilia Clarke, coprotagonista de la esperada serie Juego de Tronos, ofreció nuevas ideas sobre la trama de octava temporada. Como sabemos gracias a los adelantos de HBO, Daenerys Targaryen llega a Invernalia, donde conoce a las hermanas Stark: Sansa y Arya. Aunque su objetivo primario es derrotar a los caminantes blancos que avanzan sobre Poniente, la Madre de Dragones encontrará abundante hostilidad en el Norte.
Los nobles de esa región no entienden por qué Jon Snow (Kit Harington) renunció al título de King in the North para arrodillarse ante la Khalessi. Para los habitantes de la zona más fría de Westeros, Daenerys es una extranjera invasora, proveniente de la familia que quemó vivos al padre y al hermano de Ned Stark.
En recientes declaraciones a la revista Enterteiment Weekly, Clarke reveló que aunque las intenciones de su personaje son positivas, claramente nadie la tolera en Winterfell. La actriz británica de 32 años resume sus sensaciones así: «Quiero tener buenas relaciones. Llego en un modo cordial tipo: ‘¿puedo trenzar tu cabello, Sansa? Pequeña Arya, ven aquí, vamos a jugar al cricket’ (sonríe). Y luego, muy rápido, es como: ‘Espera, ¿soy solo yo o todos me odian?»
El encuentro Targaryen-Stark ocurre en el primer episodio, que se estrena el venidero domingo. Snow se enfocará en la amenaza del Ejército de los Muertos para que haya paz entre sus hermanas y su amante. Sabe que necesitan una alianza fuerte si quieren tener alguna esperanza de supervivencia.
Todas las tensiones quedarán resueltas o se harán más intensas cuando Bran Stark, el Cuervo de Tres Ojos, revele que el bastardo de Invernalia es en realidad el legítimo hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark, por lo tanto, es el verdadero heredero al Trono de Hierro. Quizás la llegada del Rey de la Noche trunque el desenlace de este argumento. Recuerden que muchos personajes morirán.
Emilia cuenta, además, cómo ha moldeado la caracterización de su rol ha medida que ha evolucionado en la historia. «Me doy cuenta de que ya no es una niña pequeña asustada. Así que hay menos espacio para la vulnerabilidad, el sentimentalismo o las formas suaves».
«Los controles de la cámara toman más tiempo, el vestuario mejoró, el peinado y el maquillaje son más realistas: cada elección, cada conversación, cada actitud tiene un aire de this is it. Todo se siente más intenso. Tuve una escena con alguien y me volví hacia él y le dije: ‘Oh, dios mío, no volveré a hacer esto nunca más’, y pensar que es el final me hace llorar «.
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