Parece que estaba predestinado que, antes de concluir el año, el movimiento deportivo cubano estaría sumido en el luto de dos grandes de su historia. Nada más empezar diciembre trascendió el fallecimiento de la santiaguera Miguelina Cobián, quien estuvo varios años entre las mejores velocistas de Iberoamérica y se llevó con ella el mérito de haber sido la primera atleta antillana en clasificar a una final olímpica, cuando terminó quinta en el hectómetro de la edición de Tokio 1964. La Gacela Oriental, integrante del relevo de 4×100 m subtitular bajo los cinco aros en México 1968, murió bien cerca de su cumpleaños 78.
Ayer, once días después del deceso de Miguelina, nuestro deporte recibió otro doloroso jab, cuando se conoció de la muerte del boxeador habanero Jorge Hernández Padrón, quien el 17 de noviembre cumplió 65 años. Jorgito estaba hospitalizado en el CIMEQ desde noviembre, cuando sufrió un paro respiratorio cardiovascular con pronóstico reservado que, además, le provocó pérdida de conocimiento. Después de varios días de intensa lucha por su vida, uno de los mejores exponentes del boxeo amateur de la Isla fue vencido por un rival al que nunca nadie ha podido derrotar.
Como homenaje a este excelente atleta y entrenador, padre del cantante Jorge Jr., nuestra revista se suma al recordatorio de su legado deportivo y les propone los seis principales momentos de una trayectoria en la que el triunfo devino noticia recurrente para el minimosca. Hoy comienza en Camagüey el Torneo Nacional Playa Girón, certamen que constituye escenario idóneo para rendirle justo reconocimiento.
Campeón Mundial en La Habana 1974
En 1974, Cuba desarrolló uno de los certámenes más recordados en nuestro país y con un marcado carácter histórico. La Ciudad Deportiva habanera recibió la primera edición del Campeonato Mundial de boxeo, con presencia de 263 pugilistas de 45 países. Con tan solo 19 años le tocó a Jorge representar a su país en los 48 kilogramos y la mayoría de las papeletas de favorito no tenían escritas su nombre. La etapa de cuartos de final más difícil no podía pintarse, pues tenía como contrincante al húngaro Gyorgy Gedo, vigente titular olímpico.
El desenlace del combate entre ambos fue una de las grandes sorpresas de la justa y, luego del sonido de la última campana, el cubano estaba a la espera de su próximo pleito, mientras el europeo viajaba a casa más pronto de lo pensado. Hernández, indiscutiblemente, se tenía planteado no respetar a los medallistas olímpicos de su división, como lo evidenció el triunfo ante el español Enrique Rodríguez, bronce en Múnich 1972.
Ya en la discusión del título y con cuatro victorias, doblegó al keniano Steve Muchoki, mejor pugilista amateur de todos los tiempos de ese país. Jorgito fue uno de los cinco campeones antillanos en la versión primaria.
Campeón Olímpico en Montreal 1976
Un precedente convincente dejó en el Mundial de La Habana y dos años después ya estaba considerado por los especialistas entre los principales aspirantes a tocar la cúspide en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976. En ese evento multideportivo subió al centro del podio e igualmente llegó hasta ahí merced a cinco triunfos, desempeño que le permitió ser uno de los tres monarcas de la Isla.
La ruta triunfal la abrió ante el búlgaro Beyhan Fuchedzhiev (RSC en el tercer asalto); luego devino verdugo del representante de Papúa Nueva Guinea, Zoffa Zarawi (KO en el tercer round); en cuartos de final venció al surcoreano Chan-Hee Park (3-2) y en la instancia siguiente eliminó al boricua Orlando Maldonado (5-0). Su única medalla en una magna cita multideportiva la logró tras superar por el oro al norcoreano Li Byong-Uk (4-1).
Subcampeón mundial en Belgrado 1978
En la capital de Yugoslavia, en aquel entonces, Hernández rubricó su segunda presea en certámenes del orbe y la pugna por el título fue una perfecta revancha. ¿Recuerdan al keniano Steve Muchoki? Enojado por la derrota sufrida hace cuatro años en Cuba ante el antillano, el africano hilvanó una cadena de sonrisas y, nuevamente, enfrentó en la instancia decisiva al capitalino. Pero esa vez el veredicto no favoreció al nuestro y Steve conquistó el primer y único cetro de su nación en la historia de los Mundiales.
Campeón en los Juegos Panamericanos de México 1975
Durante la fiesta continental celebrada en el país azteca hace 44 años, el minimosca llegó hasta la discusión del metal áureo y allí se midió contra el dominicano Eleoncio Mercedes. El fallo de los jueces decretó la corona para el habanero, sin embargo, algunas bibliografías explican que el combate fue sumamente reñido e incluso el éxito pudo merecerlo Mercedes.
Campeón en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de República Dominicana 1974
Pudiera decirse que el título conseguido por Jorgito Hernández en Santo Domingo, en marzo de 1974, constituyó su primer gran resultado en la arena internacional, pues luego vendría la diadema universal en Cuba. En el torneo boxístico regional avanzó hasta la final, fase en la que aventajó al mexicano Fausto García.
Exitosa trayectoria como entrenador
Luego de acogerse al retiro como atleta, a inicios de la década del 90 comenzó a trabajar como entrenador de la selección nacional cubana, función que desempeñó durante más de dos décadas. Bajo su disciplina estuvieron destacados pugilistas como el guantanamero Yuriorkis Gamboa, el habanero Yampier Hernández y el agramontino Ramón Luis.
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