Alain Álvarez, en su segunda temporada como mentor de Cienfuegos, le devolvió a la afición sureña, en la pasada Serie Nacional, las emociones propias de una segunda fase, donde se concentran los seis mejores equipos del torneo. A la postre, los Elefantes concluyeron en la sexta posición. A pesar de no incluirse en el podio, ese puesto para Cienfuegos, integrado mayormente por figuras jóvenes, constituyó un resultado favorable y consolador, toda vez que hacía siete campañas que no lograba pasaje para estar entre los primeros del campeonato.
Ya que hablamos del retorno de los Elefantes a una segunda etapa del evento de cabecera del béisbol cubano, es totalmente oportuno traer a colación al manager que colocó a esa provincia por primera vez en un podio de premiación y luego repitió la hazaña. No puede ser otro que Iday Abreu Ruiz, el hombre que transformó el criterio de que cuando se hablaba de Cienfuegos, se hablaba de un equipo sotanero.
Primero, quiero dejar claro que, en mi opinión, el mejor director que ha tenido el territorio sureño ha sido Iday y a continuación explicaré las razones.
El natural de Cruces es el segundo manager con más temporadas en su territorio, con seis —todas consecutivas—, aventajado por Francisco Cantero, quien en tres mandatos diferentes logró reunir 10 contiendas, aspecto a su favor para ser el mentor con más victorias en la Perla del Sur durante las fases clasificatorias, con 273. Sin embargo, y atiendan bien, Abreu, pese a que posee cuatro campañas menos que Cantero como timonel, aglutina de por vida 272 éxitos.
Pero al ser esos números reflejos de las etapas regulares, Iday tiene 10 triunfos en playoffs que elevan su performance a 282 sonrisas, lo que, categóricamente, lo convierte en el manager con más victorias.
Cantero llegó hasta un cuarto puesto, José Zayas hasta un quinto e igual desempeño obtuvo Narciso Ferrer. Pare de contar, pues esas fueron las mejores ubicaciones de planteles cienfuegueros antes de la llegada de Iday.
Su era comenzó en 2008 y finalizó en 2014. Debutó como sustituto de Dessy Lomba —en su último campeonato descansó en el escaño 15— y balance de 34 triunfos y 56 derrotas lo envió a un lugar por debajo de su predecesor. En la temporada siguiente terminó séptimo y Cienfuegos clasifica a los play off, después de siete certámenes sin conseguirlo.
En la denominada Serie de Oro, la misma que ganó Pinar del Río bajo las riendas de Alfonso Urquiola, Abreu guió a su elenco hasta un histórico tercer lugar y de paso fijó un nuevo récord para la provincia, con 59 partidos ganados. Dos años después imitó la medalla de bronce, con tres éxitos menos que en la Serie 50, y ese último resultado fortaleció todavía más la opinión de que el entrenador de 48 años tenía credenciales suficientes para ser considerado el mejor manager en la historia de Cienfuegos en la Serie Nacional. Había logrado dos veces lo que nueve directores no pudieron en ninguna ocasión.
Por supuesto, el mérito de dos preseas de bronce, cuatro postemporadas e igual cantidad de contiendas sucesivas con más de 50 triunfos no es exclusivo del natural de Cruces. Tuvo el enorme privilegio de dirigir a figuras que transitaron por selecciones nacionales o arribaron a las Grandes Ligas tras marchar de la Isla, como son los casos de Norberto González, Noelvys Entenza, Erisbel Arruebarrena, José Dariel Abreu, Jorge Hernández, Yoan Moncada, Yasiel Puig, Osvaldo Arias, entre otros.
Fundamentalmente el éxodo de varios de esos jugadores —también marcharon Darián González, Pavel Quesada, Edwin Vasell, Yuniel Leyva…— repercutió en que la sexta y última campaña de Abreu fuera su segunda peor como mentor. El puesto 13 significó su despedida de la Serie Nacional, pero en los años posteriores se mantuvo relacionado con la pelota, como timonel de su municipio Cruces en la Serie Provincial sureña.
Después de su salida, los Elefantes no reencontraron el buen camino mostrado por su otrora entrenador, mientras Iday estaba en casa, probablemente a la espera de un llamado que no ocurrió y que de haber sucedido, seguramente hubiera aceptado, al ser alguien completamente entregado al béisbol.
Fue así que el estratega principal del equipo Cuba que participó en los Juegos del ALBA de Venezuela 2011, el año pasado viajó hasta El Salvador para desarrollar la pelota de allí. Dirigió a la escuadra Hielo Polar en la Copa Sub 21 y es uno de los cuatro mentores de la Liga Nacional, circuito número uno de ese país.
Está al frente del elenco Halcones y el resto de los managers lo completan el nicaragüense Jorge Luis Avellán (Shopping Center), el venezolano Jesús Cartagena (Santa Tecla) y el nicaragüense-salvadoreño Roger Barberena (Águilas de la Utec). El campeonato se detuvo a mediados de marzo a causa de la alerta roja decretada por el gobierno salvadoreño debido al nuevo coronavirus.
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