Varios son los grandes nombres asociados al judo en Cuba y, entre ellos, el de Justo Noda destaca por su brillante trabajo al frente del equipo nacional masculino desde 1995 hasta 2016, etapa durante la cual llevó a sus muchachos a formar parte de la élite mundial.
Dueño de un currículum envidiable, este reconocido profesor, oriundo de Matanzas, volvió a ser noticia luego de que la Federación Peruana de ese deporte (FPJ) anunciara su nombramiento como nuevo jefe de entrenadores de cara al ciclo que culminará en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Según contó Noda en exclusiva para el sitio web de la Confederación Panamericana de Judo, luego de Tokio 2020 había recibido varias propuestas para continuar su trabajo en otro país, tras su paso por México, en donde estuvo desde 2017 como Director Técnico del Centro Internacional de Entrenamiento de la Federación Internacional de Judo (IJF, por sus siglas en inglés).
El antillano explicó que la idea de ir hacia la nación sudamericana fue sugerida en principio por Marius Vizer, presidente de la IJF, aunque contó que también sostuvo conversaciones con José Humberto Rodríguez, director de desarrollo de ese organismo.
No obstante, luego de hablar con los máximos dirigentes de la disciplina a nivel mundial, él explicó que la clave de su nuevo puesto radicó en María Martínez, presidenta de la FPJ.
“La idea central salió de una oferta que me hizo María (…) para trabajar en Perú, donde parece muy interesante, primero porque María también fue entrenadora y es más fácil a veces trabajar con un presidente que haya sido entrenador de alto nivel como María y que tengan un conocimiento de lo que se quiere hacer y eso me agradó mucho”, contó.
De momento, el “profe” sabe que tiene varios retos por delante, uno de los cuales estará en Asunción, Paraguay, ciudad que, del 1 al 15 de octubre, será sede de los Juegos Suramericanos, en donde sus discípulos deberán medirse a los fuertes representantes de Argentina y Brasil, por citar a las dos principales potencias de la región.
No obstante, los objetivos de Noda van muchísimo más lejos, pues aspira a que algunos de los atletas peruanos se ubiquen entre los mejores del orbe.
“Un propósito que tengo es llevar algunas figuras del judo peruano a los Juegos Olímpicos y que clasifiquen por su participación a nivel mundial, no porque le asignen al atleta una plaza a nivel panamericano”, aseveró.
Sin dudas, se avecina uno de los desafíos más grandes en la carrera de este hombre, quien inició su paso por los tatamis durante los años 60, en el batey Isabel, del municipio matancero de Calimete, y tuvo su momento más relevante con los títulos mundiales de Manolo Poulot (60 kg) en Birmingham 1999 y Asley González (90 kg) en Río de Janeiro 2013, junto con la plata olímpica del propio Asley (90 kg) en Londres 2012, así como otros cinco bronces bajo los cinco aros, conseguidos por Israel Hernández (65 kg, Atlanta ’96), Poulot (60 kg, Sídney ’00), Yordanis Arencibia (66 kg, Atenas ’04 y Beijing ‘08) y Oscar Brayson (+100 kg, Beijing 08’).
En su camino hacia la gloria, Justo también estuvo cinco años (1973-1978) como entrenador en Colón, Matanzas. A continuación, fue nombrado Comisionado provincial, puesto en el que estuvo desde el ’78 hasta el ’83, antes de ser trasladado como jefe de la cátedra de Judo hacia la ESPA de su territorio, en donde permaneció hasta 1984.
En ese último año llegó su “mudanza” a La Habana, hacia donde vino inicialmente para trabajar como parte del colectivo que prepararía al seleccionado femenino. Ahí estuvo junto a Ronaldo Veitía hasta que en el ’95 fue designado como coach al frente del apartado varonil.
Entre los logros conseguidos por sus aprendices estuvieron el segundo lugar por países en el Mundial del ’99, así como la corona colectiva en los Juegos Panamericanos de ese mismo año en Winnipeg y también en los de Río de Janeiro 2007.
A nivel individual, bajo su égida llegaron triunfos como el título del orbe a nivel juvenil de Arencibia en Cali 1998, así como la corona mundial universitaria de Yosvany Despaigne en China 2001, quien entonces se convirtió en el primer campeón de esa justa. También fueron notables los bronces planetarios de Arencibia (1999 y 2007), Oreidis Despaigne (2007) y Asley González (2011).
Por si fuera poco, Noda es uno de los poquísimos entrenadores que puede preciarse de haber colaborado con la obtención de medallas para Cuba en seis Juegos Olímpicos de forma consecutiva, gracias a la racha a la que tributó desde las citas de Barcelona 1992 (con las chicas) hasta Londres 2012.
Finalmente, el currículum de este hombre incluye la categoría de 8vo. Dan en judo desde 2015, así como los diplomas de profesor de Educación Física, Licenciado en Cultura Física, Máster y Doctor en Ciencias Pedagógicas. A ello hay que sumarle, entre otras, su presencia como entrenador en siete olimpiadas durante el período 1992-2016, 19 Campeonatos Mundiales absolutos (1989-2018), nueve citas del orbe por equipos (1995-2015), ocho Juegos Panamericanos (1987-2015) y siete Juegos Centroamericanos y del Caribe (1986-2014).
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