La existencia y contacto con vida extraterrestre es uno de los misterios sobre el que hemos escuchado con bastante frecuencia. Historias de avistamientos, abducciones y encuentros cercanos de todo tipo pululan por varias partes de nuestro planeta, obsesionados como están algunos en arrojar luz acerca de una pregunta en específico: ¿estamos solos en el universo?
La literatura, el cine y la televisión han contribuido a que el grado de exposición a tales contenidos sea tan alto que, incluso, personas “leídas y escribidas” se cuestionan la realidad en torno a los alienígenas y los supuestos objetos voladores no identificados, o sea, los OVNIS.
Ahora bien, lo cierto es que, de momento, la ciencia no puede asegurar en lo absoluto que hayamos sido visitados por habitantes de una galaxia muy (muy) lejana ni nada parecido. Casos como el de Roswell, las líneas de Nazca o las pirámides han sido asociados a visitas del “más allá”, pero lo cierto es que la ausencia de evidencia sólida e incontestable que confirme semejantes conjeturas es motivo suficiente como para no creer nada de lo que se diga al respecto.
No obstante, lo anterior no ha evitado que muchísimas personas elijan depositar su confianza en aquellos que, al mejor estilo de los Expedientes X, aseguran que la verdad sigue estando allá afuera, más o menos en algún punto de esta galaxia, o de otra cualquiera.
Ni siquiera los cubanos hemos podido escapar a la influencia de tal fenómeno, al punto de que en el archipiélago existe hasta una llamada Asociación Cubana de Ufología (ACU), comunidad que en su página oficial de Facebook tienen cerca de 400 seguidores y que se dedica a divulgar diversos contenidos relacionados con el asunto en cuestión.
Hurgando entre los principales relatos, anécdotas y teorías que hablan de los extraterrestres en Cuba, hemos encontrado una lista bastante pintoresca que queremos presentarles, no como evidencia, sino más bien como un ejemplo de los límites de la imaginación humana.
Seres ocultos en la Sierra Maestra
Uno de los ejemplos que nos resultó más preocupante es el que cuenta el escritor y ufólogo español Juan José Benítez López, quien asegura haber escuchado al mismísimo Fidel Castro contarle sobre la ocasión en que él y sus compañeros de lucha vieron una extraña esfera roja en la Sierra Maestra durante los años de la lucha contra la dictadura batistiana.
La cosa no queda ahí, pues el propio Benítez asegura que los líderes revolucionarios capturaron y mantenían encerrado en un búnker a una criatura. Seguramente algún “listo” todavía anda buscando al dichoso bichito para rescatarlo.
Photoshop alienígena
Para seguir con las elucubraciones, tenemos una fotografía publicada el 17 de julio de 1952 en las páginas de Prensa Libre y El Imparcial. En ese momento, ambos diarios colocaron en portada una foto atribuida a Guillermo Zincke, en la que aparecía un platillo volador. Luego quedó claro que aquello era una mentira como la copa de un pino, pues tanto el reportero gráfico José Agraz, como el Departamento Técnico del Servicio de Inteligencia Militar del Ejército, demostraron que había “truco” en lo retratado por Zincke. Si llega a ser ahora, tampoco el Photoshop lo hubiera salvado.
E(ufo)ria en la playa
En 2016 hubo mucho morbo cuando cientos de personas que se hallaban disfrutando de un chapuzón en la playa camagüeyana de Santa Lucía, aseguraron haber sido testigos de algo fuera de este mundo. Aproximadamente a las 2:00 PM presenciaron a un presunto OVNI, acompañado por relámpagos sin truenos. Según cuentan, el aparato se mantuvo en el aire mientras unas luces blancas descendían de él. Algunos de los que allí estuvieron explican que la experiencia parecía sacada de un filme de ciencia ficción.
Hatuey, el cacique kryptoniano
Hasta la muerte del héroe aborigen, Hatuey, célebre por encabezar una rebelión contra los colonizadores españoles, ha sido vinculada a fenómenos dignos de una novela de H.G. Wells. Se dice que mientras moría quemado en la hoguera, el cacique lanzó un grito que se convirtió en una poderosa luz que subió hasta el cielo, la misma que algunos aseguran ver a cada rato por esa zona del Oriente.
Humboldt descubre Cuba… y sus misterios
El conocido polímata (o sea, sabio en diferentes ciencias) alemán Alejandro de Humboldt, catalogado como uno de los descubridores de Cuba, contaba que al final del año 1800, mientras regresaba a La Habana (desde Venezuela) junto al naturalista y botánico francés Amadeo Bonpland, ambos vieron unas luces al suroeste de la actual Isla de la Juventud y, más tarde en la madrugada, unas llamas que se movían por sobre la superficie marítima. Hasta ahí llegó la ciencia.
Luces sin matrícula ni circulación
Corría el año 1947 cuando el abogado Fernando Mendigutía sobrevolaba la Isla como pasajero de un Douglas DC-3. Mientras la nave recorría el espacio aéreo de Matanzas, notó una luz verde cerca del ala izquierda, y de inmediato fue a preguntar a la cabina. Allí todos estaban exaltados, pues el capitán Sigfredo de los Reyes, su copiloto y el sobrecargo, aseguraban que una cosa verde y esférica les asustó al acercarse de frente al avión, aunque justo antes de chocar con ellos, frenó y tomó otro rumbo. Justo en ese instante, una llamada radial de un colega que acababa de partir de Canagüey, les alertó de que tuvieran cuidado con una luz verde que recién había pasado cerca de su avión rumbo al de Mendigutía. Vaya casualidad, ¿no?
Autostop marciano
El cuento de ahora proviene de Arcadia Álvarez, cuyo padre era, en 1930, capitán de la Marina. Pasadas las doce de la noche, el señor transitaba en su auto por la carretera de Güines, cuando de pronto vio una figura pequeña de aproximadamente un metro de altura. El hombre se bajó, y descubrió que el obstáculo que tenía enfrente era un personaje diminuto al que intentó levantar sin éxito, pues según cuenta, pesaba como el plomo. Luego del suceso, regresó a la máquina y siguió camino.
0 Comentarios