En 50 años muchas cosas han cambiado. Indudablemente, la Cuba de hace cinco décadas no es la de hoy. Sin embargo, el espíritu de innovación de los cubanos no ha variado.
En 1970, un año después de planteada la idea inicial en el Centro de Investigaciones Digitales de la Universidad de La Habana, se presentaba la primera minicomputadora digital creada por ingenieros cubanos.
Lo interesante de CID-201 es que tuvo aplicación práctica. De su serie A se produjeron varias decenas de unidades y se emplearon en empresas, escuelas y otros lugares.
Aunque todos los circuitos integrados que la conformaron eran extranjeros, fueron el capital humano, el saber hacer y la creación, el aporte nacional.
Para la puesta en funcionamiento de su software se emplearon varios lenguajes de programación –internacionales como Fortran y Focal, y de creación cubana: LEAL.
Cuando alumnos y profesores se enfrascaron en este proyecto, semejante innovación solo había sido materializada en escasos países desarrollados –apenas 18 meses antes había aparecido la PDP.8 L/1, una homóloga norteamericana, catalogada como la más avanzada del orbe.
Los ingenieros Luis Carrasco (primer director de la Ciudad Universitaria José Antonio Echeverría, CUJAE) y Orlando Ramos son reconocidos como los artífices de la idea.
25 mil sumas por segundo, memoria de núcleos de ferrita y capacidad de 4 kilopalabras, cada una con longitud de 12 bits, ahora mismo tal vez no signifiquen nada, pero hace 50 años, un artefacto con tales características era algo digno de la proeza. Con motivo del 40 aniversario del dispositivo presentado el 17 de abril de 1970, en el sitio web de Radio Reloj refirieron que, además, permitía operaciones de programación.
Como toda construcción social, el contexto definió su finalidad. La primera se instaló en el central azucarero Camilo Cienfuegos para controlar el tráfico ferroviario -desde el cañaveral hasta el basculador de la industria- durante la Zafra, actividad más importante de la economía cubana por aquel entonces.
Según Cubadebate, el primer modelo sirvió de base para la mejora y surgimiento de otras computadoras como la CID-201 A, CID-201 B, CID-300, CID-1408, CID-1417.
Con el paso del tiempo, también se produjeron aquí periféricos y equipos electrónicos como teclados, videoterminales (displays) y otros enfocados en la transmisión de datos. Algunos de estos productos se exportaron hacia la antigua Unión Soviética.
¡Cuántos recuerdos me trajo este artículo! Tuve el privilegio de trabajar con todas ellas en los inicios de 40 años dedicados a la Informática, hasta mi jubilación. Vi nacer y crecer está tecnología aquí en mi país.
Las considero muy buenas para su época. Con ellas aprendí Fortran y Leal.
¡Gracias!