Tras buen tiempo desaparecido de los circuitos beisboleros cubanos, cuando años atrás estaba en su epicentro, en la Serie Nacional 58 reapareció uno de los hombres más importantes de la pelota en la Isla durante más de una década. José Benito Camacho Urrutia se incorporó al cuerpo técnico de Rey Vicente Anglada en la temporada en que Rey retomó el alto mando azul. Luego, en la contienda siguiente, Benito repitió en el colectivo de entrenadores de los Leones y nuevamente fue el brazo derecho de Anglada, con quien le une una fuerte amistad desde que ambos coincidieron en la dirección de la selección nacional.
Después de dos contiendas con Industriales, muchos pudieron pensar que Camacho seguiría con el conjunto habanero para la Serie 60, pero no. Otros pudieron creer que su ausencia se debía a compromisos fuera de Cuba, la razón que lo alejó tras no continuar como Jefe Técnico de la Comisión Nacional de béisbol en 2010. Sin embargo, Benito Camacho no estará este año como manager de los Freseros de San Quintín, de la Liga del Norte de México, conjunto que dirigió en el último lustro.
El 17 de febrero se firmó un acuerdo entre ese club y Acereros de Monclova, de la Liga Mexicana, y en el convenio trascendió que el experimentado Matías “Coyote” Carrillo sería el encargado de sustituir al cubano como timonel de los Freseros.
El movimiento pudo estar dado porque los directivos del conjunto quintinense hayan decidido renovar el cuerpo técnico, incluido su mentor, quien comenzó con el equipo en 2014 como entrenador de bateo y al año siguiente recibió la encomienda de dirigir, la cual mantuvo hasta el 2019.
El trabajo del preparador antillano se puede valorar de muy bueno, toda vez que clasificó a los play offs en cuatro de sus cinco campañas como director: un cetro, un subtítulo y dos terceros lugares, mientras que su performance en las fases regulares llegó hasta 228 éxitos y 174 derrotas.
En 2015 los Freseros lideraron la etapa clasificatoria y perdieron en el séptimo encuentro de la semifinal contra los Toritos de Tijuana, en tanto Camacho dirigió a la Zona Oeste en el Juego de Estrellas y uno de sus pupilos fue el inicialista tunero Joan Carlos Pedroso. La primera y única corona de la organización en la historia del circuito norteño sucedió en 2016, cuando encabezó el segmento preliminar y en la disputa por el puesto cimero aventajó a los Algodoneros de San Luis.
Durante el campeonato venidero, Camacho condujo a su elenco al segundo escaño de la fase regular y en la semifinal chocó ante los Algodoneros, conjunto que se desquitó de lo ocurrido en 2016. Nuevamente en la segunda plaza de la etapa clasificatoria descansaron los Freseros en 2018 y cedieron en la pugna por el oro contra los Marineros de Ensenada, en seis desafíos. El torneo de 2019 implicó la primera ocasión en que el equipo quintinense, bajo las órdenes del antillano, no clasificó a la postemporada, tras perder 5-6 ante los Delfines de la Paz en un choque de desempate.
Desde 2015 hasta el presente, Benito y el pinero Michel Enríquez —Indios de Tecate, 2018— han sido los managers de la Isla que han intervenido en la Liga del Norte azteca, mientras que entre los pocos directores foráneos en la historia del circuito surgido en 2012, el único en ocupar el centro del podio ha sido Camacho, quien también es el único, entre todos los mentores, en acumular cinco contiendas sucesivas al frente de un elenco.
¿Cómo ocurrió este sólido vínculo de Benito Camacho con el béisbol de México? Comenzó a mediados de agosto de 2010, cuando él y otros prestigiosos entrenadores de nuestra pelota fueron invitados por los Piratas de Campeche a preparar a jóvenes jugadores de la organización. Camacho atendió el área de la ofensiva y cuatro años más tarde debutó como coach de bateo de los Freseros, ayudando a que el equipo llegara a la final, donde cayó contra los Algodoneros, la novena más laureada.
Son muchos los seguidores de nuestro béisbol que recuerdan su época en el equipo Cuba, pues desde 1998 hasta 2010 se desempeñó como Jefe Técnico de la Comisión Nacional. A sus 72 años puede hablar en primera persona de varios de los más grandes desempeños de la pelota antillana, dígase el subtítulo en el primer Clásico Mundial (2006), un oro y dos platas en Juegos Olímpicos (2000, 2004 y 2008) y cuatro coronas en Campeonatos Mundiales (1998, 2001, 2003 y 2005).
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