Abandonó el equipo Cuba con 18 años y demoró 15 en llegar a Grandes Ligas

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La historia de este cubano da para llenar un libro. Foto tomada de Bakersfield.

Entre los más de 200 peloteros cubanos que han pasado por las Grandes Ligas estadounidenses está Alberto Castillo Betancourt, cuya historia es poco conocida, a pesar de haber representado a su país en competiciones internacionales, y hoy se las contaremos brevemente, pues bien da para un libro, sin exagerar. Tomaremos como punto de partida agosto de 1993, fecha en la que se efectuó el Campeonato Mundial juvenil, del 13 al 22 en Windsor, ciudad ubicada al sur de la provincia canadiense de Ontario.

Castillo era uno de los lanzadores de ese equipo, junto a Vladimir Núñez, Ciro Silvino Licea, Liván Hernández, entre otros. Era su torneo más importante con el team Cuba. Tenía 18 años, cumplidos el 5 de julio. Días antes de iniciar el certamen, el elenco antillano efectuó un partido de exhibición en Connecticut, Estados Unidos. Allí conoció a una familia que luego viajó a Canadá para presenciar un partido de Cuba. Alberto le confesó a Anita, miembro de la familia, sus intenciones de no volver a la Isla.

Al principio ella estaba asustada, habló con su padre, y él aseguró que ayudarían en todo lo posible al joven pelotero. A las tres de la madrugada, después de un encuentro, salió de la habitación del hotel donde se encontraba hospedada la comitiva insular y se encontró con Anita en el lobby. Entró al auto y escapó. Los detalles de su estampida se los contó al sitio de noticias bakersfield.com, que publicó una entrevista con él en 2008.

“Me llevaron a un par de pueblos, bastante lejos. Ellos –los directivos cubanos– me estaban buscando, pero después de un tiempo pensaron que no regresaría. Fue difícil, porque dejas atrás a tu familia. Solo tenía 18 años, era joven. Pero no me arrepiento. Si tuviera que hacerlo todo de nuevo, lo haría. Quería tener un futuro jugando en las Grandes Ligas y quería ayudar a mi familia en todo lo que pudiera”, declaró al citado medio.

El futuro que deseaba el lanzador habanero en las Mayores tardó más de lo que él seguramente imaginó.

Se asentó en Miami y estudió un año en Miami Dade Wolfson Community College para dar paso al inicio de su carrera en el béisbol profesional de Estados Unidos. En la tercera ronda del draft de 1994 para jugadores aficionados fue contratado por los Gigantes de San Francisco, organización con la que se mantuvo en las Menores durante tres temporadas, y en 1998 lanzó para los Yankees de Nueva York hasta Clase A avanzada. Al año siguiente los Medias Blancas de Chicago lo adquirieron pero lo liberaron en el spring training.

Fue así que el zurdo de Calabazar comenzó en el mismo 1999 su tránsito por el béisbol de Ligas Independientes hasta 2007, aunque en 2001 trabajó con los Rays de Tampa Bay en el nivel A+ y en 2004 debutó en la Liga Mexicana con los Tuneros de San Luis Potosí.

Después de siete contiendas en circuitos independientes, el sueño por el que un día de 1993 renunció a volver a su país se cumplió el 28 de abril de 2008. Camino a los 33 abriles entró a relevar en el capítulo 13 de un partido ante los Medias Blancas de Chicago, retiró al único bateador enfrentado y, además, consiguió su primera victoria. Los Orioles de Baltimore le permitieron hacer realidad el anhelo de llegar a Grandes Ligas.

Entre 2008 y 2011, con los Orioles y los Diamondbacks de Arizona, lanzó como relevista en 79 desafíos, logró tres triunfos, no perdió y su efectividad quedó en 4.33. En su último juego al máximo nivel, el 27 de septiembre de 2011, con 36 años, enfrentó durante dos tercios a la artillería de los Dodgers de Los Ángeles y no permitió carreras.

Castillo, quien a lo largo de su trayectoria tuvo vínculos con nueve entidades de la MLB, de 1994 a 2003 y luego en 2016, reportó números ofensivos, casi siempre como inicialista, bateando 296 indiscutibles, 58 tubeyes y 27 jonrones e impulsó 162 carreras. En 2001, con Tampa Bay en Clase A+, promedió .274, conectó 11 cuadrangulares y se quedó a cinco hits del centenar.

En la Liga Mexicana del Pacífico, el habanero se ha desempeñado como coach de bullpen de los Cañeros de Los Mochis, equipo para el que lanzó en seis contiendas. Igualmente en 2008 y 2011 participó en la Serie del Caribe defendiendo a México.

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2 Comentarios

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  1. Lo conocí en un tope en la Habana en aquel momento era uno de los mejores del equipo Felicidades por lograr el sueño de su vida *

  2. Jugué contra el en el Nacional juvenil del 93 donde resulte campeón nacional juvenil con mi provincia de Santiago de Cuba.

D.L.R.

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