“Pronto me van a ver jugando con los Industriales de Cuba, si Dios me lo permite”, le dijo a Cubalite Jorge Despaigne Wilson desde Houston, Texas, en Estados Unidos. Amplió que ha realizado par de llamadas a funcionarios del béisbol cubano y, a la vez, resuelve algunas cuestiones en su país de residencia. Ya conversó con uno de los entrenadores de pitcheo de los Azules, José Elosegui, quien lo apoya en la gestión y aspira viajar a Cuba cuando se estabilice la situación sanitaria existente.
“Llevo un buen tiempo sin ir a Cuba, pero nada más que tenga la oportunidad, lo haré. Yo tengo familia aquí, en Estados Unidos, por lo que debo dejar las cosas bien encaminadas. Cuando mi petición empiece a tomar rumbo, yo estaré entrenando fuerte, corriendo y bajando un poco de peso, que es lo que he estado haciendo en todo este tiempo. Los domingos lanzo en una liga local donde hay peloteros que jugaron en la Liga Mexicana y cubanos que llegaron al profesionalismo.
“Generalmente tiro dos entradas y bateo, pero no es una liga organizada que lleve estadísticas. Estos son mis planes: mantenerme entrenando fuerte y viajar a mi país pronto, para, con buena suerte, poder incorporarme a los entrenamientos de Industriales de cara a la Serie 61. Afortunadamente mi brazo se ha recuperado bastante, he estado haciendo algunos ejercicios orientados por Francisco Montesinos, médico del equipo Cuba de béisbol.
“Era una sorpresa mi decisión de volver a la Serie Nacional, pero ya lo he hablado con mi mamá y con mi esposa. Estaría una temporada o dos, en dependencia de algunas cuestiones, pero mi brazo está fuerte, tirando por encima de 92 millas, a pesar de que hace más de un año no lanzo en un torneo organizado”, explicó el pitcher de 29 años.
De lograrse la inclusión de Jorge Despaigne en el conjunto azul para la campaña de 2021, sería su estreno con el equipo habanero en el torneo élite beisbolero, donde jugó tres temporadas con la Isla de la Juventud (de la Serie 51 a la 53). Quizás algunos lectores se pregunten a qué se debe su deseo de representar a los Leones, cuando nunca ha militado con ellos. Aquí les traigo antecedentes que lo explican, contados por el propio jugador.
Nació el 28 de enero de 1991 en el hospital habanero Maternidad de Línea y residió hasta los siete meses en Mantilla, Arroyo Naranjo. Luego se trasladó a la Isla de la Juventud y allí vivió hasta su salida de Cuba en abril de 2014. Probablemente pocos conozcan que en la temporada 52 estuvo a punto de vestir el uniforme de Industriales.
“En la Serie 52 no empecé con la Isla —se incorporó a mitad de contienda—, pues decidí irme para la capital con el fin de jugar con Industriales. Estuve en la preselección y lancé en la Copa Gran Habana, pero presenté molestias en el codo y el colectivo de entrenadores determinó enviarme a la reserva para luego subirme. Yo no acepté, les dije que me mantuvieran en el equipo, a pesar de que no pudiera lanzar, pero me respondieron que eso no era posible. De haber aceptado bajar a la reserva, seguramente después hubiese debutado con los Azules.
“La posibilidad de jugar con Industriales surgió en mi primera Copa Antillana de Acero, cuando el desaparecido entrenador Tony González, muy amigo de mi mamá, le comentó sobre mi talento y que podría, a corto plazo, jugar por la capital. En ese momento teníamos planes de mudarnos para La Habana y hablé con esa excelente persona y entrenador que es Armando Johnson, quien desde el primer momento me apoyó”, declaró.
Como dijo Despaigne, en 2012 participó en la Copa Gran Habana, con el equipo Energéticos, dirigido por Felipe Mesa. En ese plantel fue uno de los abridores, junto a Ihosvany García, Pedro Durán y David Mena y además estaba como intermedio Pavel Pino.
Jorge explicó que su salida de Cuba hace seis años estuvo motivada por la noticia de que Mandy Johnson ya no dirigiría más a los Piratas y por el acercamiento de una persona que le propuso abrirle el camino para insertarse en el béisbol profesional. En aquel entonces, con 23 años, determinó salir por la vía legal hacia Trinidad y Tobago y después viajó a República Dominicana, donde permaneció cerca de cuatro años.
Allí tuvo chances de firmar con los Dodgers, los Cardenales o los Medias Rojas, pero la rúbrica llegó en julio de 2016 con los Diamondbacks de Arizona y el 15 de ese mes fue enviado a la Dominican Summer League con el club DSL D-backs. Trabajó en seis partidos como abridor, ganó tres y no perdió, su efectividad quedó en 3,19 y en 31 entradas propinó 39 ponches, regaló 10 boletos y no toleró jonrones. Esos fueron sus números en Ligas Menores, pues el 14 de mayo de 2018 fue liberado por el conjunto Kane County Cougars, de nivel Clase A, con el que no llegó a trabajar.
“En mi estancia en Dominicana jugué con un equipo llamado los Tabaqueros, de la Liga de Verano, y estuve en la preselección de las Águilas Cibaeñas —en 2015, junto al jardinero villaclareño Yuniet Flores. Seis meses después de regresar de Cuba, donde estuve un tiempo por problemas personales, llegué a un pacto con Arizona, pero pude haber firmado antes con esa organización, solo que mi representante no estaba de acuerdo con lo que me ofrecían.
“No pude avanzar en el sistema de Ligas Menores porque me lesioné la escápula y permanecí cerca de tres meses recuperándome. Luego retorné a la liga, lancé dos partidos y me volví a lesionar. El médico quería operarme, pero en ese entonces yo tenía un nivel de inmadurez muy grande y decidí no jugar más béisbol. Pedí mi carta de liberación, pero la organización no quiso dejarme libre, por lo que recogí mis cosas, me monté en mi carro y vine para mi casa.
“Casi medio año después, mi abogado me llamó y me dijo que me pusiera ready, que Arizona me daría una segunda oportunidad. Regresé a los entrenamientos, pero al estar mucho tiempo alejado del béisbol y no encontrarme en forma, parece que Arizona no estuvo satisfecho con lo que vio y me liberaron”, dijo Despaigne, quien logró con la Isla de la Juventud en la Serie Nacional balance de ocho triunfos, once reveses y efectividad de 4,22 en 43 partidos, 23 como abridor.
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