Ahora mismo, mientras lees esto, hay varias películas hechas por realizadores cubanos disponibles en internet y tú, quizás, te las estás perdiendo. Cine Cubano en Cuarentena es, en este mismo momento, de las mejores iniciativas que existen por si decides quedarte en casa, puedas pasar el tiempo viendo estos materiales. Aprovecha: tienes varias opciones en YouTube, Vimeo y otras webs, pero no tendrás que perder horas buscándolas; CCC ha hecho (y está haciendo) el trabajo por ti.
En Cubalite conversamos con el cineasta José Luis Aparicio Ferrera, quien comentó que todo surgió, espontáneamente, el pasado domingo mientras veía las noticias de cómo se enfrentaba la cuarentena en el resto del mundo y las acciones culturales que se estaban llevando a cabo (conciertos en vivo, festivales, archivos de filmotecas y cinematecas liberados y gratuitos) y se le ocurrió hacer algo similar, pero con el cine cubano.
Desde que propuso la idea a algunos cineastas, se decidió un nombre y creó la página en la red social Facebook, transcurrió menos de media hora.
“Es como un archivo, no subimos nada a ningún repositorio. Además de los enlaces que me comparten, rastreo contenido interesante que pueda existir en las redes. Actualizo diariamente con diferentes publicaciones, desde clásicos del cine cubano a obras menos conocidas de realizadores independientes jóvenes, que son los que necesitan visibilidad, pues además de la intención altruista de compartir los audiovisuales, ayuda a estos a llegar a otros públicos”.
Aparicio valora estas acciones como actos de solidaridad. “Algunas obras ya pasaron su etapa de distribución, pero otras son más recientes y aun así los creadores las han puesto abiertamente”.
Aunque le gustaría que se convirtiera en un sitio para consumir y debatir sobre cine cubano, no tiene aspiraciones pretensiosas. El público meta: cubanos que viven en Cuba, la comunidad fuera de la isla, cualquiera que se interese en el cine hecho aquí y se nutra de obras de cineastas nativos y foráneos que hayan trabajado contenido relacionado con la Mayor de las Antillas.
Lo podríamos catalogar como un lugar de contraste, el espacio “virtual” donde conviven el primer largometraje que realizara Fausto Canel, fundador del ICAIC, en 1964, y otros cortos, documentales y largometrajes de creadores de varias generaciones.
¿Qué trae Cine Cubano en Cuarentena?
Además de servirte en bandeja el acceso a contenidos audiovisuales, también recomiendan. Por ejemplo, divulgaron el top ten, catalogado como “irreverente”, de los filmes que vería Jorge Molina –en este se incluyen obras clásicas de la talla de Una pelea cubana contra los demonios (Tomás Gutiérrez Alea, 1971) y otras no tan antiguas como Memorias del Desarrollo (Miguel Coyula, 2010). Por su parte, la selección hecha por el cineasta Carlos Lechuga contiene en la cima de sus preferencias a Memorias del Subdesarrollo (Tomás Gutiérrez Alea, 1968) y P.M. (Orlando Jiménez Leal y Sabá Cabrera Infante, 1961).
Otra de las sugerencias que presentan es la sección Mise en abyme, aparecida en la revista Rialta, donde también colocan, en streaming, varios audiovisuales cubanos como La Época, El Encanto y Fin de Siglo (Juan Carlos Cremata, 1999) y Utopía (Arturo Infante, 2004).
Sin embargo, si eres de los que ni por todo lo multipremiada que sea, ves una película completa, están a tu disposición varios cortometrajes como los de Carlos Lechuga: Cuca y el pollo (2006), Los bañistas (2010) y Habana Territorio Vampiro (2014)
Algunas de las obras puestas a disposición del público han resultado ganadoras en concursos y eventos como la Muestra Joven –Tierra Roja (Heidi Hassan, 2007), mejor ficción en la 7ma edición y Días de diciembre (Carla Valdés León, 2016), mejor documental en la 16.
En cuanto a la frecuencia, contenido y cantidad de publicaciones, no hay un patrón ni esquema; varía en dependencia de los enlaces que sean recibidos y la variedad de los mismos. Se aplica cierto nivel de curaduría a las obras, pero nada estricto. José Luis Aparicio trata de presentar audiovisuales que conoce.
En su escasa existencia, la página sobrepasa los 400 «me gusta» y ya tiene gran retroalimentación, pues algunos de sus seguidores escriben solicitando obras de su preferencia.
Un consejo: llégate por la página, consume y sugiere. Dice Facebook que es alto el nivel de respuesta a los usuarios.
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